Izquierda Socialista, la menor de las cuatro fuerzas que integramos el FIT Unidad y sección argentina de la UIT-CI, publicó una nota en su último periódico criticando al MST: nos acusa de “divisionismo” por presentar listas propias en la elección interna del frente[1]. Allí lanza una serie de falsedades para evitar el debate que planteamos sobre la necesidad de superar el sectarismo en la izquierda, y para ocultar su propia postura sectaria, antidemocrática y oportunista.
Primero, IS falsifica por completo nuestro planteo de superar el sectarismo y ampliar el frente. “¿Con quién? Con los sectores denominados ‘progresistas’”, nos atribuyen. Pero una y otra vez insistimos que el frente debe abrirse a las otras fuerzas de izquierda, al activismo independiente de izquierda que está por fuera de los partidos del sector y a quienes se decepcionan del gobierno, siempre en base al programa anticapitalista y socialista del FIT Unidad. Por eso también es muy malo que la ex diputada del PO haya rechazado públicamente la unidad con otras fuerzas de izquierda. Quien no aspire a crecer y ampliarse se conforma con una izquierda pequeña, testimonial y sectaria, que jamás va a postularse para disputar el poder. No es ese nuestro proyecto.
Segundo, también es totalmente falso que presentar nuestras listas en las PASO divida el voto de la izquierda. La nota de IS iguala nuestras listas con las del nuevo MAS, Altamira y Zamora, que se presentan por fuera del FIT Unidad, compitiendo con el FIT Unidad y en contra del FIT Unidad. Eso sí es dividir el voto de la izquierda. En cambio nuestras listas están dentro del frente, cada voto que saquemos es un voto al FIT Unidad y tras las internas nuestras candidaturas se integrarán a las listas del FIT Unidad para las elecciones generales de noviembre.
Tercero, IS abandona principios básicos del trotskismo y de la corriente morenista que reivindica. Defiende un modelo de “unidad” acrítica en base al pensamiento único, negando la posibilidad de debatir democráticamente ideas, propuestas, diferencias o matices. Ese mismo criterio equivocado, por ejemplo, lo practican en el único sindicato que dirigen, la Unión Ferroviaria Oeste, en donde replican los métodos de la burocracia.
La unidad frentista solo se puede sostener en base a la libre expresión de las partes que se unen, no a acallar e invisibilizar a unos por otros. Justamente, porque no somos iguales sino que en un frente se une lo distinto. El trotskismo ha luchado contra el pensamiento único desde sus inicios y ha defendido siempre la condición democrática básica de poder expresar las opiniones propias en el marco de un espacio unitario. Penosamente, IS reniega de esos principios y cuanto más se aleja del trotskismo más se acerca al stalinismo.
La propia IS participó de la anterior interna del FIT en 2015, y en el pasado también de nuestra interna con el PC en Izquierda Unida, como formas de garantizar la unidad entre corrientes políticas distintas. Por supuesto jamás dijo que eso fuera dividir, como nos acusa ahora. Es exactamente al revés: cuando no hay acuerdo, divisionista no es rechazar la imposición del pensamiento único sino pretender imponerlo.
Según IS, la presentación de nuestras listas no tendría que ver con expresar nuestras ideas y propuestas en la campaña, sino de buscar más cargos legislativos. En realidad, al haber dos listas en la interna, serán los votos los que determinarán el orden de la lista definitiva del FITU en las generales. Y como IS junto al PTS y el PO impusieron en las PASO del frente un piso antidemocrático del 20% de los votos para compartir la rotación de los cargos que se obtengan, en realidad será más difícil obtenerlos, no más fácil. Para el MST el debate es político y de ideas.
A IS, en cambio, parece preocuparle que si nuestra lista supera ese obstáculo del piso se reduzca su propia porción en la rotación. Una participación totalmente dependiente de los acuerdos con el PTS y PO. Es lamentable que IS, por su debilidad, decida subordinarse al PTS y al PO a cambio de unos pocos meses en las bancas. Como la existencia siempre condiciona la conciencia, cuando una fuerza está en retroceso acentúa sus rasgos conservadores, burocráticos y termina sacrificando su propia expresión política.
Este debate seguirá sin duda después de las PASO, ya que sigue planteado en nuestro país el desafío de construir una alternativa política de izquierda realmente fuerte, amplia y con vocación de poder, para encarar los tiempos convulsionados que se vienen.
Vicente Gaynor
[1] No te confundas: votá a la izquierda que se une, de Joaquín Robles, El Socialista Nº514