El primer destino de la gira del presidente fue Portugal. En Lisboa fue recibido por el primer ministro Antonio Luis Santos da Costa, con quien mantuvo conversaciones acerca de la deuda de Argentina con el FMI, luego realizaron una declaración conjunta.
Por su parte, el ministro de economía Martin Guzmán realiza una agenda paralela al presidente en esta gira europea. En Portugal se reunió con el ministro de Estado de Finanzas, Joao Leao y con el secretario de Estado de Finanzas, Joao Nuno Mendes, con el objetivo de sumar apoyo con respecto a las negociaciones con el FMI y el Club de París.
Ambos presidentes coinciden en el método de negociación con respecto al pago de la deuda y el presidente Costa dijo: “Argentina tiene el apoyo de Portugal en la negociación con el FMI e intentaremos ‘sensibilizar’ al organismo”, en una suerte de tratar de apelar a la buena voluntad de este organismo internacional que genera sus ganancias por las miserias de los países, o sea, estamos a su merced.
Recordemos que Portugal en el año 2010 firmó un acuerdo con la “troika”, compuesta por el FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, por un monto de 78 mil millones de euros para no llevar al país a la “bancarrota”. Para el año siguiente, ya se había logrado un acuerdo de “facilidades extendidas” para saldar la deuda con el organismo, medida que iba acompañada de un fuerte ajuste de salarios, despidos masivos, suspensión del aguinaldo y demás retrocesos en materia de derechos para los trabajadores. Ninguna novedad en la receta que el FMI y los grandes grupos concentrados de la economía aplican para cobrar sus deudas. Por más que ofrezcan más plazos, no cambia el destino de la clase trabajadora que es sometida a un menor poder adquisitivo.
Recién en el año 2018 el gobierno de Costa terminó de pagar la deuda con el Fondo Monetario, luego de casi una década de sumir a la población a planes de austeridad para cumplir con los pagos, llegando a tener casi un 30% de pobreza.
Alberto ha declarado que espera llegar a un acuerdo con el FMI con una receta similar a la que aplicó Portugal y que le parece muy importante que los países europeos apoyen a Argentina con el programa que se tiene con el Fondo Monetario, “se busca pagar la deuda sin comprometer los intereses de los argentinos” dijo el día de hoy.
Más de lo mismo
Si bien en lo discursivo el gobierno intenta hacer creer que la prioridad es el bolsillo de los argentinos, la realidad dista de estos dichos. El mismo presidente espera tener un acuerdo de facilidades extendidas como lo tuvo Portugal, pero hemos visto que ese plan no trajo más que miseria para el pueblo y riqueza para los de siempre.
Si lo que realmente le preocupa a Fernández es el bolsillo y la calidad de vida de los argentinos, desconocería la deuda o al menos se la haría pagar a quienes la generaron y no al pueblo trabajador que de los u$s44.000 millones no vio ni un peso. La deuda contraída por el macrismo no está siendo investigada ni tampoco está la intención de que no se pague con ajuste para los de abajo.
Lo mismo sucede con respecto al tema de las vacunas y Covid-19. Los dos jefes de Estado coincidieron en que es necesario que las vacunas sean un bien global y que la salud es una prioridad.
Reiteramos, si una de las más grandes preocupaciones del presidente argentino es la salud de la población ¿por qué el personal de salud sigue cobrando sueldos de miseria? ¿por qué no se declara de utilidad pública el laboratorio de Sigman, en donde se encuentran las vacunas? Mucho discurso, pero pocas políticas que realmente ayuden a enfrentar la pandemia y la crisis económica.
El presidente continúa su gira por Europa dirigiéndose hacia España, donde ya mantuvo reuniones con el presidente Sánchez, buscando apoyo para el mismo plan. Luego seguirá hacia Francia e Italia, donde se reunirá con el papa Francisco. En estos países intentará seguir negociando, sobre todo la deuda de 2.100 millones de dólares con el Club de París, la cual vence en el mes de junio.