El último mes del año no llega sin aumentos, en una Argentina cada día más pobre.
No deja de subir
El gobierno se vanagloria de haber desacelerado la inflación, pero omite que continúan los incesantes aumentos mes a mes. Diciembre no es la excepción a la regla y nuevamente se verá afectado el poder adquisitivo de las familias trabajadoras.
Por un lado, a partir del 1 de diciembre se desarrollará un aumento en el combustible que rondará el 3%, una suba sensible que impacta sobre otros precios de la economía. El mismo porcentaje de aumento tendrán las boletas de agua potable y cloacas en el AMBA, según informo AySA, de forma que el servicio acumula una suba de 317 por ciento en lo que va del año. Además, el ministro Caputo definió que se realizarán aumentos del 2% promedio en las boletas de luz y de alrededor del 2,7% en las boletas de gas natural.
Asimismo, los contratos de alquileres que fueron firmados durante la vigencia de la ley anterior tendrán una actualización de 208,6% durante este diciembre. Mientras que quienes tengan contratos de actualización semestral, experimentarán una suba de 66,9%.
A su vez, habrá una suba del precio de la carne que rondará entre un 10% y un 12% en cada carnicería. Un nuevo aumento que impactará en el consumo de carne en el mercado interno, que es el más bajo en los últimos 28 años.
También ocurrirán aumentos en las prepagas que oscilarán entre un 6,1%y un 2,9% y en los colegios privados de la Ciudad de Buenos Aires que aumentarán un 4,95% y de la provincia un 3,8%.
Todo sube, menos el salario
Desde Milei hasta el último de los libertarios se jactan de que los “salarios del sector privado suben sin parar” y hasta han llegado a decir que salarios y jubilaciones se han duplicado en dólares. Pero, ¿por qué cada vez se vive peor?
Tomando como referencia la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE), el salario del mes de septiembre de este año se encuentra un 12,3% por debajo de diciembre de 2001.
En cuanto al trabajo no registrado, tomando el Índice de Salarios elaborado por el INDEC, el salario promedio no registrado está aproximadamente un 18% debajo del peor momento después del estallido de 2001.
Por otro lado, si hacemos una comparación entre los salarios de septiembre de 2024 con los niveles de noviembre de 2023 se observa una reducción en el salario promedio (-5,7%) y en el sector privado registrado (-1,5%).
En cuanto al sector público, existe una rebaja del -16,1%, siendo el mas ajustado de la gestión de Milei. Entre ellos, los más perjudicados son los docentes universitarios. Un profesor adjunto con dedicación exclusiva (y 10 años de antigüedad) perdió un -25,1% y los becarios del CONICET, tuvieron una reducción de sus ingresos del -28,2%.
Otro sector afectado por la motosierra de Milei fueron los jubilados. El haber mínimo más el bono sumaron en octubre $ 314.321, mientras que la canasta de pobreza para un solo adulto fue de $ 319.284 pesos.
Frenar la motosierra
Cada vez se achican más los ingresos y se multiplican los gastos, el superávit de Milei es sostenido con un aumento sideral en la pobreza y la indigencia y con salarios de hambre y miseria.
A casi un año de la asunción del líder libertario, el nivel de vida esta cada vez peor, elemento que se corrobora con la caída de la industria, la construcción y sobre todo el consumo, que sigue muy por debajo de los niveles del 2023.
Sigue siendo necesaria la unidad en las calles que aglutine a todos los sectores en lucha, contra este brutal plan de guerra contra los trabajadores y sectores populares.