viernes, 22 noviembre 2024 - 06:02

Dólar caliente. ¿Hacia dónde va la economía en la previa de las elecciones?

Entramos a una nueva semana luego de que las dos anteriores hayan registrado una suba pronunciada del dólar blue (mercado paralelo). 18 pesos fue el aumento alcanzado, llegando a $175 y moviendo también el valor de los dólares financieros: el contado con liquidación ($164,90) y el MEP ($163,50). Una tendencia que pone en duda la estabilidad aclamada por Martín Guzmán, quien ya aseguró que “no hay margen para una corrida y no habrá devaluación”. Pero, ¿a qué responden estos movimientos de precios de la divisa estadounidense? ¿Cómo impacta en la economía local, en la escalada inflacionaria que no encuentra límites? Además, ¿el nuevo acuerdo -entrega- con el Club de París no era motivo de previsibilidad económica para el mercado mundial? En estas breves líneas esbozamos el estadío de una economía endeble y algunos posibles escenarios que se pueden llegar a desarrollar en un corto- mediano plazo.

¿Otra fiebre por el billete verde?

Como advertimos, la semana pasada tuvo como noticia en las principales planas de los medios gráficos y digitales la escalada del dólar blue. Diversos expertos indican que lo ocurrido responde a presiones alimentadas por intereses político-económicos de distinta índole. La búsqueda de desestabilidad de un sector concentrado, para propiciar un mejor terreno en las elecciones a la alianza de Juntos por el Cambio, es uno de los argumentos alentado desde las usinas del Frente de Todos; también se encuentra como motivo, un período de bajas liquidaciones de cosechas; y, por último, la nueva calificación que el Morgan Stanley Capital International (MSCI)[i] le otorgó al país. La empresa estadounidense que elabora índices bursátiles bajó dos escalones en la clasificación a Argentina, ubicándola como “standalone”[ii] debido a que “desde septiembre de 2019 los inversores institucionales internacionales han estado sujetos a la imposición de controles de capital en el mercado de renta variable de Argentina[iii]. Sedientos de más ganancias, el capital financiero se despacha con un pedido para la liberación del mercado financiero, pidiendo la eliminación de los cepos cambiarios.

Sin embargo, desde el gobierno dicen que esta nueva suba no es motivo para que apreciemos una nueva corrida cambiaria. En su columna semanal, Alejandro Bercovich expone que, según un estudio de la consultora Equilibra,“(…) la ‘presión dolarizadora’ podría consumir más de un 80%: al menos U$S 3.400 millones[iv]. En referencia a los U$S 4.083 millones de reservas netas que el BCRA sumó en el nuevo corto boom de la soja y demás commodities.

No solo la demanda del billete verde puede venir por parte del capital financiero, la expansión económica tan propagandizada por el gobierno como eje de campaña también puede traer algunos dolores de cabeza. Argentina, como economía bimonetaria, depende de dólares para la expansión de sus ramas productivas. Por tanto, un crecimiento económico significaría la necesidad de más dólares en el semestre entrante para las importaciones de máquinas, equipos y distintos insumos requeridos para producir. Ya en mayo “las compras al exterior subieron 62,4 por ciento en promedio, con alzas del 99 por ciento en piezas y accesorios para bienes de capital y 170 por ciento en combustibles y lubricantes[v].

Oficializando la entrega

Otras de las noticias de la semana pasada, ya llegando al cierre de la misma, fue la oficialización del nuevo acuerdo con el Club de París. Una de las tantas estafas publicitadas por todo el Frente de Todos de cara a la campaña electoral, que también hace a la fuga de dólares. Se muestran como buenos negociadores, cuando siguen manteniendo el sometimiento del país a organismos de créditos internacionales. Lo alcanzado solo se resume al diferimiento de un pago de U$S 2.400 millones (U$S 430 millones se pagarán entre el 31 de julio de este año y el 28 de febrero de 2022).

En el mismo plano se ubica la deuda con el FMI que está en plena renegociación, pero en el medio existen fechas de vencimientos de pagos que, por el momento, el gobierno ha cumplido. Este año restan algunos y aún no se sabe qué medida va a optar Alberto Fernández ante estos. Al mismo tiempo el directorio del Fondo aprobó la asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) por U$S 650.000 millones para sus miembros. Lo que se debate en los pasillos de la Casa Rosada y en el Frente de Todos, es la opción de usar los U$S 4.300 millones que le asignaran al país para pagar los vencimientos de U$S 4.589 millones con la misma institución o utilizarlos para dar una bocanada de aire económico en un país donde la pobreza pisa el 50%.

Ninguna de las dos opciones son una solución sustancial a uno de los problemas madre de la economía. Pagar ahora o pagar después es continuar con una aspiradora de los recursos económicos de nuestro país. Estas estrategias tan limitadas por parte de las partes integrantes del Frente de Todos esclarecen un poco más las posturas espumosas del sector kirchnerista que había agitado hace poco tiempo el desconocimiento de al menos una parte de la deuda que, como se sabe, es ilegítima por boca de ex funcionarios del FMI.

Perspectivas: el saqueo sigue a la vista

A pesar de la presión ya comentada por el MSCI y los grandes pulpos del capital financiero, es poco probable que el gobierno quite los cepos cambiarios de cara a las elecciones de medio término. Más bien para contentarlos, es probable que recurra a algún tipo de suba de tasas de intereses en los instrumentos financieros que funcionan con la moneda local. Otra bomba de tiempo que, desde que Kicillof se sentó en el Ministerio de Economía, sumando a los funcionarios del gobierno de Cambiemos, hasta el desembarco de Guzmán, no ha parado de crecer y diversificarse[vi].

La divergencia del gobierno con los sectores concentrados, en este caso, es solo de carácter coyuntural por encontrarse en las vísperas de otro proceso electoral. Pese a que los slogans de campaña muestren algún enunciado contra la herencia macrista, su gestión ya provoca la envidia de personajes como Cavallo por el ajuste que han podido desarrollar hasta el momento.

Ponerle fin a los fenómenos que ubican como elemento central a la divisa estadounidense parte de considerar como medidas urgentes el desconocimiento de la deuda externa ilegítima e ilegal, sumado a la nacionalización del sistema bancario. Desechar estas políticas, a pesar de lo que niegue Guzmán, ante una nueva corrida cambiaria y su consecuente devaluación, volvería a significar una expoliación de ingresos de los sectores más postergados del país.

Para evitar nuevos golpes de este talante sobre los salarios de los trabajadores y los ingresos de las mayorías populares, poner en pie una alternativa de clase que encarne un proyecto totalmente distinto, es una tarea central de la izquierda. En ese marco se inscribe la construcción del MST en el FIT-Unidad, que brega por una unidad más amplia, para dar pelea a las variantes políticas defensoras de los gusanos del capital financiero.


[i]https://eleconomista.com.ar/2021-06-mcsi-bajo-a-la-argentina-de-categoria/

[ii]Standalone: con esta categoría el índice del MSCI se refiere a aquellos países con problemas de accesibilidad al crédito externo; la existencia de tensiones políticas y regulaciones que dificultan la nueva llegada de capitales.

[iii]Idem

[iv]https://www.baenegocios.com/columnistas/El-Gobierno-cierra-filas-frente-a-la-corrida-cambiaria-preelectoral-20210624-0160.html

[v]https://www.pagina12.com.ar/350747-que-pasara-con-el-dolar-mientras-la-economia-acelera

[vi]El peso de las Leliq, en lo que respecta al pago de los intereses, ya se calcula en más de $100.000 millones de pesos mensuales, según datos del BCRA.

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