Finalmente la reunión del Consejo del salario fracasó. Por esta razón el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) no aumentará en el marco de un proceso inflacionario desbocado.
Por presión de las representaciones empresarias, fracasó la discusión para aumentar el salario mínimo que, hasta antes de diciembre, hacía aumentar de forma automática el programa Potenciar Trabajo y también incidía sobre el monto de las jubilaciones y demás ingresos. Sin importar que aún perdure el monto de diciembre, de $156.000, el gobierno hizo nada para aumentar el piso salarial que está muy lejos de lo que es la canasta básica familiar.
A las afueras del Ministerio de Trabajo se encontraba una columna del sindicalismo combativo, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda, quienes vienen reclamando un aumento de emergencia en los ingresos. Mientras la CGT hizo una propuesta de aumentar el SMVyM en un 88%. Cifra muy por detrás de la inflación y no sólo eso, sino en comparación con la devaluación de más de un 100% que realizó Caputo ni bien asumió como ministro de Economía.
El mapa social se va convirtiendo en un escenario repleto de pobres, ya más de la mitad de la población se encuentra en esa condición, mientras el gobierno continúa su rumbo pro empresarial, en favor del 1% de este país, en concreto: la peor casta de todas.
De esta manera, el SMVyM se decidirá finalmente mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Milei, que seguramente hará que el monto sea magro con respecto a la carestía de vida. Hecho que tendría que obligar a la CGT y las CTA a llamar a otro paro general y un plan de lucha para torcerle el brazo a este rumbo del gobierno de turno. Sin embargo, las centrales sindicales apenas sacaron comunicados críticos por el resultado de la reunión, pero ninguna medida efectiva en la calle.
La caída de la ley ómnibus y el repudio social a las medidas de Milei, que crecen día a día con los aumentos de la comida y los servicios, muestra que hay lugar para pelear por un aumento de emergencia para los salarios, jubilaciones y programas sociales. Obligando a que ningún ingreso se encuentre por debajo de la canasta familiar y sea indexado, mes a mes, por la inflación.
Ese planteamiento es el que viene llevando adelante la organización sindical del MST en el FIT-Unidad, ANCLA como el MST- Teresa Vive.