Desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, espacio integrado por decenas de organismos de derechos humanos y organizaciones políticas y sociales, repudiamos el reciente fallo de la Cámara Federal de Casación Penal, cuya Sala 2, integrada por la jueza Ángela Ledesma y los jueces Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques, ha beneficiado con la autorización de salidas transitorias de prisión al genocida Adolfo Miguel Donda Tigel, también conocido como “Palito”, “Jerónimo” o “Dunda”.
Este genocida, que integró el Grupo de Tareas 3.3.2 del principal centro clandestino de detención, tortura y exterminio que funcionó en nuestro país durante el terrorismo de Estado, la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), ya fue condenado a prisión perpetua por haber cometido delitos de lesa humanidad. Asimismo, en fecha próxima afrontará un nuevo juicio como partícipe en la apropiación de su sobrina, Victoria Donda, nacida durante el cautiverio de su madre y su padre.
Según el último informe trimestral de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, que depende del Ministerio Público Fiscal de la Nación, publicado el pasado 15 de setiembre, sobre un total de 725 represores actualmente detenidos, 551 se encuentran en situación de arresto domiciliario. Esto significa que el 76% de los condenados por delitos de lesa humanidad hoy goza del beneficio de la prisión domiciliaria.
Rechazamos estos privilegios otorgados por la justicia del sistema. Quienes han formado parte de la maquinaria genocida no pueden resultar beneficiados con prisión domiciliaria, excarcelación, impunidad biológica ni salida transitoria alguna. Sus crímenes son imprescriptibles y al mantener su pacto de silencio los siguen cometiendo. Por estas razones, desde el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia volvemos a exigir: ¡cárcel común, perpetua y efectiva a todos los genocidas!