domingo, 24 noviembre 2024 - 03:51

Declaración de la LIS. Solidaridad con la rebelión colombiana

El paro nacional del 28 de abril en Colombia se transformó en una rebelión generalizada. El pueblo trabajador, con los jóvenes a la cabeza, se levantó contra la Reforma Tributaria del gobierno de Iván Duque y le asestó una primera e importante derrota. Tras cinco días de movilizaciones masivas y enfrentamientos, Duque se vio obligado a retirar la Reforma Tributaria y renunciar a su ministro de Hacienda, pero el pueblo sigue en las calles exigiendo cambios de fondo, la caída de todo el plan del gobierno y la renuncia del propio Duque.

El paro nacional de noviembre de 2019 puso a Colombia a tono con el ascenso de rebeliones y revoluciones que sacudió a Latinoamérica ese año. Aunque la pandemia de Covid19 impuso una pausa en el proceso, de ninguna manera acabó con él. Hoy la movilización se retoma y Colombia se ubica a la vanguardia del continente junto con Chile y como en su momento lo estuvieron Ecuador, Bolivia o Perú y Paraguay recientemente.

Duque respondió a la pueblada del 28A con una brutal represión. El Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y las fuerzas parapoliciales al servicio del gobierno no han dudado en disparar con armas de fuego contra las manifestaciones. Al día de hoy se cuentan 27 manifestantes asesinados y pueden ser muchos más. Hay al menos 124 heridos y cientos de detenidos. Pero la represión no ha logrado derrotar al pueblo movilizado, que ha levantado cortes y barricadas día tras día, superando la brutal represión.

El anuncio del retiro de la Reforma Tributaria y de la renuncia del ministro de Hacienda tampoco lograron conformar al pueblo en rebelión. Exigen la caída de todo el paquete de medidas que el gobierno de Duque acordó con el FMI, la OCDE y el Banco Mundial; y la renuncia de Iván Duque.

Los cortes y barricadas en Cali, el epicentro de la pueblada, han impuesto una parálisis de hecho del transporte y la actividad económica de la ciudad. Masivas movilizaciones se suceden en Bogotá, Medellín y en toda la geografía colombiana. La presión ha obligado a las centrales sindicales nucleadas en el Comité Nacional de Paro a convocar nuevas movilizaciones.

La oposición burguesa de derecha -cambio radical- y las fuerzas de centroizquierda -Pacto Histórico de Gustavo Petros y la coalición de la Esperanza de Sergio Fajardo– apuestan al diálogo con Duque y a canalizar el proceso hacia las elecciones presidenciales de 2022. La burocracia sindical que comanda el Comité Nacional de Paro mantiene la movilización por la presión por abajo, pero también apuesta a la negociación con el gobierno, no a la caída del mismo que el pueblo demanda.

Impulso Socialista, sección colombiana de la LIS, sostiene la profundización de la movilización hasta que caiga Duque y la convocatoria a un Encuentro Nacional de Paro donde se nucleen los trabajadores en lucha y las Asambleas populares que se están desarrollando en las distintas regiones del país para coordinar e impulsar la continuidad de la movilización, discutir un programa para resolver la crisis económica y sanitaria y erigirse como alternativa de poder y de gobierno.

Desde la Liga Internacional Socialista nos solidarizamos con el pueblo colombiano movilizado; repudiamos la brutal represión del gobierno de Duque, exigimos una investigación independiente y juicio y castigo a los responsables de la misma; nos sumamos al reclamo por la caída del paquetazo de Duque y la renuncia de su gobierno; y apoyamos las propuestas de Impulso Socialista por el no pago de la deuda externa, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, la implementación de impuestos progresivos a las grandes fortunas, la eliminación del IVA de la canasta básica, un aumento general de salarios y una renta básica a la desocupación y la necesidad de la autoorganización democrática del pueblo trabajador y sectores en lucha, en la perspectiva de un gobierno de trabajadores.

Se impone organizar la solidaridad internacional y llevarla a la acción. Desde la LIS nos comprometemos a lanzar de inmediato una campaña de pronunciamientos, difusión en redes sociales y acciones en las embajadas y consulados de Colombia de cada país, en repudio a la represión de Duque y en apoyo al pueblo colombiano y sus demandas.

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