Este artículo fue publicado originalmente en el número de septiembre de la revista impresa mensual Alternativa Socialista.
Recientemente la DAIA promovió un juicio contra Alejandro Bodart acusándolo de antisemitismo, discriminación y odio hacia el pueblo judío. Nuestro compañero fue absuelto y el sionismo no logró su objetivo; una condena que actuara como precedente para intentar acallar todas las voces que denuncian el accionar genocida del Estado de Israel contra el pueblo palestino. En este juicio, de un grupo importante de testigos presentados por la defensa de María del Carmen Verdú e Ismael Jalil, finalmente declararon Adolfo Pérez Esquivel, Norman Briski, Myriam Bregman, Luis Zamora, María Rachid, Romina Del Pla, Juan Carlos Capurro, Claudio Katz, Hernán Camarero, Jorge Altamira, Laura Alche Vda de Ginsberg, Guillermo Pacagnini, Lita Alberstein, Tamara Migelson y Gabriel Sivinian. Todas sus intervenciones pueden verse completas en los sitios web de la LIS y de Periodismo de Izquierda. En esta edición, estamos compartiendo parte de la exposición en el juicio de Sivinian, quien es profesor y coordinador de la Cátedra Libre de Estudios Palestinos. Con respuestas muy útiles para esclarecer el debate.
Defensa: En el año 2022 y en el contexto del asesinato por parte de las fuerzas israelíes de una periodista de la red Al Jazeera, Bodart escribió un tweet el día 11 de mayo que dice: “Esto es el sionismo, un ataque constante al pueblo palestino. Esta vez asesinaron a una periodista, pero no habrá sanciones, ni bloqueos, ni declaraciones de repudio de los supuestos ‘defensores de la libertad’ porque son cómplices de la masacre que perpetúa Israel ‘sionistas = nazis’”. ¿Encuentra ahí alguna manifestación de odio? ¿Alguna
manifestación antisemita? ¿Alguna manifestación que vulnere la dignidad del pueblo judío?
GS: No, iba a hacer referencia justamente a eso, porque la cuestión del antisemitismo es sumamente debatida. Soy conocedor de que en el mes de junio del 2020 la Cancillería argentina -el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto-, a través de la Resolución 11.420, adoptó
la definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para la Rememoración del Holocausto. Pero ésta no es la única normativa o el único documento o declaración que refiere a las cuestiones relativas al antisemitismo. No solamente que no es la única, sino que por otra parte está en tela de juicio. Y está en tela de juicio no por su cuerpo principal, por su definición, sino porque los ejemplos que utiliza para conceptualizar cualquier expresión como antisemita, de los once ejemplos que pone, siete refieren al Estado de Israel, estableciendo una sinonimia que es cerrada entre sionismo y judaísmo, que por otra parte se expande hacia otras categorías como israelí y semita.
(…) Cuando hablamos en el ámbito público, en los formatos de clase, [buscamos] deconstruir esta falsa sinonimia: no es lo mismo ser judío, que ser sionista, que ser semita, que ser israelí. Son categorías que remiten a una conceptualización diversa. El judaísmo es básicamente una religión que, por supuesto, a partir de que fue practicada en forma comunitaria se han desarrollado distintos elementos
étnicos comunes en términos culturales, lingüísticos, que hacen a la cultura material e inmaterial. Entonces podemos hablar de que el judaísmo es una religión, y también se puede definir en términos étnicos. Étnicamente es diverso porque no es lo mismo las comunidades judías que practicaban el judaísmo de la Europa del Este, que aquellas que están en África del Norte, o aquellas que vivían en el seno del llamado mundo árabe o persa y demás…O sea que es multicultural, metalingüístico. Pero también hay quienes definen el judaísmo como una nacionalidad, de hecho, el movimiento sionista define que hay una nación judía, y hay quienes definen al judaísmo desde la perspectiva biológica. O sea que la referencia al judaísmo es variada, y estoy seguro de que si uno le pregunta a distintas personas de
esa comunidad cómo definen al judaísmo probablemente lo hagan de manera diversa. Ahora, eso nunca puede implicar una sinonimia con un movimiento político, se defina como se defina, en términos religiosos, en términos étnicos, culturales, biológicos, o una conjunción de todos estos elementos. Nunca ser judío es equivalente a ser sionista.
Ser sionista remite a un movimiento político, una ideología que es relativamente reciente en la historia de la humanidad (surge orgánicamente a fines del siglo XIX), se puede ser judío y no ser sionista, se puede ser sionista y no ser judío. Entonces por establecer esas sinonimias entre judaísmo y sionismo, que es lo que hace a través de sus ejemplos, es que nosotros interpretamos que la definición de la Alianza Internacional para Rememoración del Holocausto es, cuanto menos, algo criticable.
