miércoles, 12 marzo 2025 - 17:37

Desde el EMVJ. Impulsar una Plaza masiva y unitaria contra Milei y la impunidad de ayer y hoy

Este 24 de marzo es más que una fecha del calendario de la memoria obrera y popular. Se da en el marco de un gobierno de ultraderecha y negacionista que, además de reivindicar a la dictadura, aplica un feroz ajuste y cercena los derechos democráticos y sociales.

Por eso no podemos responder igual que antes. Necesitamos que el 24 sea una fecha que marque continuidad con el 1F y el 8M, que canalice la bronca contra Milei, que potencie las luchas y reclamos obreros y de los barrios, de los jóvenes, las mujeres y la diversidad. Necesitamos golpear fuerte al facho y su coro de bufones que ocupan la Rosada y para ello se requiere una acción fuerte, masiva y unitaria. Y eso solamente lo podremos lograr desde un EMVJ que, desde su independencia política y organizativa, logre articular en base a una sistema de consignas correcto, una acción de unidad que garantice masividad y una señal clara a todos los que buscan un canal de expresión en las calles.

¿Por qué hay marchas separadas desde 2006?

Desde 1996 hasta 2006, el Encuentro Memoria Verdad y Justicia, articulaba en un solo espacio a la totalidad de organismos de derechos humanos junto a un amplio arco de organizaciones sociales, políticas y a la izquierda en su totalidad. Conformado para poner en pie la gran movilización que conmemoró el 20° aniversario del golpe, vertebró las marchas cada 24. Pero entre 2006 y 2007, hicieron eclosión fuertes disputas derivadas de la política de cooptación, de “cerrar heridas” y la amañada versión de la historia que desplegó el gobierno de los Kirchner. Por ello se retiraron los sectores conniventes con ese gobierno, luego agrupados en la “Mesa de organismos” dividiendo el espacio y las movilizaciones. El Encuentro mantuvo su carácter independiente del Estado y todos los gobiernos y de lucha. Y se transformó en un polo de referencia para organizar no solamente los 24M, sino para la pelea contra la impunidad de ayer y de hoy. Impulsando un programa que combina las banderas históricas con los reclamos actuales de la clase trabajadora y el pueblo, en nuestro país y también en el mundo. Por eso, desde 2006 cada 24M se alternan dos actos: uno convocado por esa Mesa de Organismos, cuya referencia política principal es el kirchnerismo, y otro por el Encuentro, que el CADHU y el MST en el FIT Unidad seguimos integrando junto a otras organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas.

A 49 años del golpe genocida de 1976, el gobierno actual está atacando duramente todos y cada uno de los derechos humanos, sociales y democráticos que conquistamos en décadas de lucha. Por eso están en debate diferentes propuestas para ver si este 24 es posible de nuevo un acto conjunto, tal como lo hicimos hasta 2006. El año pasado, desde el EMVJ, luego de fuertes debates con posiciones sectarias y oportunistas, planteamos una propuesta para lograr la unidad en la acción: que se lean dos documentos, uno por cada espacio, en un mismo acto, pero fue rechazada por la “Mesa”.

Los debates actuales en el Encuentro

En el Encuentro se abrió un fuerte debate sobre cómo encarar este 24. Una postura muy equivocada es la que levanta el PO, junto a otras pocas organizaciones muy menores. Para el mismo hay que mantener el criterio de hacer las acciones por separado, renunciando de antemano a todo planteo de unidad, como si Milei en el poder no implicara ningún cambio en el país. Los argumentos actualizan las tradicionales discusiones con los sectarios que renuncian a disputar la dirección y terminan, por defecto, en el campo del oportunismo.

Es equivocado el planteo de ignorar los cambios en la realidad que colocan con fuerza la necesidad de la unidad en la acción para darle un fuerte golpe a Milei. Porque si bien todo los gobiernos desde la dictadura hasta ahora han sido capitalistas, el actual significa un salto de calidad hacia la superexplotación, el saqueo y la represión. Se trata de un gobierno liberfacho, de ultraderecha. Y su plan es recortar mucho más esta cada vez más limitada democracia para ricos. Con el argumento que no se adecua a la caracterización de “fascismo”, ignoran no solamente los cambios de calidad que hay en el régimen político, sino el fuerte sentimiento antifacho, la energía desplegada el 1F y la necesidad y la posibilidad concreta de amplificarla logrando la mayor unidad en las calles el 24.

