martes, 15 abril 2025 - 11:09

Desorden mundial. Trump, aranceles y la Argentina de Milei

Las medidas del presidente norteamericano impactaron a lo largo y ancho del mundo sin distinguir propios y extraños. 

Golpe a la mesa

El pasado miércoles, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, irrumpió en la política internacional con la colocación de aranceles bajo el argumento: “Nuestro país ha sido saqueado, pillado, violado, expoliado”.

El líder norteamericano continuó, sosteniendo: “Nuestro país ha sido estafado por naciones amigas y enemigas. Los trabajadores norteamericanos han visto cómo líderes extranjeros se llevaban nuestros trabajos, cerraban las empresas y destruían nuestro sueño americano. Nos han estafado por más de 50 años, pero eso ya no va a volver a pasar”.

Remató apuntando a una perspectiva donde “los déficits comerciales crónicos ya no solo son un problema económico, sino una emergencia nacional que amenaza nuestra seguridad y nuestro estilo de vida”.

Las declaraciones del magnate estadounidense reflejan el retroceso de un imperialismo que lleva años en decadencia. El sueño americano, que se vendió hace más de un siglo con el estandarte de la democracia liberal y una supuesta movilidad social bajo los fraguas del capitalismo, encontró sus límites, y el lema de “hacer América grande otra vez” es parte de esa frustración inconclusa.

Un informe del Bank of America sostiene que las nuevas generaciones son “sobreeducadas y subempleadas”, con desafíos en la inserción laboral y la pérdida del nivel de vida que se alejan de los ideales del frustrado sueño americano.

Resulta que la potencia del norte no pudo recuperarse de su propia “caída del muro” con la crisis de 2008. Desde entonces, el imperio fue desmoronándose ladrillo a ladrillo, y el nivel de vida americano no logró recomponerse. El capitalismo evidenció sus límites desde sus profundidades.

En paralelo, “Alrededor del 70% de las economías comercian más con China que con Estados Unidos, y más de la mitad de todas las economías ahora comercian el doble con China en comparación con Estados Unidos1.

Esto llevó a Trump a tomar medidas desesperadas para intentar maniobrar en soledad el timón del orden mundial. En este caso, con tributos aplicados sobre los bienes comerciales que se importan o exportan de un territorio: los aranceles. Estos no solo tienen un objetivo recaudatorio, sino profundamente político.

El impacto global

Los mismos serán del 34% para China y del 20% para la Unión Europea. Además de los gravámenes adicionales impuestos por Trump a principios de este año, así como durante su primer mandato. Como resultado, algunos productos chinos que entren en Estados Unidos podrían enfrentarse a un arancel del 79%.

Otros países recibieron aranceles del 10%, como Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras y El Salvador. Los aranceles llegan al 50%, siendo Lesoto el país más afectado. Otro de los países con un porcentaje impactantemente alto es Vietnam, donde se encuentran las principales fábricas de Nike, con aranceles del 46%.

Una de las revistas liberales más prestigiosas, The Economist, evaluó la medida sosteniendo que: “Donald Trump ha cometido el error económico más profundo, dañino e innecesario de la era moderna. Casi todo lo que dijo —sobre historia, economía y tecnicismos del comercio— fue una completa desilusión”. En su tapa, le cambiaron el título de “Día de la liberación” a “Día de la ruina”, y mostraron una ilustración del presidente estadounidense serruchando a su propia nación.

Los anuncios sobre los aranceles que se aplicarían entre el 5 y el 9 de abril causaron efectos violentos sobre las economías de todo el mundo. Los mercados bursátiles de casi todo el globo expresaron preocupación, con caídas en los principales indicadores de la bolsa. Países como Sudáfrica, Chile, Colombia, Brasil y Nueva Zelanda soportaron caídas de sus monedas de entre 2,5% y 3% solo el viernes.

