miércoles, 18 diciembre 2024 - 23:08

Debate con Grabois. ¿Un CADI que reconoce el pacto con el FMI?

El dirigente Juan Grabois ha lanzado, junto a otros referentes políticos y sociales, un Comité de Acreedores para la Deuda Interna (CADI). Lo hizo en sintonía con el proyecto de ley de Cristina Kirchner que propone pagar la deuda con el Fondo con la plata de fugadores de capitales. Si bien parte de una denuncia correcta de la deuda interna con el pueblo trabajador, uno de sus ejes centrales es apoyar la iniciativa de Cristina, exigiendo la intervención de la Comisión parlamentaria de Seguimiento de la deuda presidida por el senador Mayans. Es importante abordar el debate por las expectativas que puedan generar estas iniciativas, ya que provienen de sectores que han criticado el acuerdo con el Fondo; pero que no plantean en los textos desconocer el acuerdo y romper con el Fondo.

El comité lanzado por Grabois integra distintos tipos de organizaciones y dirigentes, entre los que “hay albertistas, cristinistas, masomenistas, independientes, izquierdistas, gente que no le interesa la política partidaria, que lucha por el medio ambiente…”, según señaló el dirigente social. Entre ellos figuran muchos de los que han apoyado el lanzamiento en el Senado del proyecto de Cristina y también algunos nombres que han acompañado peleas y denuncias contra el acuerdo con el FMI como las impulsadas desde la izquierda y ahora acompañan esta iniciativa, como Adolfo Pérez Esquivel o el periodista Alejandro Bercovich.

En su carta al titular de la Comisión bicameral permanente de seguimiento y control de la gestión de contratación y pago de la deuda exterior de la Nación, presidida por el senador K José Mayans, señalan que el objetivo del CADI esta “destinado a coordinar acciones públicas, institucionales y judiciales tendientes a buscar conocer verdad, obtener justicia y garantizar la reparación frente a los daños ocasionados por la gran estafa que ha sufrido la Argentina”.

Para lograr este objetivo, cuya enunciación podemos compartir, plantea cuatro cursos de acción:

1) Luego de hacer una larga descripción de la situación de la pobreza, el enriquecimiento de los empresarios, el déficit habitacional, la violencia hacia los pueblos originarios, etc., señala que “el comité buscará visibilizar las múltiples deudas internas que el Estado argentino mantiene con su único verdadero acreedor: el pueblo”.

En una entrevista en Radio con Vos (1), Grabois se refirió al acuerdo con el Fondo: “Yo creo que hay peleas que vale la pena dar y peleas que no valen la pena dar. La discusión de orientación en torno al acuerdo con el FMI y el programa económico que planteó el gobierno era una pelea que valía la pena dar y nosotros la dimos. Desde una perspectiva parcialmente coincidente con la de Cristina y parcialmente disidente. Pero… ya está… Era un tema crucial para la Argentina.  Pero yo creo que hay que aflojar con este tema porque ahora lo personal se empieza a mezclar, es todo un berenjenal estéril que traba una gestión que tiene cosas buenas, que tiene muchas cosas que se pueden mejorar…”.

2) El CADI intenta “demostrar a nivel nacional e internacional la corresponsabilidad del Fondo Monetario Internacional en una estafa, que, en colusión con el gobierno de Mauricio Macri, violó los propios estatutos del organismo”.

 3) En torno a las revisiones trimestrales del FMI: “el Comité en su conjunto buscará que el pueblo no pague un solo peso de la deuda, y mucho menos la crisis social que trae aparejada”.

4) Apoya el proyecto de Cristina: el Comité apoya propuestas como el aporte especial de emergencia para gravar impositivamente a que quienes mantienen ocultos en el exterior fondos millonarios mediante los que evaden sus obligaciones con el fisco”.

Ni movilizar ni romper el pacto de coloniaje

Aunque el dirigente de la UTEP no se reivindica kirchnerista, su comité más allá de las intenciones que puedan tener sus participantes y de la reivindicación de la “deuda con el pueblo”, no plantea en ningún momento la ruptura del acuerdo con el Fondo. En este sentido, al igual que el proyecto de Cristina bajo el lema “Que la deuda la paguen los que fugaron los capitales”, termina reconociendo el acuerdo. Ni siquiera se plantea la suspensión de los pagos hasta que se investigue y castigue a los responsables de la estafa que denuncian.

Es contradictorio plantear “que el pueblo no pague un solo peso de la deuda” abonando a una agrupación política que integra el frente gobernante, cuando Guzmán acaba de ratificar que va a aplicar un tremendo ajuste para cumplir el acuerdo con el Fondo. Que además está obligado por la firma del acuerdo a no apartarse de sus cláusulas de ajuste, las cuales el gobierno ya está cumpliendo diligentemente.

