Día Nacional del Tango. Tango de ayer, de hoy y de siempre

En este 11 de diciembre la mejor forma de honrar el tango -patrimonio inmaterial de la humanidad para UNESCO (2009)- es difundir, promover y exaltar las nuevas voces de este género musical ciudadano de Buenos Aires, la música popular contemporánea de la Ciudad de Buenos Aires, al decir de Astor Piazzolla. Honremos la música fundada por aquellos como Ernesto Ponzio y Rosendo Mendizabal1 allá por 1880 sacando a la luz, elevando del under a la superficie, a las decenas y decenas de grupos, conjuntos, bandas y orquestas típicas de la metrópoli actual. Que se cumpla el sueño de Piazzolla. Que se empodere el Nuevo Tango, tango de fusión, de protesta urbana, de estética contemporánea que combina localidad con internacionalismo, tradición con tecnología y cultura de arrabal con feminismo, disidencia sexual y conurbano. Como tan bien lo hace el maestro Julián Peralta y la banda de Astillero.

En esta nota de cultura vamos a resaltar sobre todo el tango de hoy. Sin despreciar la historia y la tradición porque no hay mejor tradición que la que se renueva constantemente. De esa dialéctica está hecho el Nuevo Tango del siglo XXI.

Del arrabal del barro al conurbano de calles rotas

Hay múltiples teorías sobre el origen del tango. Para algunos surgió en 1880. Probablemente sea cierto que el inicio de esta década haya significado el ascenso de este género, de música marginal a música popular, concretando su definitiva popularidad en 1900. Es probable también que no haya surgido de la nada y su génesis, más intrincada y compleja de lo imaginado, haya empezado mucho antes. Hay historiadores que sindican que ya se escuchaba tango en San Telmo y Monserrat haya por 1850, epoca final del dominio rosista siendo estos los barrios negros, afroameriocanos de la vieja Buenos Aires.

Lo cierto es que el arrabal de antaño era de barro y zanjones. De lagunas y charcos, de arroyos como el Medrano, el Cildañez, el Maldonado2. De farolitos y empedrados y así se forjó la cultura tango de aquel tiempo. El tango primitivo se forjó en los conventillos, en los prostíbulos, en las “academias” y en las viejas plazas y parques porteños.

Arroyo Cildañez

Con el desarrollo urbano, con la poderosa inmigración europea, el crecimiento industrial -y por consiguiente el de la clase obrera porteña y suburbana-, Buenos Aires se convierte en una poderosa metrópoli (unas de las 10 ciudades más grandes del mundo) y a medida que la ciudad se expande centrifugamente, nace un poderoso y muy densamente poblado Gran Buenos Aires que en los 60 y 70 alcanza su máximo esplendor.

Los conventillos y las calles de empedrado, los farolitos en las plazas, los tranvías, los malévos y el antiguo arrabal canyengue fueron barridos por la modernidad y la locura urbana por calles de asfalto rotas, edificios, trenes, subtes, cientos de líneas de colectivos, fabricas, supermercados, etc. Y poblado de barrios pobres, villas de emergencia.

El tango no podía seguir expresando el viejo arrabal. Sin embargo el furor que produjo el tango clásico arrabalero y su gran popularidad en los años 30 y 40 hizo que la expresión poética, cultural y social de este viejo tango quedase cada vez más desfasada de la realidad social y cultural de Buenos Aires y sobre todo del GBA. Así entre 1955 y 1960 el tango entra en la peor crisis de su historia y su supervivencia es cuestionada, sobreviviendo hasta 1983 que comienza, tras la caída de la dictadura y el inicio de la nueva democracia (burguesa, incompleta, solo para ricos no para trabajadores) un resurgimiento que continúa hasta hoy y es la base del Nuevo Tango contemporáneo.

De la rebelión piazzolliana a la resistencia decenal del tango

Cuando en 1944 Piazzolla abandona la orquesta de Troilo, el único “loco” que creía que el tango debía cambiar era él. Todas la orquestas y músicos de tango seguían empeñados en los viejos ritmos, en reiterar la fórmula arrabalera tanto en lo instrumental como en la poesía. Aunque en los años 20 de Caro, Maffia, Laurentz, Vardaro, Ciriaco Ortíz, etc., reformaron y renovaron este género, la tendencia renovadora se estancó y la movida tanguera se hizo cada vez más conservadora. Nada debía cambiar. El tango estaba bien así ¿Para qué renovarlo? Piazzolla que nunca aceptó este mandato y sufrió el ostracismo y el castigo del establishment comenzó una gesta de revolución tanguera que ha sido hasta hoy la más importante revolución del tango en toda su historia. Troilo y Pugliese, Salgán, Francini, Pontier, etc., eran músicos y directores maravillosos y refrescaron la música ciudadana en aquellos años pero no lograron salir de los límites impuestos a esta música por los cultores del tradicionalismo. No obstante, sin ellos no hubiera sido posible ninguna transformación.

