El martes 3 de mayo circuló en las redes que el trapero cordobés le habría ofrecido a su ex pareja, Rocío Moreno, 200 mil pesos por la cuota alimentaria de las dos hijas que tienen en común.
La abogada de Rocío, Luciana Ulla, afirmó que la cifra no sería esa ya que aún siguen en negociación. Ambas partes esperan que se pueda resolver el próximo martes 10 de mayo en los Tribunales de Familia de Córdoba capital. Además de la cuota alimentaria de ambas menores, Moreno reclamó una compensación económica ya que no pudo continuar sus estudios y se dedica a tiempo completo al cuidado de sus hijas.
Actualmente Rocío se maneja con una tarjeta de débito donde el padre de Paulo va depositando dinero. Sin embargo, afirma que muchas veces está en “negativo”, ya que suele transferir entre 10 y 20 mil pesos mensuales que ella reserva para abonar la prepaga. Sumado a esto, Moreno abandonó la casa que compartía con Londra para mudarse con su mamá, quien ayuda económicamente y con el cuidado de sus hijas.
Ingresos, gastos y cuidados
Ante el monto que circuló en Twitter, la repercusión se centró entre si la cuota es baja o alta para dos menores. La respuesta es variable, ya que para saber que cuota corresponde hay que analizar los ingresos de ambos padres, sumado a los gastos de las niñas y quien ejerce los cuidados de las mismas.
Lo que se busca lograr es que Isabella y Francesca mantengan el nivel de vida que tenían antes de la separación de sus padres. Se cuestiona que Rocío “tiene que ir a trabajar”, pero sin embargo ella está trabajando en la crianza de sus hijas porque las tareas de cuidado y domésticas no son amor, son horas de trabajo no remunerado.
¿Puede una mensualidad cubrir la ausencia del padre en la crianza? ¿Qué precio ponen los varones para renunciar a la paternidad? En cualquiera de estas situaciones, lo que nos seguimos preguntando es por qué la ausencia de un padre parece siempre “menos grave” que la de una madre.
Iara Saldungaray