Hace unas horas se terminó de desarrollar el acto por el Día de la militancia. La jornada convocada por el propio Alberto Fernández después de las elecciones del domingo pasado, fue apoyada por quienes la habían incitado en primera instancia: la CGT, movimientos sociales oficialistas, La Cámpora e intendentes de la Provincia de Buenos Aires.
La Plaza de Mayo, cerca de las 17:00hs, recibió al único orador que tuvo la actividad. El presidente, por segunda vez, dio un discurso público después de los resultados electorales y, como el domingo pasado, volvió a insistir con que “el triunfo no es vencer, sino nunca darse por vencido”. Este aire triunfalista del Frente de Todos sólo se entiende porque lograron surfear las elecciones generales sin una catástrofe que les genere más rencillas de las ya conocidas dentro de la propia coalición oficial.
También advirtió que “Hoy es un día oportuno para que demos inicio a la segunda etapa de nuestro Gobierno”. Una segunda etapa que, tomando las propias palabras del primer mandatario, buscará fortalecer la relación de los partidos del régimen para terminar de cerrar con el FMI un nuevo acuerdo de Facilidades Extendidas. El Programa económico plurianual de desarrollo sustentable, es la síntesis de este acuerdo que se buscará sellar en el Congreso y ya cuenta con el apoyo de algunas alas de Juntos por el Cambio.
Además, Alberto agregó que “Hoy lo que estamos festejando acá es que la militancia le fue a levantar los brazos al que estaba desanimado, a convencer de que todavía queda tiempo para que la Argentina se ponga de pie”. Un cinismo notable. De concretarse el acuerdo arriba mencionado el futuro de Argentina va a estar atado a la sumisión del imperialismo. Una sumisión que, por orden del Fondo, va a solicitar mayor ajuste y un programa de reformas (laboral, jubilatoria e impositiva). Más que ponernos de pie, es terminar arrodillados para pagar una deuda ilegítima y fraudulenta que contrajo el macrismo.
La demostración de unidad que se buscó dar de parte del oficialismo, quedó corta. A pesar de la participación de los sectores mencionados, cada uno lo hizo en cuotas distintas mostrando algún pase de factura por los resultados electorales y las diferencias internas que persisten en la coalición. En este sentido las más convocantes fueron las organizaciones sociales, las llamadas “cayetanos” y el sector de Daer que integra la CGT. Por otra parte, La Cámpora no ingresó a la plaza hasta después de terminado el discurso de Alberto. Acción que fue excusada por su dirigente, Máximo Kirchner, al decir que no lograron llegar por la cantidad de concurrentes. Este escenario dentro del peronismo, de disputas internas, se sintetizó en una frase lanzada por el presidente que, en vías al 2023, se pronunció a favor de que existan internas.