D: A partir de esta explicación, ese tweet que yo le leí producido por Bodart el día 15, ¿usted considera que ahí hay algún rasgo de antisemitismo o algún tipo de vulneración de la dignidad de la comunidad judía?
GS: No, desde ya que no. Inclusive la cuestión del semitismo también es debatible porque la categoría de semita es una categoría que si bien remite a los pueblos de la antigüedad, de la región de la media luna, de las tierras fértiles y demás, fue resignificada en el lenguaje político moderno. En realidad se utiliza nuevamente la palabra semita en el marco del desarrollo de la filología alemana y luego europea de fines del siglo XVII y durante todo el siglo XIX con un criterio racista, por eso nosotros también establecemos esa diferenciación
respecto a la categoría semita.
(…) El semitismo, la categoría de semita en el en el siglo XIX surge en el marco de una filología racista, eurocéntrica, a través de la cual se pretendía calificar a los pueblos en función del desarrollo de su lenguaje, demostrando que aquellos pueblos que tenían lenguas más avanzadas (esto es, las indoeuropeas) eran pueblos más civilizados, porque daban cuenta de una posibilidad de expresión y de cualidades
intelectuales más importantes, y los pueblos semitas eran pueblos atrasados porque su lenguaje era bárbaro, era inculto, era incompleto y denotaba su escaso desarrollo intelectual. En ese contexto a las comunidades judías europeas los racistas los califican de semitas, siendo que no hablaban lenguas semitas porque en realidad formaban parte del Idishland, eran los judíos de Europa del Este y de Europa Central que no tenían un lenguaje semítico, y que sin embargo fueron calificados de esa manera. Entonces nosotros, inclusive si bien sabemos que hace al uso público, en realidad preferimos hablar de antijudaísmo, por supuesto denostable, a aquel que tenga una animadversión hacia la comunidad judía, hacia la persona, hacia sus instituciones. Dicho esto, objetando esa terminología, pero bueno sabemos que también hablamos en la sociedad, que hablamos para hacernos entender y que no siempre se puede estar ante estas disquisiciones, no encuentro ninguna posibilidad de que una crítica a un Estado, en este caso el Estado de Israel, pueda denotar o pueda derivar en una
crítica o en una animadversión hacia personas o comunidad alguna.
D: El otro tweet por el cual se lo trae al señor Bodart es de fecha 15 de mayo del 2022 y dice “74 años de la catástrofe que vive el pueblo palestino a manos del Estado racista y genocida de Israel. La llave, símbolo de sus casas y tierras robadas está presente en cada lucha. Por una Palestina laica y democrática del río al mar”. ¿Hay aquí algo de eso? ¿Es racista? ¿Es segregacionista? ¿Es discriminador? ¿Vulnera a la comunidad judía en general de la Argentina, en especial de Israel inclusive? ¿Es antisemita esto?
GS: La acusación de genocidio, y la posibilidad de perpetrar un genocidio es básicamente una potestad de un Estado. Los que cometen, los que perpetran un genocidio son los Estados. Yo creo que ahí el señor Bodart se estaba refiriendo claramente al Estado de Israel. Insisto, no se puede confundir una entidad jurídico política con una comunidad.
¿No? Eso creo que es básico. Me gustaría contar una referencia personal, yo soy nieto de cuatro abuelos armenios sobrevivientes del genocidio. Los nombro en su honor: Agop Sivinian abuelo paterno, Rosa Semergian abuela paterna, Agop Seitunsian abuelo materno y María Souquiasian abuela materna, sobreviviente del genocidio armenio que seguramente todos quienes están en esta sala conocen o probablemente la mayoría. Siempre tuve muy en claro, desde mi primera socialización por una cuestión vivencial y luego ya en la
socialización secundaria por la formación y por la convicción ideológica, que una cosa es un Estado, el Estado turco genocida, y otra cosa es un pueblo. Nosotros nunca hemos sido criados en una animadversión y odio hacia el pueblo turco, lo tengo muy claro eso desde mi propia socialización primaria.
D: ¿Usted interpretaría que proponer la destrucción del Estado de Israel para ser sustituído por un Estado único, laico, independiente,
democrático, socialista, del río al mar, equivale a decir que quien dice eso está proponiendo exterminar, eliminar a toda la población que vive dentro de lo que hoy se llama el Estado de Israel/Palestina ocupada?
