Ayer giró un decreto que no aparecía en el Boletín Oficial, luego un comunicado del Ministerio de Capital Humano donde se anunciaban despidos en el Instituto Nacional de Cinematografía y Artes Audiovisuales (INCAA), la venta del Cine Gaumont, el no financiamiento del festival de Mar del plata y Ventana Sur, las partidas a provincias y el recorte de gastos en viajes, telefonía y otros gastos de funcionamiento, empujando su cierre.
El cine es una de las industrias generadora de divisas y reconocida mundialmente. Es más, durante la entrega de los premios Oscar, Axel Kuschevatzky, productor de cine en Argentina y Estados Unidos reconoció el valor del INCAA en la producción cinematográfica del país. Pero no solo ahí, en los premios de Berlín, en los de Málaga y muchos otros distintos actores y directores plantearon su preocupación por el desfinanciamiento o cierre del instituto y sus programas de fomento. Hasta Cahiers du Cinema, una de las revistas más importantes de cine hizo una nota sobre la preocupante realidad de la industria cinematográfica por las políticas del gobierno de Milei.
La industria del cine durante la discusión de la ley ómnibus ya demostró los puestos de trabajo, ganancias y divisas que genera. A la vez, ante el gasto de funcionamiento de la institución, la comisión interna de ATE INCAA ya explicó que hay una parte de los fondos de fomento que no llegan porque el Estado no grava a las plataformas con un impuesto por la difusión de materiales audiovisuales como se hace con la televisión y el cine.
Esta búsqueda de caja poco tiene que ver con el déficit cero y la mentira de que la cultura vive de la plata que no va a las niñeces con hambre; es más, este plan de ajuste deja a miles sin trabajo y a muchas más niñeces con hambre. La razón de fondo es eliminar la independencia cultural. Con debilidades supimos seguir concentrando la producción audiovisual y darle mano de obra barata a las grandes internacionales del sector.
Desde este lugar vamos a defender al INCAA, sus trabajadores, la escuela de cine ENERC, los espacios INCAA mientras luchamos por lograr fortalecer el financiamiento y los espacios de distribución en el camino de garantizar que de una vez por todas seamos los de abajo los que contemos las historias.
Pedro Pallero