domingo, 24 noviembre 2024 - 08:41

Derecha sobra. ¿Cómo fortalecer al Frente de Izquierda?

Pasaron las elecciones PASO y se vienen las generales, en una campaña corta e intensa, y con mucho en juego. El gobierno con la muy difícil tarea de intentar recuperarse, Juntos por el Cambio tratando de consolidar sus triunfos y el FIT Unidad defendiendo su ubicación y viendo cómo avanzar en lo que pueda. Pero el desafío de la izquierda anticapitalista y socialista va mucho más allá de una jornada electoral. Hay debates de política, estrategia y métodos de construcción que están en juego y necesitan hacerse a fondo. Dejamos nuestras opiniones. 

El golpazo electoral que recibió el gobierno desencadenó una fuerte crisis política que tuvo en vilo al gobierno y al régimen político durante varios días. Pudieron cerrar dicha crisis parcialmente, acordando un nuevo gabinete que reacomoda figuras por arriba pero no frena el descontento y la crisis por abajo. La llegada al gobierno de antiderechos, amigos de los agronegocios y responsable políticos de represiones de años atrás, genera más frustración en sectores de la base del Frente de Todos. Se ve a las claras que el peligro de la derecha no viene solo desde afuera, sino que gana peso por dentro del gobierno. 

Mientras tanto la oposición de derecha planifica como mantener en las generales el triunfo de las PASO. Con el límite de que sus resultados mostraron una consolidación de su espacio, pero no un crecimiento en votos. Es decir que no ganó terreno sobre nuevas franjas, entre otras cosas porque un amplio sector de la sociedad ya vio gobernar al macrismo y no quiere más de lo mismo. De ahí que el descontento con el gobierno actual se canaliza hacia otras variantes. 

Sobre la base de esta disputa de la falsa grieta, sobrevuela además el nuevo acuerdo con el FMI, que parte de convalidar una deuda millonaria ilegal e ilegítima, para generar un nuevo plan de ajuste y reordenamiento fiscal, con el agregado de los debates sobre reforma laboral y más precarización, resultantes concretos de un nuevo acuerdo con el Fondo y un reclamo de sectores burgueses que alientan entre otros, los Milei, Bullrich o Larreta, con la complicidad de la burocracia sindical pejotista en diversos gremios.  

El FIT Unidad hacia las elecciones de noviembre 

Como es sabido ampliamente, nuestro frente emergió de las PASO ubicado como tercera fuerza nacional superando el millón de votos, y con importantes votaciones en diversas provincias del país. Un resultado muy positivo, al que aportamos con fuerza desde las listas (R) Evolucionemos la izquierda que impulsamos desde el MST, con resultados cercanos al 30% de los votos globales de nuestro frente. Confirmando en los hechos que dónde no hay acuerdo se puede ir a internas y eso, lejos de debilitar, puede fortalecer a un frente incluso, atrayendo nuevos sectores. 

Con estos resultados, el Frente de Izquierda ingresa a estas elecciones generales con la posibilidad de consolidar su ubicación política, e incluso de poder avanzar aún más. En ese sentido es que tenemos el desafío de interpelar y convocar a miles de decepcionados con el gobierno, quienes en las PASO no votaron, o lo hicieron en blanco, a que está vez apoyen a la izquierda y castiguen positivamente. Lo mismo sucede con las listas de izquierda que no pasaron las PASO por el error de haberse negado a la unidad de la izquierda. A las y los votantes de esas listas las convocamos también a darle apoyo al Frente de Izquierda en las elecciones generales. Y a los dirigentes de partidos como el Nuevo MAS o Política Obrera los invitamos a que de una vez por todas terminen con esas visiones que lamentablemente dividen por priorizar las divergencias en vez de los acuerdos, impidiendo la posibilidad de una unidad mayor a futuro, propuesta unitaria que reiteramos. 

Por otra parte, la pelea que tenemos por delante contra distintos partidos capitalistas y que vamos a dar en común, pudiera darse mucho mejor desde el Frente de Izquierda, si no se hubieran tenido criterios hegemonistas expresados en un reglamento interno antidemocrático al cual nos opusimos desde un primer momento. Ya que, hacia las generales, en algunos distritos importantes cómo Buenos Aires, CABA o Jujuy, se deja por fuera de la primera rotación de un diputado que salga, a una de las dos listas, impidiéndole a miles de votantes sus derechos más elementales. O, como el caso de Provincia de Buenos Aires, alterando el orden real de cómo deberían ir los candidatos, obligando a que nuestra lista que deberían estar ubicaba en el 5° lugar, no pueda hacerlo, a causa del mismo reglamento que nos relega del lugar en donde nos pusieron miles de trabajadores y jóvenes. Pese a todo esto, por los buenos resultados obtenidos, el MST alcanza a ser parte de las 2° o 3° rotaciones que se logren en varios distritos como PBA y CABA y de la primer rotación en Mendoza. 

