Durante el desarrollo de una entrevista que le realizó el portal de El País de España a Kistalina Georgieva, la número uno del Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó varias afirmaciones sobre la situación entre la institución imperialista con Argentina en el marco de la discusión sobre el nuevo programa de “facilidades extendidas” que aspiran a alcanzar el presidente y el ministro de economía.
Producto del préstamo más grande que otorgó en la historia el Fondo y debido a la endeble situación económica que registra el país que conduce Alberto Fernández, tras las dos visitas de monitoreo que se realizaron Georgieva declaró “Trabajamos de forma constructiva con Argentina: hemos hecho dos visitas a Buenos Aires, y acabamos de recibir a un equipo en Washington. Nuestro compromiso continuará tanto tiempo como sea necesario para que Argentina tenga claridad sobre sus objetivos de medio plazo: queremos trabajar juntos”. La sentencia que muestra el tiempo indeterminado que piensa el FMI quedarse en Argentina, refleja sus ansias de recuperar dólar por dólar de los U$S 44.000 millones desembolsados para el préstamo Stand By que el macrismo solicitó. Trabajar juntos para la “compañera”, nombre que le colocó el equipo económico de Alberto, no significa más que orientar todos los recursos del país para pagar una deuda de carácter ilegítimo y fraudulento como lo indicó el ex funcionario del FMI, Mauricio Claver-Carone.
Lo más significativo y contradictorio de las declaraciones de Georgieva, estriban en el análisis que hace de la situación de los países más damnificados por la pandemia del Covid-19. Como todos saben la funcionaria declaró que “la pandemia no ha terminado“, por lo que incitó a “mantener los programas económicos de emergencia“. Sin embargo, en sus alabanzas al gobierno del FdT omite que éste canceló hace tiempo el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), con el que tan sólo se destinó un poco más de $3.000 por mes (se pagaron tres IFE de $10.000 desde marzo), cuando la canasta básica que calcula el INDEC llegó a los $51.775. No hay nuevos programas pensados y las partidas especiales destinadas para salud fueron canceladas en el Presupuesto 2021, una ley que el propio Fondo monitoreó hasta en los detalles menores. Para rematar cabe mencionar la última reforma previsional que está en marcha en el Congreso, una medida festejada por la directora del Fondo.
Pronósticos poco alentadores
Por otro lado, en la exposición que llevó a cabo en el Council of the Americas, Georgieva vaticinó cuál es el tipo de recuperación económica que espera de la región. Aquí explicó lo desigual y duradero que va a ser tal proceso vaticinando una recuperación en forma de k, donde “Una parte se recupera y lo hace bien, y la otra cae aún más”. Este pronóstico lo sostiene a partir de evaluar que “América Latina fue duramente golpeada en una crisis como ninguna otra. Lo que generó la pandemia de Covid-19 es la primera crisis verdaderamente global, que combina una crisis sanitaria con una económica”. A pesar de esto el Fondo bueno no existe, su imperativo lo hace actuar como lo que es, una institución de expoliación de los países pobres a los que los somete en una nueva forma de coloniaje. De ahí que, a pesar de la grave situación, el FMI reclama la aplicación de reformas estructurales de carácter laboral, previsional e impositiva, profundizando una política de ajuste en la región que como resultado provoca el empobrecimiento en masas de los países latinoamericanos.