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¿Cómo se puede demostrar la corresponsabilidad del Fondo con la estafa de Macri, si la firma de este nuevo acuerdo es para pagar el fraudulento Stand By de Macri y por lo tanto lo convalida? Más aún sin exigir la nulidad del acuerdo de Fernández con el FMI. En este sentido su propuesta tiene la misma contradicción de Cristina, después de hacer la misma crítica, su proyecto es para pagarle al FMI”, o sea una convalidación de hecho del acuerdo.

El apoyo al proyecto tramposo de Cristina

El proyecto de CFK quiere juntar plata de la fuga de capitales para pagarle al FMI, no para pagar “la deuda interna”. Es cierto que Grabois se diferencia un poco sosteniendo que el destino de los fondos debería ir a rentas generales, pero al mismo tiempo lo reivindica como si fuera una solución a la crisis.

El proyecto de Cristina plantea que va a sacar la plata de capitales argentinos del exterior “no declarados”que se presenten voluntariamente (un blanqueo de capitales) o que descubran con la ayuda de organismos imperialistas como el FMI o la OCDE, que en general hacen todo lo contrario, ya que los encubren. O con la dudosa ayuda de colaboradores- denunciantes a los que premiarán con el 30% de lo recaudado.

Como señala el economista independiente Héctor Giuliano, si los recursos van a provenir de bienes no declarados – o sea, desconocidos – el alcance del tributo deviene impreciso y probablemente no relevante. Ya hubo un blanqueo al respecto y se supone que solo excepcionalmente se detectarán nuevos bienes imponibles por parte de la AFIP”.

Por otra parte, es impensable que el embajador norteamericano Stanley, con quien se sentó Cristina, ayude a rastrear capitales argentinos ocultos en el extranjero. Es el jefe de la fuga de capitales y corresponsable de la misma. Difícilmente levanten el secreto bancario de uno de los paraísos fiscales más importantes del mundo, situado en Delaware o en la City londinense.

Grabois habla además de las 100 empresas que compraron dólares y los fugaron legalmente al exterior en la época de Macri. Pero si las operaciones fueron legales” y “declaradas” no entran en el proyecto de Cristina. Y si se lograra probar que hay una parte que en complicidad con Macri no se declaró, ¿por qué habría que pagar la plata de los ladrones empresarios a los otros cómplices del FMI?

Lo que no mencionan ni el CADI ni CFK es que la mayor fuga de capitales del país estuvo y está a cargo de fondos buitres de inversión extranjeros, que aprovechando la brecha cambiaria han hecho fortunas. Para Giuliano “hay una gran confusión, no todo el dinero que sale del país es dinero de los argentinos, es dinero de los fondos buitres que vienen acá a hacer la bicicleta financiera y que se llevan sus utilidades al exterior. Durante el gobierno Macri, en que la deuda aumentó U$S 82.000 millones, salieron del país U$S 86.000 millones, ¡más que la deuda! Son los que a través de los bancos compran las Leliqs en el Banco Central y hacen la bicicleta financiera”.

Es el caso, menciona el economista, de los fondos Templeton y Pinko, que aún conservan 4.000 millones de dólares en el mercado local, que presionan sobre el dólar porque se quieren ir y a los que el gobierno ofrece nuevos bonos a tasas altísimas para que se queden. De esa enorme bicicleta financiera que significan 5 billones de pesos en Leliq, cuyos enormes intereses se pagan con dineros del Estado, no hablan ni Cristina ni Grabois.

Como resume Giuliano, este proyecto es un engendro conceptual, jurídico, tributario, financiero e internacional que sería de muy compleja e inoperativa utilidad y que parece estar diseñado solamente al efecto de querer mostrar que el kirchnerismo duro mantiene su política de escenificar discrepancias y/o intentos de restricción que no sirven para nada, pero tratan de dar la imagen de que se despega de la rendición incondicional que ha prestado ya al acuerdo con el FMI”.

¿Presionar a la bicameral presidida por Mayans?

El CADI anunciado tiene finalmente el problema de caer en la vía muerta de la bicameral. El mismo Grabois señaló en la entrevista radial que mencionamos que pidieron “una audiencia, que ya está concertada, para el martes después de Pascuas, con la comisión bicameral que tiene que hacer el seguimiento de la deuda externa. Es una comisión que preside el senador formoseño Mayans del Frente de Todos, que desde mi punto de vista no hizo absolutamente nada en dos años, en todo el proceso investigativo de la deuda, del endeudamiento, pero sobre todo en la fuga. La fuga de la que tanto se habla y tan poco se sabe”.

Con tales antecedentes de la comisión y de su presidente, y con un Congreso que acaba de votar por amplia mayoría el acuerdo con el FMI, la realidad es que es otra forma de seguir haciendo propaganda progre y llevar cualquier esfuerzo a una vía muerta. Lo que hace falta es romper con quienes avalan y aplican el acuerdo y el ajuste consecuente y movilizar para terminar con este pacto al servicio de reclamar que se pague la deuda interna. La plata de los fugadores y de los ricos de la Argentina no tiene que ir a las arcas de los estafadores, sino a las necesidades obreras y populares.

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