Con el dólar subiendo durante toda la semana, el blue llegó a $ 605 pese a que en un momento cerraron todas las cuevas por temor a la policía, y con el Banco Central trayendo 300 millones de dólar billete de EEUU para enfrentar una posible corrida el próximo lunes, parece que se aproximara una gran batalla, resultado de las PASO mediante, entre Massa y los especuladores. Más allá de que la batalla se concrete o no, lo que si aparecen negras – para los laburantes y la mayoría de la población- que gane, quien gane, son las medidas que se avizoran para cumplir las exigencias del FMI. Para que aclare para todos, este domingo hay que castigar a los candidatos del establishment votando la lista de Solano y Ripoll en la interna del Frente de Izquierda Unidad.
Los editoriales económicos de los grandes medios muestran un panorama desolador para la economía argentina y grandes dificultades para el ministro candidato, Sergio Massa, atrapado entre la contradicción de lanzar un mensaje esperanzador para que lo voten y de seguir aplicando graves medidas de ajuste para cumplir con el Fondo. Más allá de tal o cual exageración para favorecer a los candidatos de Juntos por el Cambio, los números son contundentes.
Por un lado, las reservas netas serían negativas entre USS 10.000 y 11.000 millones. Las reservas brutas estarían en un mínimo histórico de U$S 23.668 millones. Habría muy pocos dólares en el BCRA, gran parte de los cuales se usaron para intentar contener una nueva corrida del dólar. Pese a que según la consultora Equilibra se habrían usado U$S 225 millones esta semana, y U$S 2.000 millones desde que comenzó esta operatoria en abril, para frenar el alza del dólar MEP, la divisa norteamericana no ha parado de subir. Además, la llamada “dolarización de las carteras” en forma previa a las elecciones hizo retroceder las reservas brutas durante esta semana en U$S 480 millones. Si sumamos esta cifra a lo utilizado para intervenir en el mercado cambiario, en una sola semana las reservas retrocedieron U$S 700 millones.
Así, en los últimos 30 días el dólar blue subió un 21% (llevando la brecha con el dólar oficial al 110%), el MEP o dólar Bolsa ascendió un 11% y el contado con liquidación (CCL) un 12%[i], los distintos analistas señalan que se le estaría acabando el poder de fuego al Banco Central para frenar las especulaciones sobre la divisa, en las que se habría consumido los U$S 2.000 millones que le entraron por el dólar agro a $ 340 y pesar que están paradas los pagos para importaciones. Una aceleración del precio de la divisa norteamericana que llevó al BCRA a acelerar el ritmo del crawlin peg[ii], llevándolo en los últimos días a una tasa de devaluación del peso del 13% anual, cumpliendo así con los pedidos del Fondo para que no se amplié la brecha.
Si sumamos a esto las presiones del FMI, que no desembolsó aún ni un dólar de los U$S 7.500 millones pactados en el reciente “acuerdo técnico”, y que estaría a utilizando esa ventaja para exigir una devaluación aún más contundente de la realizada por Massa vía la devaluación “impositiva” reciente y un ajuste fiscal aún más duro que lo que el gobierno ya está implementando, podemos explicar porque se importaron U$S 300 millones de dólares billetes, que se sumarán a otros U$S 400 millones en poder del Tesoro, que completan entre U$S 3.000 y 5.000 millones que tendrían en su poder las entidades bancarias, para enfrentar un posible retiro masivo de los depositantes el próximo lunes, en lo que se algún periodista llamó “operación Muralla”.
Es que más allá de que se produzca la corrida este lunes, los números de la economía son contundentes: 115% de inflación anual y subiendo. Se calcula que la de junio rondará el 7% y la de agosto arriba del 9%. Una caída en la actividad económica, que producto de la baja del consumo y la falta de insumos importados para la industria, ya da índices de retroceso del 4,4 % en mayo y del 5,5% en abril, estimándose un retroceso del PBI para este 2023 de cerca del 3% anual. Una deuda pública (externa e interna) que no deja de crecer. En la última renovación de títulos en pesos de esta semana el gobierno obtuvo un financiamiento de $ 821.500 millones a una tasa que supera de lejos la inflación, 153% de tasa efectiva anual. Los pasivos remunerados del BCRA ya triplicarían el valor de la base monetaria actual de 6 billones de pesos. Un escalonamiento de futuros vencimientos con el FMI y los bonistas privados imposible de pagar.