GS: Eso es forzar las argumentaciones hasta el absurdo, porque quienes nos hemos formado en el ámbito de las ciencias sociales y quienes por otra parte conocemos la trayectoria de dirigentes como Bodart, y sobre todo de la corriente política de la cual forma parte, y por otra parte conocemos la cuestión de Palestina, interpretamos cabalmente cuál es el sentido de sus palabras. Bodart pertenece a una agrupación, a un movimiento político marxista, que aboga por la destrucción de los Estados clasistas porque están al servicio de la dominación, de la opresión, de la expoliación. Entonces se habla de la destrucción de los Estados para construir nuevas relaciones sociales, se concibe al Estado como un elemento de la dominación de clase, entonces reformular las relaciones sociales también implica establecer nuevas formas jurídico políticas. Así que yo conceptualizo esas palabras desde ese lugar. Y por otra parte, en términos de la cuestión de Palestina, lamentablemente considero que estamos lejos de una solución y me preocupan (creo que como a todos aquí) los acontecimientos en curso. Entre las distintas corrientes de los distintos pueblos que habitan en el territorio de la Palestina histórica, tanto el pueblo israelí como el pueblo palestino, se abogan por distintas formas de solución. Una de ellas es justamente un Estado único en igualdad de derechos civiles y políticos para todos aquellos que habitan el suelo, sean israelíes o palestinos. Considero que ese programa de una Palestina única, laica, democrática para todos sus ciudadanos puede contenerse en las palabras que ha dicho Bodart. Así que, volviendo al punto, me parece que es forzar la argumentación.
D: Profesor, usted dijo recién que conoce la línea de pensamiento de Bodart y que conoce la causa Palestina. Pongámonos en el lugar del que no conoce a Bodart ni conoce en profundidad la causa Palestina, ¿supone usted que frente a una formulación completa como es ésta
que le venimos leyendo, esa persona va a salir en forma injustificada a generar un hecho de violencia contra alguien de la comunidad judía?
GS: No, yo creo que no, yo creo que ninguna persona puede llegar a actos de esas características por leer un tweet o por alguna opinión de algún dirigente, máxime si no es dirigente de su movimiento y lo desconoce, no creo que eso pueda tener esa consecuencia bajo ningún punto de vista. Así que en ese sentido, si usted me pregunta por los efectos prácticos de un tweet, de alguien que pueda
malinterpretar un tweet, yo creo que el riesgo es inexistente. De todas maneras, nuestra tarea es justamente como Cátedra Libre esclarecer dentro de nuestras posibilidades sobre el uso de estos términos y sobre las formas de expresarnos en términos de la cuestión de Palestina, porque como es una situación sumamente controversial, aplicar los términos adecuados es muy importante. Por eso planteaba que la propia definición de la Alianza Internacional para Rememoración del Holocausto puede prestarse a ese tipo de malinterpretaciones, no así la declaración de Jerusalén.
D: Quería preguntarle: ¿Usted hizo alguna presentación o formó parte de alguna presentación que se haya hecho con anterioridad a este caso, con anterioridad a esta denuncia donde usted manifiesta (usted o las personas o el grupo que usted representa manifiestan) su disconformidad y advierten sobre las consecuencias de adoptar esa definición? Esa es la primera pregunta, y la segunda es: usted al principio dijo que no era la única que existía, y adelantó recién que se estaba refiriendo a la declaración de Jerusalén, ¿por qué
no nos ilustra y nos cuenta esas dos cosas?
GS: Bueno, en relación a la primera pregunta sí, efectivamente la Cátedra de Estudios Palestinos elaboró una declaración en julio, en junio de 2020, no recuerdo cuando la fechamos. La adopción de la declaración de la IRA fue en junio de 2020, así que fue inmediato. En el marco de nuestra tarea como Cátedra Libre nosotros tenemos tres ejes de trabajo, tres líneas de trabajo: la investigación académica que lleva la publicación de distintos trabajos, la docencia en el seno de la Casa de Estudios de la Facultad de Filosofía y Letras -y de de otras instituciones educativas a las cuales nos han invitado y nos invitan-, y también la tarea de divulgación de la producción de nuestros conocimientos. Entonces frente a esa definición y particularmente frente a los ejemplos que se ponían en esa declaración vimos necesaria la publicación de una declaración. Y no solamente eso, sino que vimos también necesario presentarnos en aquel momento ante el INADI, ante el Instituto Nacional contra la Discriminación el Racismo y la Xenofobia, por el uso que se podía hacer de esa declaración. La veíamos potencialmente peligrosa, porque si bien en una primera intención uno podía observar un interés manifiesto compartido por luchar en contra de la judeofobia, que es un interés genuino y que por otra parte debe llevarse adelante por todas las personas de bien, veíamos que se podía utilizar esa declaración -en función de los ejemplos que se ponían- para cercenar la libertad de pensamiento, la libertad de expresión, la libertad de acción, e incluso hasta para discriminar a un colectivo que tiene que ver con la solidaridad con el pueblo palestino que aquí en Argentina existe. Entonces atendiendo a eso elaboramos una declaración que pusimos a disposición públicamente y
solicitamos una entrevista con la que por esos tiempos era la interventora del INADI, Victoria Donda, que nos fue concedida.
