Alternativa Estatal CABA
Este 27 de junio es el día del trabajador estatal en todo el mundo. En Argentina no hay nada para celebrar. Salarios a la baja, despidos, cierres de organismo, un DNU y una ley retrógrada que van contra las condiciones de trabajo y una demonización constante hacia los trabajadores por parte del Milei y su gobierno. Mucho por luchar.
El 27 de año 1978, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aprobó convenios y recomendaciones que aseguraron a los trabajadores estatales de todo el mundo el derecho a sindicalizarse y a abogar por sus intereses mediante los convenios colectivos. Por este motivo en todo el mundo es el día del estatal. En nuestro país se celebra desde 2013 cuando se promulgó la Ley 26.876, en conmemoración de las convenciones laborales, en Argentina no hubo convenios colectivos generales en el Estado nacional hasta pasado los 90. La jornada se considera feriado para quienes se desempeñan en la administración pública nacional y en labores estatales. Hoy todos esos derechos están en juego.
Despidos y ajuste salarial
En la Argentina de Milei, el topo que quiere destruir el Estado desde adentro, los estatales somos uno de los blancos predilectos. Desde el 10 de diciembre venimos sufriendo un sin fin de ataques constantes. Más de 22 mil estatales fueron despedidos por este gobierno, unos 7 mil a fines de diciembre y unos 15 mil a fines de marzo. Según el presidente y su vocero, Manuel Adorni, aún faltan más para llegar al número de 70 mil que es la meta. Ambos presentan esto como un logro de la gestión libertaria.
Otro de los ataques es el bolsillo. Desde que asumió Milei en diciembre hasta hoy la inflación fue del 82%. En paralelo la paritaria de los estatales en ese mismo periodo fue del 45% (16 en enero, 12 en febrero, 8 en marzo y 9 para el bimestre abril – mayo). Una pérdida consolidada del 40% en el primer semestre del gobierno. Según el último dato del INDEC, una familia necesitó $ 851.315 en mayo para no caer bajo la línea de pobreza. La Junta Interna de ATE-INDEC informó que el ingreso de un trabajador de la administración pública nacional debería ser como mínimo de $ 1.309.303 al mes de junio.
Ataque ideológico y achicamiento del Estado
El Gobierno levanta constantemente la premisa de que el Estado es el lugar del empleo militante. Por esa vía lleva adelante los despidos y avanza en la destrucción de organismos que tienen años y que fueron creados por ley, como el INCAA, el INADI o la agencia Télam, o que son fruto de la lucha en las calles contra los distintos gobiernos ante un flagelo social creciente, como fue la creación del Ministerio de Mujeres, Género y Diversidad o la Agencia Nacional de Discapacidad. Buscan eliminarlo definitivamente o reducirlos a la máxima expresión.
El DNU 70/23 y la Ley Bases son las herramientas para llevarse a los trabajadores del Estado puestos. Aunque ninguna de las dos está aprobada definitivamente, el gobierno avanza con fusionar organismos o eliminarlos, desfinanciar áreas como la ciencia y la técnica, la salud, la educación, la cultura y atacar la estabilidad laboral con contrataciones cada 3 meses. Con la aprobación final de estás el golpe será mucho peor porque irán contra el régimen de licencias, contra la actividad política en los sectores de trabajo y buscarán disciplinar la protesta.
Milei se monta sobre un proyecto, el “progresista” que resulta utópico: un Estado de bienestar dirigido por los capitalistas que no resolvió los problemas de fondo y que permitió que crecieran engendros como el actual presidente. Sin embargo, “el topo” vocifera con destruir el Estado, pero en paralelo lo fortalece a más no poder. El aparato represivo está reforzado y creciendo para reprimir a quienes reclaman o alzan la voz. Nosotros peleamos por un Estado dirigido por la clase trabajadora al servicio de los intereses de las mayorías que solucione los problemas estructurales y esté inmerso en un proyecto no solo de país sino a nivel internacional.
Mucho por luchar
Sabemos que nada de lo que hizo el Gobierno pasa sin complicidades políticas y sindicales. Tanto los dialoguistas del PRO y los radicales como sectores del peronismo permiten que esto suceda.
Por su parte la CGT que no se opone fuertemente a este gobierno y en el Estado en particularmente UPCN que, como confesó su titular Andrés Rodríguez, negociaron la Ley Bases, no representa las necesidades de los trabajadores sino que cuidan sus intereses, que no son los nuestros. Por otro lado ATE sigue enredado en sus propias internas, huérfano de un proyecto político y en crisis realiza acciones que no son las necesarias para revertir esta situación.
No enfrentar a fondo a este gobierno o estar débiles para hacerlo, muestra que existe una confianza en que un gobierno de signo político distinto pueda cambiar las cosas y revertir esos problemas. Es ponerle un mayor peso a las contiendas electorales que a la pelea en las calles. Esa confianza tiene un límite estratégico: confiar en gobiernos que no resolvieron ningún problema estructural le abrieron la puerta a la llegada de personajes como Milei producto del descontento, la desconfianza y el alejamiento de un sector de la sociedad.
Desde Alternativa Estatal saludamos a todxs lxs trabajadorxs en su día y los invitamos a la lucha por la defensa de los puestos de trabajo, el salario y nuestras condiciones de laburo ahora y en las calles. A organizarnos para presionar a las conducciones a ir a fondo en esta pelea o desbordarlos y tomar el destino de esta contienda en nuestras manos para pelear por un Estado que esté al servicio de los intereses de nuestra clase, la clase trabajadora.