El impacto también alcanzó a las commodities. El petróleo, por ejemplo, cayó un 7% y ya está prácticamente en su menor nivel desde la pandemia: USD 62 el barril. Y la soja cayó otro 3% ante las perspectivas de una menor demanda internacional. El banco de inversión JP Morgan subió la probabilidad de una recesión a nivel mundial del 40% al 60%. Asimismo, señala una importante desaceleración en el crecimiento del PIB y un aumento de la tasa de desempleo en la potencia del norte.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, restó importancia a la caída del mercado de valores, que perdió casi 6 billones de dólares en valor de las acciones de Estados Unidos la semana pasada, y dijo que no había “ninguna razón” para anticipar una recesión basada en los aranceles, citando un crecimiento del empleo en Estados Unidos más fuerte de lo esperado.

Además, sostuvo que más de 50 países habían iniciado negociaciones con Estados Unidos desde el anuncio del pasado miércoles, lo que coloca a Trump en una posición de poder.

Se sugiere que uno de los motivos del golpe que dio sobre el tablero el presidente estadounidense es el de forzar una disminución en las tasas de interés de la Reserva Federal.

Primeros sobresaltos en tierras argentinas

A nuestro país lo agarra en una situación particular de pérdida de reservas, en pos de sostener el dólar paralelo, y con un sinuoso acuerdo con el Fondo como estrategia central del gobierno para evitar los cimbronazos económicos.

Hace algunas semanas, el ministro de Economía, Luis Caputo, intentó dar señales positivas y calmar las aguas, pero el resultado no fue el esperado: subió el dólar, bajaron los bonos y creció el riesgo país.

Como si fuera poco, desde la propia vocería del FMI se contradijo la versión que el ministro explicaba horas antes en los medios. La situación de la arquitectura económica construida por el gobierno es grave. El Banco Central había informado el 2 de enero de este año que el valor de nuestras reservas era de 31.705 millones de dólares, y al pasado viernes informaron que ya solo quedaban 25.119 millones de dólares. Es decir, se perdieron más de 6 mil millones de dólares en poco más de 3 meses.

En ese contexto, Milei viajó de forma express a Estados Unidos intentando conseguir, aunque sea una foto con Trump, quien no lo recibió, pese a que recibió un “reconocimiento” en su propia residencia privada en Mar-a-Lago.

Un espejo muy distinto al anterior viaje del presidente argentino a la residencia de Florida, donde posó en fotos con Trump, Musk e incluso Sylvester Stallone. Resulta que, en tan pocos meses, no solo primaron más las urgencias de Estados Unidos, sino que la propia figura de Milei perdió peso por haber estado involucrada en escándalos recurrentes, desde el discurso en Davos, hasta la criptoestafa, pasando por entrevistas con periodistas ensobrados y represiones a jubilados.

En paralelo, los libertarios quieren vender como un logro que el arancel a Argentina sea solo del 10%, cuando es el monto común para la mayor parte de Latinoamérica.

En ese sentido, Argentina exportó poco más de USD 6.400 millones a Estados Unidos el año pasado. Esta nueva barrera de 10% representa un impacto de USD 630 millones.

Pero eso no es lo más preocupante, sino la propia fragilidad e incertidumbre de la economía argentina ante los vientos de cambio que se mueven por el mundo. La caída del precio de las commodities es un golpe central a la perspectiva económica que diagramó el gobierno con elementos como el RIGI, e incluso pone en duda la sostenibilidad de Vaca Muerta.

El riesgo país alcanzó este viernes los 925 puntos y los bonos en dólares también se demostraron afectados por la situación, en un marco de crisis que no parece detenerse en la proximidad.

Aún así, la mayor alarma son las declaraciones de Mauricio Claver Carone, que resaltó: “No queremos que un acuerdo con el FMI prolongue el swap que Argentina tiene con China. Si hacemos eso, nos estamos tirando un tiro en el pie”.

Este elemento tensará aún más las negociaciones por el acuerdo con el FMI, que es un factor clave para el gobierno, en una instancia que también lo confronta con China, segunda economía con la que más comerciamos, por encima de Estados Unidos, que se encuentra en la cuarta posición.

Sin conocer el desenlace, sí podemos afirmar que la magnitud de los efectos ocasionados por las medidas de Trump traerá más de un dolor de cabeza al gobierno de la motosierra.

1Lowy Institute  

Noticias Relacionadas