El domingo que pasó, a las 21 horas en la Facultad de Derecho de la UBA se realizó el último debate presidencial de cara al balotaje del próximo 19 de noviembre. Sergio Massa por Unión por la Patria y Javier Milei por La Libertad Avanza, sin romper moldes, se enfrentaron a una semana de los comicios. El ministro candidato salió mejor posicionado, como lo reconocen la mayoría de los medios alineados a su contrincante, ya que logró incomodar al liberfacho con algunos de sus puntos centrales de la plataforma y algunas cuestiones personales. Sin embargo no logró sacarlo de eje como se esperaba; tampoco atinó a polemizar desde un costado progresivo, por la índole del bloque de clases dominante que representa Massa, sino como el candidato más “racional” para el empresariado. Antes de las elecciones quedó un dato a la vista de todos: ninguno de los dos candidatos disipó un futuro sin ajuste para cumplir con el FMI.
Milei, la síntesis de Martínez de Hoz, Menem, Cavallo y Macri
Más allá de la evaluación de la gestualidad y la estrategia que cada candidato supo desarrollar en el debate, es interesante poner la lupa sobre el contenido político de sus declaraciones. En este punto, Javier Milei confirmó por presión de su contrincante lo que todos sabemos, ya que está presentado en su plataforma electoral y lo ha dicho sin tapujos en diversas entrevistas. El candidato de La Libertad Avanza aseguró que, en caso de ganar avanzará con el plan de dolarización de la economía y, también, el cierre del Banco Central (BCRA).
Sin embargo, las afirmaciones del “economista liberal – libertario”, como el mismo se presentó, también mostraron una cuota del repudio social que existe en la calle y lo dejó segundo en las Generales. A todos estos planes reaccionarios que significarían rondas devaluatorias que degradarían aún más los salarios, jubilaciones y programas sociales, tuvo que sumar el agregado de que serían “reformas de segunda generación”. Miedo a seguir espantando o sumar más repudio a un plan que gran parte sabe que significaría un ajuste recargado.
Sergio Massa por su parte, en este punto que fue el económico no dio muchas precisiones. El logro del candidato peronista sólo residió en acorralar a Milei con definiciones sobre su programa, pero tampoco tenía éste grandes planes a desarrollar. Lo que se sabe es lo implícito: una suma de diferentes actores políticos, abrazados a la idea de “Unidad Nacional” para profundizar el plan extractivista en las diferentes latitudes del país y cumplir así con el FMI.
Recuerdos sobre Margaret Thatcher y alineamientos con Israel
En este bloque el candidato liberfacho ratificó, en polémica con Massa, la servidumbre con Estados Unidos e Israel. Este último país es quien hoy lleva adelante el genocidio contra el pueblo palestino, que ya cuenta con más de 4.000 niños asesinados. La ratificación de la postura de Milei, se dio a partir de la pregunta de Massa sobre si iba a romper relaciones con China y Brasil, quienes hoy son de los principales socios comerciales del país. Sin embargo, esta pregunta del candidato de Unión por la Patria no tapa las relaciones que él mismo también mantiene con la Casa Blanca y, por supuesto, con el sionismo. Días atrás, en una entrevista televisiva se había arrogado ser el único candidato en ir al acto que había convocado la DAIA.
Otra de los datos a resaltar de este eje fue la confirmación de la admiración de Milei a Margaret Thatcher, primera ministra inglesa repudiada por el sentimiento popular local. Toda una muestra política de lo entreguista que puede ser Milei, al enaltecer a quien se encargó de quitarnos las Islas Malvinas. Sin embargo, el otro candidato, más allá de su interrogación, como no lo hizo el gobierno que integra no ha avanzado en una política concreta de malvinización. Más bien, todo lo contrario.
Pero la soberanía, no se puede defender solamente de forma discursiva. Massa en el último tiempo ha sido el encargado de seguir rifando los recursos del país para cumplir con el Fondo, y también ha tomado nueva deuda con China de la que se desconocen las condiciones de pago.
Una muestra de la decadencia del régimen
Todo el debate estuvo atravesado por cruces y chicanas de escaso contenido político en gran parte. Queda resaltado el carácter machista de Milei y, en el caso de ambos, con matices obviamente, una lógica mercantilista de cara a la educación. Uno con el modelo de la privatización a secas y por el lado del presidenciable de UxP con una propuesta de acortamiento de las carreras de grado en las universidades, entre otros ajustes. Más allá de su promesa de elevar el Presupuesto al 8% del PBI, cuando en estos 4 años estuvieron lejos de cumplir con el 6% que fija la ley nacional de Educación que votaron.
Y como último elemento a destacar, pero para nada menor, ambos candidatos tuvieron puntos de acuerdo en materia de seguridad. Llegaron a mencionar como cita de autoridad al republicano Rudolph Giuliani, quien supo ser el abogado de Donald Trump. Acá, ambos compartieron una mirada punitivista para resolver el problema de la seguridad, sin atisbos de considerarlo como un problema integral y social, que surge como epifenómeno de la crisis económica.
La chatura del debate es un correlato de la degradación de las fuerzas políticas del régimen capitalista, que en estas elecciones llegaron al balotaje con escaso apoyo. Comparativamente son fuerzas que han sido menos votadas que en comicios anteriores. Sólo se puede comprender el ascenso fugaz de Milei y su participación en la segunda vuelta por la crisis prolongada de la economía.
Todas las propuestas del liberfacho reafirman la postura que hicimos pública desde el MST después del 22 de octubre. En un eje claro, llamamos a los trabajadores, la juventud y mujeres a no votar a este personaje reaccionario, que ahora se fusionó con Macri y Bullrich para mostrar algo más de “seriedad” ante el bloque patronal. Tampoco llamamos a votar en blanco, entendiendo que miles quieren frenar a Milei en la contienda electoral. Este posicionamiento lo hacemos sin otorgar ningún apoyo político a Massa a quien no votamos. Candidato que sólo enfrentó a Milei desde el posicionamiento de aparecer como un gestor más responsable del capitalismo argentino y su ajuste sin fin.
Queda en claro que después del 19 de noviembre, como lo venimos haciendo, no habrá más que reforzar la acción en la calle contra las diferentes variantes de ajuste que puedan llegar a la presidencia. Desde el MST en el FIT-Unidad insistimos con esta perspectiva para fortalecernos en los tiempos venideros, que seguro serán de más lucha, en la que necesitaremos fortalecer nuestra herramienta para poder hacer valer un programa en defensa de los trabajadores y sectores populares.