domingo, 5 mayo 2024 - 08:08

De remate ante el imperialismo. Joe Biden recibe a Alberto Fernández

Hoy por la tarde el presidente Alberto Fernández se reunirá en Estados Unidos con Joe Biden. El motivo de la reunión, según las fuentes oficiales, se debe a que “celebrarán los 200 años de relaciones bilaterales” y, además, “reiterarán la solidez de la asociación entre Estados Unidos y Argentina”. Una reunión más por parte del mandatario argentino para ver si existe alguna posibilidad de renegociar un acuerdo ruinoso con el FMI, pidiendo que se modifiquen metas que Georgieva y su equipo no alteraron hace unos meses. En simultáneo a la reunión entre los presidentes, Sergio Massa busca dar con algún burócrata del organismo de crédito, ya que la número uno se encuentra en China. Un remate más del país ante el imperialismo, en estos años de relación ruinosa de sometimiento y entrega.

Aumentar la entrega, el único tema en agenda

La agenda de la reunión postergada hace tiempo por el presidente de Estados Unidos se pone nuevamente en escena. El temario de Biden reclama: “los minerales críticos, el cambio climático, el espacio y la tecnología, la cooperación económica y los valores compartidos de inclusión, democracia y la protección de los derechos humanos”. En síntesis, una entrega aún mayor de los bienes comunes que el Frente de Todos se sigue disponiendo a entregar, para conseguir “mejores” condiciones para pagar la ilegítima deuda heredada del macrismo.

En la nueva discusión entre los presidentes, el extractivismo de minerales como el litio será una fija. Alberto Fernández, como viene haciendo hace un tiempo, se pasea en reuniones bilaterales ofreciéndoles a los diferentes dirigentes de los países imperialistas los bienes comunes del país. En este marco es que Estados Unidos busca adelantar posiciones a China, quien también tiene los ojos puestos en las mismas reservas de litio. Tal es la garantía para las prácticas extractivistas del gobierno del FdT, que hasta dispone al Ejército como una de las fuerzas represivas. Días atrás se anunció la militarización de las zonas de recursos naturales y espacios soberanos”.

Además de lo repasado, también Alberto tendrá negociaciones por la tecnología 5G. La gestión de Biden busca así poner un pie en Argentina con la misma, para sacar ventaja a su competidor asiático en el rubro de las telecomunicaciones.

Todos estos temas que como mencionamos no significan más que un aumento de la entrega y dependencia del país, ayer fueron presididos por peticiones de empresarios del país del norte. En Nueva York, Alberto estuvo ante diferentes empresarios y banqueros del Council of Americas que solicitaron, entre otras cosas, un acuerdo entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio de cara a las elecciones. Una especie de “acuerdo democrático” o idea de “unidad nacional” muy puesta en boga en el último tiempo por dirigentes como Cristina Fernández de Kirchner.

El ancla del Fondo

Semanas atrás Sergio Massa se vanagloriaba con el ajuste de la meta de reservas que había conseguido con el FMI, sin embargo las demás no se modificaron un ápice. Así es que al día de hoy, la meta de déficit fiscal al 1,9% del PBI sigue vigente, significando a su vez una clara política de ajuste en medio de un año electoral.

Alberto hará lo suyo con Biden, mientras que el ministro de Economía hará otro tanto con quien encuentre del Fondo, se presume que puede llegar a reunirse con Gita Gopinath, debido a que Georgieva se encuentra en China. Desde el gobierno argentino buscarán insistir en que el acuerdo no puede concretarse debido a la sequía que va a afectar el ingreso de dólares (se presumen unos US$ 20.000 millones), la aceleración de la inflación por factores múltiples, el ingreso a una posible estanflación (caída de la actividad, pero persistencia en los aumentos de precios) y los nuevos embates externos de la economía mundial, principalmente el principio de crack financiero que se está dando tanto en Estados Unidos como en algunos principales bancos de Europa. Con estos argumentos se buscará renegociar las metas de ajuste. Buscando un plafón político con Biden, como uno técnico con Gopinath. Más allá de que pueda existir o no un relajamiento de las metas, la esencia de la estafa que significa el acuerdo va a perdurar. No hay forma de maquillar un acuerdo que, según propaganda política del Frente de Todos, era la mejor medida a optar para descartar la posibilidad de un un default soberano, que no nos haga a estar a tiro de una nueva crisis económica cada tres meses.

También vale decir que mientras el gobierno realiza estas peticiones al Fondo y a Biden, impone medidas sumamente regresivas para cumplir con ellos. Tal es el caso de la nueva entrega de los Fondos de Garantía de Sustentabilidad, entregando los ahorros de nuestros jubilados.

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Como mencionamos, más allá de algún acuerdo político con los burócratas del Fondo y el gobierno estadounidense, nada bueno se concretará para los trabajadores y sectores populares. Es clave rechazar este acuerdo, declarar un default soberano para dejar de pagar esta deuda ilegítima y fraudulenta, y así volcar todos los recursos al interior de un país azotado por una creciente crisis social.

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