Piazzolla rompiendo los moldes y límites forzados de la cultura tango de 1950 llegó en 1955 con el Octeto Buenos Aires a subvertir esa música respetando la historia y la tradición de los músicos antes mencionados. Pero fue en 1960 luego de componer Adiós Nonino y tras formar el excelente Quinteto Nuevo Tango que provocó una verdadera revolución de la que ya hemos hablado mucho (y seguiremos hablando) en estas páginas.

Pero mientras el Nuevo Tango crecía y dejaba su infancia para convertirse con Libertango en 1974 en música adulta, multi-fusional e internacional, el tango clásico se iba alejando más y más de las masas y la juventud. El auge del rock, el pop, el folklore, la cumbia y otros ritmos lo empujaron a la más completa marginalidad. Una pieza de museo. Un objeto de culto. Así vibró aun con extraordinarios músicos como Baffa-Berlingieri, Juárez, Colangello, Plaza, Stazo-Libertella, Requena, Balcarce, etc., en un círculo cada vez más cerrado.

Sin embargo la caída de la dictadura abrió un nuevo camino para el tango y así como el rock nacional no solo se hizo masivo sino muy comercial, también el tango recuperó su vivacidad con el espectáculo Tango Argentino3 que recorrió el mundo con el tango, con músicos y bailarines de la jerarquía de Juan Carlos Copes y María Nieves y cantantes como Goyeneche, entre otros. 1983 abrió un nuevo cambio. Piazzolla se volvió más sinfónico y triunfó aclamado en todo el mundo. El tango había resucitado.

El tango pospiazzolliano

La muerte de Piazzolla en 1992 fue la desgracia más grande que sufrió el tango en esa época. A la que siguió la muerte de Goyeneche en 1994 un cantante revolucionario de la canción tanguera, un cantor distinto y con una mente muy abierta a la fusión con el rock. Y remató la desgracia la muerte de Pugliese en 1995, quien mantuvo la renovación tanguera en alto con un estilo muy particular y una música de excelente calidad compositiva y orquestal.

Otra vez el tango estaba desolado. Parecía el fin. Pero en 2000 surgieron dos fenómenos notorios: algunos músicos en Buenos Aires formaron conjuntos de tango con instrumentos electrónicos y en Europa surge Gotán Project, una banda de tango electrónico formada por el músico suizo Christoph H. Müller, el DJ francés Philippe Cohen Solal y el músico argentino Eduardo Makaroff. Con Gotán, llegando su influencia a Buenos Aires, renace el tango moderno, aparecen decenas de bandas: algunas electrónicas, otras de fusión, otras acústicas e incluso orquestas típicas pero con un estilo por completo aggiornado. Surgen la Fernandez Fierro, San Telmo Lounge, Narcotango, también el electrotango del maravilloso grupo Tanghetto y de la banda argentino-uruguaya Bajofondo lideraba por el inefable Santaolalla y posteriormente Astillero4 (2003) y ya en 2007 Ciudad Baigón5 y el tango volvió a ser una fiesta porteña pero ahora sin trajes negros y corbatas. Con pelos largos, tattoos, aros en varones, más mujeres en los conjuntos y orquestas, ropa psicodélica a veces y sonidos que a veces recuerdan a la mejor tradición del rock nacional: a Charly, a Spinetta, Lebón, Cerati, el Indio Solari, etc.

El tango resucita por segunda vez. Pero esta vez fue la definitiva.

El Nuevo Tango en el siglo XXI y en 2025

La profusión de grupos de tango con una diversidad notable de estilos y formatos -al punto de recrear verdaderos subgéneros- que engendró el nuevo siglo dio como resultado que en Buenos Aires el tango volviese a ser un protagonista de la cultura metropolitana. Aunque sin recuperar aquella masividad de los años 30 y 40 del siglo XX se convirtió ya no en un objeto de culto sino en un movimiento que empezó a recorrer los escenarios porteños, los de toda el AMBA y también el país. Pero no se detuvo allí sino que recorrió también los escenarios de Europa y EEUU. El movimiento tanguero del siglo XXI a diferencia del movimiento cultural y social del siglo XX se expresa en capas de clase media, juventud, sectores de cultura, universitarios, etc., mientras que la movida canyengue del 900 se dirige a las capas pobres de las orillas o suburbios y más tarde penetró con fuerza en el movimiento obrero y en sectores amplios de masas. Hoy ese rol está asignado a la cumbia, al cuarteto cordobés, al pop y a ciertas expresiones de rock más comerciales.

