Se reunió la Cumbre de las Américas en el hotel Alvear Palace bajo el auspicio de la Cámara de Comercio Argentina. Allí concurrieron la crema de los grandes empresarios, para junto a las principales multinacionales yanquis que operan en el país; el embajador de Estados Unidos, Mark Stanley y el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello escuchar las palabras del súper ministro Massa y del jefe de gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros. Wado de Pedro se había reunido con una versión más comprimida y discreta de los mismos participantes la noche anterior. Todos hablaron de la necesidad de un acuerdo, para ajustar, pagar la deuda y que los empresarios saquen suculentas ganancias. Stanley exhortó a no esperar a las elecciones y hacerlo ya, dos de los ejes del Frente de Todos, declarando dulces palabras para el “círculo rojo”. A Alberto le tocó el discurso “combativo anti imperialista” en la CELAC.
En su discurso, el nuevo ministro, reconocido por un amplio espectro como un hombre muy amigo del gobierno de Estados Unidos empezó yendo al hueso: “Sin paz social no hay estabilidad macro económica”, afirmó que hace falta “un trabajo conjunto entre el Estado y los gobernantes, pero también los actores económicos y sociales de Argentina”. Esto quiere decir que para que pase este terrible ajuste que hoy soportan los trabajadores y sectores populares sin que se pudra todo hace falta un acuerdo que incluya a los yanquis y el FMI, a los grandes empresarios locales, los sindicalistas oficialistas, los gobernadores, la oposición de Cambiemos y toda la derecha… y por supuesto a Cristina y La Cámpora.
Cuidando las formas pre electorales, Larreta habló del “próximo gobierno” argumentando que “debe ser de coalición”. Stanley, reflejando las preocupaciones del imperio de que la gente no espere tanto adelantó: “Tienen que trabajar en los acuerdos desde ahora, no esperar 16 meses”. Wado de Pedro, el ministro “presidenciable” de Cristina, habría señalado ante un auditorio similar la noche anterior: “Tenemos que hablar sin intermediarios. Tiene que haber un acuerdo político y empresarial para Argentina”.
Cuando le tocó el discurso de cierre, “ventajita” Massa llamó a Juntos por el Cambio a acordar en el Congreso: “Sería bueno aprovechar la distancia con las elecciones para encontrar acuerdos o consensos básicos. No tenemos que tener miedo de sentarnos en una mesa a buscar acuerdos por más de que seamos de fuerzas políticas diferentes”. Aprovechó además para meterse en la interna del principal competidor electoral, señalando que hay un importante dirigente opositor que lo llama para felicitarlo y que luego le pide discreción porque es del “ala dura”. En resumen, aunque ahora Lilita denuncie entuertos a favor de su propia posición en la interna, como dice el viejo dicho, “entre bueyes no hay cornadas”.
Para el deleite de los oídos de los importantes empresarios allí reunidos y del embajador yanqui, Massa se encargó de ratificar y profundizar los anuncios ya conocidos en torno a reducir el déficit fiscal, lograr un buen superávit comercial para juntar reservas (como pretende el FMI) y por supuesto no olvidó su discurso de campaña de lograr un “desarrollo con inclusión”. Tan solvente estuvo el nuevo “hombre fuerte” del gobierno con el apoyo imprescindible de Cristina, que hasta el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Arguello cometió furció cuando habló “de la gestión del ‘presidente’ Massa”.
Los otros anuncios de Sergio
Orden fiscal
- Ratificó la suspensión y devolución de los adelantos del Banco Central al Tesoro. O sea, no se va emitir un peso más para cumplir con la pauta exigida por el Fondo.
- La limitación de las transferencias a las provincias.
- El congelamiento de las vacantes en la planta del Estado como así también de las empresas que dependen de él.
- La extensión de los vencimientos de la deuda en pesos, lo que se logró dando tasas de interés exorbitantes a los buitres financieros y bancos, pateando una bomba de deuda para unos meses adelante y con una enorme erogación en intereses de los títulos renovados.
- Se achicarán los subsidios, tarifazo en la energía y el agua mediante. Una brutal trasferencia de ingresos de la mayoría de la población trabajadora hacia las empresas de la energía y los buitres acreedores de la deuda.