Más allá de ciertas cosas que debilitan, el Frente de Izquierda se encuentra ante una gran oportunidad. Y, desde el MST, con estos debates a cuesta, seremos parte de la pelea política que en unidad arranca estos días contra todos los partidos del sistema. Porque desde Jujuy hasta Santa Cruz seguiremos avanzando en desplegar una fuerte campaña, para que miles y miles sepan que solo la izquierda tiene la decisión política de tocar los intereses de los que más tienen y de romper con el FMI. Y lo vamos a hacer con toda nuestra militancia, manteniendo la idea central de que nuestro frente, en muchos y necesarios temas, avance y evolucione. Con esa decisión y fuerza, salimos a convocar ahora a miles y miles de trabajadoras, trabajadores y a la juventud, a que apoyen al Frente de Izquierda Unidad en las elecciones del 14 de noviembre, para que la izquierda salga fortalecida y con más representación política, de cara a todo lo que viene. 

Desafíos y dilemas tras noviembre 

Como decíamos al inicio de esta nota, nuestros desafíos no terminan con las elecciones, todo lo contrario. Después de las mismas se iniciará una nueva etapa en el país, muy posiblemente con una nueva derrota del gobierno, y seguramente, con un descontento social muy fuerte hacia un 2022 de ajuste y de FMI. De ahí que necesitamos abordar a fondo las tareas de la izquierda y sus actuales problemas y debilidades. 

Se vienen tiempos en los que, a tono con la crisis internacional, el fracaso de gobiernos y la polarización social y política que recorre el continente, puede haber nuevas convulsiones sociales, giros bruscos de la situación, crisis de aparatos, búsqueda por izquierda y más rupturas y descontento en la base social obrera y popular y en franjas de la juventud. 

Por eso es imprescindible debatir qué política tener frente a esa perspectiva, cómo hacemos para que el Frente de Izquierda aparezca convocando a miles, abriendo sus compuertas, poniendo nuestro programa anticapitalista y socialista a disposición de nuevos sectores que quieran venir. 

Como lo dijimos todos estos meses, somos el único sector político con la voluntad de tocar de verdad los intereses de los ricos y las grandes corporaciones. Y a la vez para poder hacerlo y no solo reclamarlo, necesitamos ser miles y miles organizados en nuestro frente, para tener una fuerza social poderosa, que no se haga sentir solo en elecciones, sino en cada pelea cotidiana, en gremios, barrios, universidades, escuelas, en el movimiento ambiental, feminista y disidente.  

Hará falta tras las elecciones que, más que nunca, abordemos este debate, rompiendo con el conformismo de lograr algunos diputados y nada más, despejando el horizonte de visiones sectarias que existen en el Frente de Izquierda, que ni se plantean la necesidad de incorporar nuevos sectores, cuando salta a la vista que el peso de la izquierda anticapitalista y socialista en nuestro país, es una base muy sólida para animarnos a conducir un gran y amplio movimiento político común, con corrientes organizadas, y con espacio y protagonismo para independientes, referentes sociales, agrupamientos que se acerquen a nuestro programa, aún con debates a profundizar. 

Los resultados de las elecciones generales, muy posiblemente reavivarán este debate político, que vamos a dar hasta el final. Volverán a colocar un problema de método de funcionamiento de nuestro frente; si queremos a futuro más unidad de la izquierda y más peso social y político, habrá que terminar con los pisos ajenos a la izquierda, los reglamentos antidemocráticos que tergiversan los resultados reales y las prácticas hegemonistas que cierran y achican al frente, en lugar de abrirlo y prepararse para tratar de incorporar a otros sectores. Queremos democratizar a fondo nuestro frente, esa es una tarea necesaria y urgente. 

El Frente de Izquierda tiene una gran responsabilidad y una oportunidad mayor. A condición de asumir que puede encabezar un gran polo político de izquierda, sin miedo a la diversidad de ideas y perfiles, con acuerdos y con matices, con visibilidad de todas las referencias, sin temor a que quienes se acerquen a futuro lo hagan sin la compresión total de nuestro programa, sino acercándose con acuerdos y también con sus propias dudas y debates. Solo una actitud ofensiva, abierta y convocante de nuestro frente, puede generar las condiciones de un salto mayor a mediano plazo. Y no hacerlo puede ser la base de un estancamiento. Ese es el dilema del debate que vendrá, tras unas elecciones donde, mediante la acción militante y común de todo el Frente de Izquierda, esperamos salir fortalecidos para encarar las tareas y luchas que vienen, en la estrategia de un gobierno de las y los trabajadores; la tarea de fondo que nos ordena frente a este capitalismo decadente. 

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