En el otro extremo, se han expresado posiciones también equivocadas: en el afán de la unidad a cualquier precio, terminar cediendo condicionamientos de la Mesa de organismos tradicionales, reflejando las posiciones y presiones del peronismo y sectores de la burocracia sindical. Si no se mantienen la independencia y el perfil del EMVJ y se diluye este espacio, se pierde el concepto de unidad en la diversidad y la movilización no se potencia. La postura que impulsamos desde el MST y el CADHU y terminó articulando con las demás fuerzas del FIT Unidad (excepto el PO) y logró un consenso claramente mayoritario en el Encuentro, fue la de explorar la mayor unidad en la acción, manteniendo la independencia política y organizativa del EMVJ. Propusimos que cada espacio marche con su columna y cabecera, convergiendo en Plaza de Mayo en un acto unitario, donde locutores neutrales lean un pliego de consignas elaboradas en común. Y que el Encuentro elabora su documento y programa propio, como todos los años, y se lea antes de iniciar la marcha desde Plaza Congreso, asimismo se difunda ampliamente mediante volantes y en redes. Es decir, aplicando el tradicional axioma adoptado por el marxismo de “golpear juntos y marchar separados”, las tácticas de unidad-diferenciación, aconsejadas tantas veces por Lenin y Trotsky.

Para el PO “la masividad que se busca conseguir es una oportunidad para diluir las diferencias… se busca silenciar al Encuentro… está en juego su independencia política…”. Falso, nada se diluye, porque el Encuentro va a marchar con sus banderas, difundir su documento y consignas propias. Y lo queestá en juego realmente, es que el EMVJ siga siendo un polo de referencia de convocatoria masiva, que siempre peleó por la unidad en la diversidad y levantó bien altas, las banderas que abandonaron los sectores ligados al PJ, que hoy acusan recibo de la crisis del peronismo y debe avenirse a discutir la posibilidad de un acto en común. Lo que está en juego es que el EMVJ intervenga en esa crisis, e impulse la mayor acción unitaria. Nada está asegurado de antemano. Pero, como decían las Madres en aquéllos años, perdemos seguro si abandonamos la pelea.

La otra disputa

Sabemos que es difícil, pero es posible. Desde el Encuentro hemos logrado una propuesta política y un formato organizativo que posibilita la unidad en la acción. Ahora la respuesta tiene que venir de la Mesa de organismos. El año pasado las presiones del peronismo hicieron naufragar la posibilidad de un acto unitario. Esta vez, desde el Encuentro, variamos la propuesta convencidos de la necesidad de propinarle un golpe mayor al liberfacho, en el camino de sacarlo a patadas. Está claro que el peronismo está ordenado por su crisis y su interna, que la salida que le propone al pueblo trabajador es esperar a las elecciones y no salir a la calle. Que los dirigentes de este espacio de organismos, se ubican en esta interna, que aplauden a Kicillof, junto a la burocracia que deja pasar los despidos. Por eso mantenemos bien alto el perfil, el programa y la independencia del Encuentro. Pero a la vez, queremos avanzar en derrotar a Milei y por ello seguiremos bregando por la movilización más unitaria y masiva, como fue posible cuando derrotamos el 2×1 de Macri, cuando reclamamos por Santiago Maldonado, cuando defendimos la universidad pública o el 1F. Si, lamentablemente, la Mesa cede nuevamente y rechaza la unidad, desde el Encuentro convocaremos a ganar las calles, contra Milei y sus cómplices, con las banderas de ayer y de hoy y marcharemos Plaza de Mayo y en todo el país. Contra el negacionismo, reafirmando que son 30.000 y fue genocidio. Reclamando la apertura de los archivos del 74 al 83. Exigiendo el juicio y castigo a todos los genocidas, con cárcel común, perpetua y efectiva. Contra el ajuste y la represión de Milei y los gobernadores.

Por la restitución de la identidad de todas las niñas y niños apropiados. Por la nulidad del protocolo de Bullrich, pero también la Ley Antiterrorista y las leyes de reiterancia y reincidencia. Estas y otras consignas contra Milei, los gobiernos capitalistas y la burocracia sindical, van a estar presentes.

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