Un panorama en el cual la baja salarial y de ingresos populares registra niveles récords. Las jubilaciones y pensiones, pese a los recientes anuncios de Massa y Raverta, mantienen un retroceso que viene del gobierno de Macri del 19,5%. La actual formula de movilidad jubilatoria que no contempla la inflación, ha compensado las mínimas con discrecionales que no llegan a cubrir el desfasaje inflacionario y que no impactan sobre las medias y altas, que son las que más poder adquisitivo perdieron. Produciéndose además una constante licuación de su poder adquisito ya que se actualizan trimestralmente, contra una inflación mensual de cifras del 6 al 8%. Los salarios mantienen cerca de un retraso del 20% en los trabajadores registrados y del 49% en los informales. Llegando a extremos como el de los trabajadores municipales con sueldos por debajo de la línea de indigencia a los que ahora Massa anuncia mejorar… después de las primarias.
Enfrentemos el ajuste que preparan para después de las PASO
Los distintos analistas vienen especulando sobre las reacciones del mercado de acuerdo al resultado electoral de las próximas elecciones. Algunos ponen las tintas en que se necesita un amplio triunfo de Juntos por el Cambio para tranquilizar a los especuladores, otros señalan en cambio que se necesita que Massa se mantenga competitivo para la transición política durante el periodo electoral. En lo que hay amplias coincidencias es en que el gobierno va a tener que profundizar la devaluación y el ajuste en curso, ya que no tiene otros recursos para intervenir. Hasta la habilitación de la segunda etapa del swap con China estaría cuestionada, a pesar de que el gobierno ha anunciado su apertura.
Massa y distintos analistas económicos liberales, con argumentos parecidos, de un futuro esperanzador para la Argentina. En un editorial de Néstor O. Scibona para La Nación[iii], luego de partir de un presente desalentador caracterizado por “una inflación que apunta al 159% anual; mayor pobreza e inseguridad; dólar arriba de $ 600; brecha cambiaria de 100%; el Banco Central sin reservas líquidas, y una torta productiva del mismo tamaño que hace diez años mal repartida entre más habitantes, parecería que la Argentina es un país inviable que no tiene salida”, habla de la perspectiva de “un futuro mejor”, si la gente vota a los candidatos de la oposición de derecha.
Este mejor futuro, muy parecido al futuro que el candidato de la Unión por la Patria nos propone, se describe: “la Argentina tiene por delante otra oportunidad para movilizar su enorme potencial productivo y comenzar a aprovecharlo en los próximos años, apoyándose en los sectores que generan divisas y pueden exportar con valor agregado si se remuevan las múltiples trabas que frenan a las empresas”. Para luego desarrollar la potencialidad del agro negocio, una vez terminada la sequía, de Vaca Muerta y la explotación off shore de petróleo en la plataforma marítima, y de las potencialidades de la mega minería. Ya en el 2024 podríamos contar con un superávit comercial de U$S 20.000 millones.
En resumen, profundizar al mango el actual modelo extractivista, que entrega y contamina nuestros recursos naturales a las grandes empresas y multinacionales, para generar las suficientes divisas para pagar la deuda externa al FMI y los acreedores privados. Un futuro promisorio para las grandes empresas, que ya con este gobierno nacional y popular han visto incrementar sus ganancias y su porción en el reparto de la torta del valor agregado de la economía, mientras tenemos cifras del 43% de pobreza, y en un país donde aumentan los puestos de trabajo (precarizados en su mayoría), el 30% de los trabajadores son pobres.
Más allá de las especulaciones y falsos relatos pre electorales, los principales candidatos, Larreta, Bullrich, Massa o Milei, pertenecen al establishment. Bajo distintos discursos todos van a seguir descargando el costo de la crisis sobre la población trabajadora, protegiendo una fuerte ganancia empresaria y pagando hasta el último dólar de una brutal y fraudulenta deuda externa. No existe ningún derrame de su sed de ganancias a toda costa.
La única manera de pararlos, es luchando contra su modelo de ajuste y entrega, para imponer un plan alternativo que rompa con el FMI, nacionalice la banca y el comercio exterior. Promueva una profunda reforma agraria y desarrolle la industria. Un modelo productivo independiente del imperialismo y las multinacionales, que privilegie el salario, las jubilaciones, la asistencia social, salud, educación y todas las necesidades de nuestro pueblo trabajador.
Justamente, la abstención que tanto le preocupa a los defensores de un régimen institucional que nos llevó a este desastre, es una de las manifestaciones de la enorme bronca y decepción de millones contra los que vienen aplicando este modelo de ajuste, entrega y exclusión. Transformar esa expresión por la negativa en una fuerza de cambio hacia la izquierda, es lo único que podrá terminar con actual la cuesta hacia abajo y plantear un mejor futuro para la mayoría trabajadora de este país.
[i] El dólar MEP es el que se utiliza en el mercado interno. El CCL es el que utilizan las empresas para fugar divisas al exterior.
[ii] Crawling peg: se llama así a la devaluación diaria del peso para determinar el aumento en el precio del dólar oficial.
[iii] “Motivos para no perder las esperanzas, pese a todo”, La Nación, 12/08/2023.