Superávit comercial
- Mencionó el decreto para favorecer exportaciones y que los pulpos agro exportadores, de la minería o de la pesca, entre otros, no tengan problemas en sus negocios.
- La inversión de U$S 1.700 millones en el Plan Fénix destinado a la cuenca austral del país para la extracción off shore. Esto es la perforación contaminante de nuestra plataforma submarina.
- Avanzará en la construcción del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner con “aportes del sector privado”, o sea de las grandes empresas y del plan “Gas 5” para darle a las multinacionales que actúan en Vaca Muerta contratos a mediano plazo y, además, la liberación del 20% de las divisas que exporten las petroleras.
- Justificó la falta de reservas en la necesidad de importar energía. Avanzó con su promesa de castigar a los que especularon con las importaciones, los que “se abusaron”. Llama la atención que después de la denuncia del “festival de importaciones” que denunció Cristina y de la maniobra con las cautelares que habilitaban la importación, tan sólo se mencione tres ejemplos menores: US$ 20 millones por importaciones de toallas por una cautelar, maniobras con empresas tragamonedas y un proveedor de servicios de Vaca Muerta. Parecen pocos y pequeños bonetes para tan grande festival denunciado por miles de millones de dólares.
Para mejorar las reservas
- Anunció mayor endeudamiento, que terminaremos pagando con los ingresos de los trabajadores y recursos del país. Por un lado, el desembolso de un préstamo por U$S de la CAF (Corporación Andina de Fomento), el avance en las negociaciones con el FMI y el BID, la negociación de acuerdos con Kuwait de las provincias de Córdoba y Santa Fe y tres mecanismos RIPO de financiamiento con tres bancos internacionales.
- La negociación con la Mesa de Enlace, uno de los sectores con los que está negociando para que liquiden la cosecha retenida en silo bolsas. Algunos analistas afirman que se les ofrecería un dólar a $ 180.
- Enumeró una serie de leyes que dan beneficios impositivos y todo tipo de concesiones a sectores empresarios como la construcción, está en el Congreso un proyecto de ley que “promueve la libre disponibilidad de dólares y beneficios impositivos, dando la posibilidad de aumentar la inversión de la construcción privada”, y promueve un mismo régimen para el sector minero. Justamente, uno de los planes para avanzar rápidamente en las exportaciones de nuestras materias primas es en la megaminería contaminante. Los economistas liberales sostienen que no puede ser que el país exporte apenas U$S 3.000 millones al año, cuando el vecino Chile lo hace por U$S 60.000 en este rubro.
- Anunció una línea de crédito para las Pymes para adquirir infraestructura y para exportar, cuando justamente la matriz de esta política económica está diseñada a favor de las grandes empresas.
La “inclusión social”
Si algún distraído esperaba que acá hiciera un anuncio de aumento general de emergencia en salarios, jubilaciones o planes sociales que cubra la enorme inflación desatada; o quizás algún control de precios para evitar que sigan y sigan las remarcaciones, se equivocó.
Lo que preocupa a Massa es aclararle a los empresarios que va a salir el decreto para que 200.000 beneficiarios de planes puedan ser contratados por la empresa privada, a la que el Estado subsidiará con el monto del plan durante un año. Una política que no va en el sentido de generar fuentes genuinas de trabajo, sino de brindar mano de obra muy barata a sectores empresarios que se quejan de que no pueden pagar sueldos de indigencia porque la gente cobra un plan social, y de paso continuar con la política de achique en los presupuestos estatales ya anunciada.
Alberto “anti imperialista”
Mientras Massa desarrollaba el plan de negocios ante el empresariado norteamericano y los grandes pulpos locales presentes, con la discreta presencia de Wado de Pedro en la noche anterior, a Alberto le toco el discurso “anti imperialista”. Venía sacudido por las críticas del gobierno venezolano por permitir secuestrar el avión de ese país por requerimiento de la Justicia norteamericana. En la reunión de la CELAC pudo reivindicarsereclamando el fin del bloqueo yanqui a Cuba y Venezuela. De no pagar la deuda o enfrentarse al FMI nada.
Así es el Frente de Todos: pactan con el círculo rojo, el embajador yanqui y el FMI y posan de anti imperialista. Menos mal que a este relato la gente cada vez lo cree menos.