Julián Peralta (Astillero)

No obstante esta movida tanguera del nuevo milenio tiene como característica que desafía al establishment como lo hicieran Arolas, Filiberto, Villoldo, Cobián, Maglio, Greco y hasta Gardel en los años de 1910 a 1920. Sus rasgos comunes son la informalidad, la descontractura, las letras que enfrentan al sistema y que tienen contenido tanto poético como social, el feminismo expresado en el tipo de letras (la mina culpable de todos los males fue suplantada por la mujer empoderada), en la composición de los grupos y orquestas (en la orquestas típicas no había mujeres) y en la estética misma de esta cultura. Por supuesto el tango de hoy es inclusivo y cobija a sectores de la disidencia sexual como el movimiento del tango queer.

Tal profusión llevó a Michel Bolasell a escribir su libro “La revolución del tango. La nueva edad de oro” en 20106.

Hoy en 2025 amanece una nueva era para el tango, quizás sus luces se expresan todavía débilmente como una alborada al final de la madrugada, pero son señales claras de que el tango no sólo no ha muerto sino que apuesta a la renovación, a la transformación a una agudización de la dialéctica tradición/modernidad y estos sin lugar a dudas son signos promisorios.

Básicamente podemos ver tres tipos de fenómenos tangueros actuales: el tango piazzolliano reinterpretado en grupos diversos como entre otros Narcotango, Mistango, Quinteto Lumiere, Calle Piazzolla, el Octeto Nico Sorín y Escalandrum que aunque es un grupo de jazz liderado por Daniel “Pipi” Piazzolla, nieto de Astor, reinterpreta al maestro. El tango fusión acústico representado por Astillero, Ciudad Baigón, Orquesta Típica Di Pasquale, Cucuza Castiello, etc., y el tango electrónico como es el caso de Tanghetto y Gotán Project. Pero estos son unos pocos nombres, muy destacados sin duda, pero dentro de un amplio y creciente universo tanguero contemporáneo.

El tango ha atravesado, en sus 150 años de existencia, diferentes periodos y etapas. Las hubo de crecimiento, de esplendor, de decadencia, de resurgimiento y actualmente parece ser una de transformación hacia una música porteña pero cosmopolita, internacionalista, feminista, disidente, anti-sistémica y popular. El tango será todo eso o no será.

  1. Ernesto Ponzio, autor de El entrerriano -uno de los primeros tangos que se conoce partitura- y Rosendo Mendizabal -esclavo liberto- fueron dos de los músicos de la generación de los 80 del siglo XIX que formatearon ese prototango de esa época junto al Mulato Sinforoso, Arturo Hardgreaves, Gabino Ezeiza, el payador, Los Podestá, entre otros. ↩︎
  2. Estos tres arroyos actualmente fluyen intubados en forma subterránea hacia el Rio de la Plata o hacia el Riachuelo en el caso del Cildañez (parcialmente intubado) y son parte de la red cloacal urbana. Sobre ellos están las avenidas Ruiz Huidobro, la Avenida García del Río y la Avenida Comodoro Martín Rivadavia para el Medrano y Juan B. Justo para el Maldonado. ↩︎
  3. Tango Argentino fue un espectáculo coreográfico-musical de tango, creado y dirigido por Claudio Segovia y Héctor Orezzoli, con asesoramiento de Juan Carlos Copes, y coreografía diseñada por los propios bailarines que integraron los elencos. ↩︎
  4. Para más información ver la nota https://periodismodeizquierda.com/de-tal-palo-tal-astillero-la-tanguedad-del-siglo-xxi/
    ↩︎
  5. Ciudad Baigón es una orquesta típica moderna nacida en 2007, dirigida por Hernán Cabrera (piano) y con 13 artistas en escena, creadores de espectáculos de tango en vivo que recuperan la tradición de las orquestas de tango bajo una lectura actual, potente y de adrenalina. ↩︎
  6. La revolución del tango. La nueva edad de oro; Michel Bolasell, 2010; Buenos Aires. Ed. XX ↩︎
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