Lamentablemente no nos faltó razón, porque consideramos que era potencialmente peligroso que, detrás de un interés loable y que acompañamos, se pudiera utilizar ese texto en función de cercenar la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de acción, inclusive generar actos discriminatorios.
Luego hay otra declaración de marzo del 2021, que es la declaración de Jerusalén -que fue conformada por un conjunto muy importante de académicos especialistas en historia del Holocausto, en historia judía, en historia del llamado Oriente próximo-, que es diferente en términos de su conceptualización y que establece un elemento que considero que es sumamente útil para poder interpretar los dichos del señor Alejandro Bodart. Allí se plantea; más allá de la descripción de lo que es antisemitismo, lo que no es y distintas variedades; fundamentalmente analizar el contexto de enunciación, no en estos términos, no estoy diciendo literal: quién habla, en qué contexto lo hace, cuál es su trayectoria, porque eso es sustancialmente distinto.
Las palabras, los discursos, las narrativas dichas por unos u otros pueden tener connotaciones absolutamente distintas. Si quien está hablando es un dirigente comprometido con cuanta causa por los Derechos Humanos existe, si pertenece a un movimiento que se expresa continuamente en favor de los desposeídos, de los más débiles, de los oprimidos en una sociedad por supuesto que el discurso tiene una
connotación distinta si quien lo hace es un racista, xenófobo, supremacista o indiferente o quién fuese. El mismo discurso tendrá otra connotación y eso está contemplado en la declaración de Jerusalén. Por eso es que, más allá del contenido específico, es una declaración superadora para el fin que persigue, que es justamente evitar cualquier forma de discriminación hacia la comunidad judía.
D: Bueno, Sivinan, ya para completar el interrogatorio de la defensa y para no dejar afuera otro espacio posible de pregunta que pueda tener, el último tweet del día 20 de mayo del 2022 del mismo señor Bodart decía: “El pueblo palestino resiste. Apoyar su heroica lucha es también desnudar las mentiras del sionismo, el imperialismo y sus voceros. Los ataques a quienes defendemos la causa Palestina no nos silencian, nos confirman que estamos en lo correcto: el Estado de Israel es genocida”, ¿está en la misma sintonía que los anteriores que leí, encuentra alguna diferencia?
GS: En relación a eso solamente hizo falta que transcurriera el tiempo: hoy el Estado de Israel está siendo investigado ante la Corte Internacional de Justicia por denuncia de la República de Sudáfrica. Porque los actos que está desarrollando con posterioridad a la ofensiva y a los crímenes que cometió HAMAS el día 7 de octubre (los crímenes de guerra provocados por esa milicia, la resistencia armada) la respuesta del Estado de Israel está siendo analizada y estudiada por la Corte Internacional de Justicia -que es un órgano principal de las Naciones Unidas- que ha abierto una investigación porque ha considerado que es plausible que el Estado de Israel esté cometiendo los actos que configuran un genocidio. Esto es: las matanzas a los miembros del grupo, en este caso un grupo nacional, las lesiones graves a la integridad física y emocional de los miembros, el sometimiento a condiciones que acarreen su imposibilidad de sobrevivencia con la intencionalidad de destruir total o parcialmente ese grupo. Eso está siendo investigado por la Corte Internacional de Justicia hoy, el Estado de Israel está en el banquillo de los acusados, además hay muchos otros elementos. Simplemente cito el informe de la Relatora Especial de las Naciones Unidas para los territorios palestinos ocupados del año 1967, Francesca Albanese, que ha elaborado un informe denominado “anatomía de un genocidio”. También hay una funcionaria de Naciones Unidas que depende del Consejo de Derechos Humanos que está hablando en estos términos, además hay presentaciones de la Corte Penal Internacional ante los funcionarios del Estado israelí que también versan en esa misma dirección y que también son acusados por genocidio. Bueno además de
que la propia comunidad Palestina muy tempranamente, la comunidad de la Universidad de Birzeitt -que es la universidad más importante de la Cisjordania ocupada-, el 23 de octubre planteaba que el resto de la comunidad educativa mundial y particularmente la universitaria no podía quedarse silenciada porque sería cómplice de un genocidio. O sea, la palabra genocidio lamentablemente, muy lamentablemente para el pueblo palestino, está asociada a estos últimos meses. Y no solamente a estos últimos meses: quienes estudiamos estas temáticas
sabemos que un genocidio no ocurre de un día para el otro, sino que remite a un proceso social que se despliega en el tiempo.