Artículo extraído del sitio web de la Liga Internacional Socialista
El capitalismo transita una etapa de crisis y confrontación crecientes. La OTAN sobrevive y se rearma como brazo militar del imperialismo occidental. La reciente cumbre en La Haya confirmó el seguidismo europeo a Trump, el abandono a Ucrania y una orientación cada vez más belicista y antisocial. Los revolucionarios nos distanciamos de estas políticas y las combatimos.
Cuando los imperialistas arreglan cuentas
La cumbre se realizó durante los días 24 y 25 de junio en La Haya, Países Bajos. Asumió el compromiso de elevar el gasto militar al 5 % del PIB para 2035, ( 3,5 % para gastos básicos de defensa y 1,5 % para infraestructuras, ciberseguridad, logística e innovación militar).
Este compromiso, que será revisado en 2029, implicaría gastos adicionales de millones de euros anuales, sí se llega a cumplir.
Además, se reafirmó el Artículo 5 de defensa colectiva con EE. UU.
Otro dato relevante es que evitaron mencionar explícitamente la invasión rusa a Ucrania y frenaron la idea de nuevas ayudas militares directas al país agredido.
Se rearman sin voces discordantes
En la cumbre del rearme coincidieron “europeístas” y “euroescépticos”, “progresistas” y “ultraderechistas”, alineados dentro de los límites del capitalismo y la democracia burguesa. Socialdemócratas, verdes y reformistas avalaron el gasto militar y asumen un rol “patriótico” funcional al nacionalismo reaccionario.
Persisten roces por la flexibilización a España, el silencio sobre Ucrania y las dudas sobre el compromiso real de EE. UU, pero la OTAN ha ganado sobrevida con más gasto militar.
Servilismo, más militarismo y menos gasto social
Una carta de Mark Rutte, Secretario general de la OTAN, anticipó el resultado de la cumbre: “Europa pagará a lo GRANDE”. Posteriormente, la estructura, la agenda y el silencio sobre Ucrania demostraron que los gobiernos la diseñaron para satisfacer a Trump, le cedieron a los chantajes y así ratificaron el liderazgo de EE. UU. dentro de la OTAN y como enemigo de Rusia y China
El aceleramiento del rearme de la OTAN no brinda un escudo europeo a la premeditadamente sobredimensionada “amenaza de Putin”, por el contrario, el expansionismo que defiende la OTAN convierte al Viejo Continente en una plataforma estadounidense, lo expone y contribuye a escalar las tensiones.
Al mismo tiempo que brindará ganancias millonarias a las corporaciones de fabricantes de armas, tales como Lockheed Martin, Raytheon y Northrop Grumman, entre otras; implicará más deudas de los estados, más impuestos y más recortes sociales.
El verdadero rostro de la Alianza Atlántica
La OTAN, creada en 1949 contra la URSS, sigue existiendo pese a su desaparición y se ha expandido con nuevos “enemigos” y “misiones globales”. Contrariamente a las versiones oficiales, no defiende la paz ni la democracia. Entre una larga lista de hechos, se puede mencionar que bombardeó Yugoslavia (1999), Afganistán (2001), Libia (2011) y respaldó a regímenes autoritarios en Turquía (desde 1952) y Arabia Saudita (desde 1990).
Cuando no hubo consenso en la OTAN para intervenir, actuaron algunas de sus potencias, como EE. UU. y el Reino Unido en Irak (2003) o mediante operaciones encubiertas, como en Siria (desde 2011).
En la época de decadencia del poder dominante, las guerras y agresiones bélicas no son excepciones, sino una necesidad del sistema porque «El imperialismo significa la militarización de la vida económica y política de los países capitalistas» (El Programa de Transición, 1938).
La OTAN es una poderosa herramienta armada del imperialismo occidental para garantizar y expandir su dominio geopolítico bajo el mando estadounidense.
La OTAN no es la “salvadora de Ucrania”
El imperialismo estadounidense no apoyó a Ucrania para que ganara la guerra, sino para desgastar a Putin sin derrotarlo. Ahora reduce el apoyo, la humilla e intenta forzar una paz con concesiones y la UE se está alineando con esa política.
Las ilusiones en la OTAN como “salvadora” de Ucrania son equivocadas, como también lo son el silencio o las denuncias colocadas en segundo plano, así formuladas por algunos sectores de izquierda. Apoyar la resistencia ucraniana contra la invasión de Putin, independientemente de Zelensky, requiere de plantear en el mismo plano ¡Fuera la OTAN de Europa del Este!
Nuestras vidas valen más que su rearme
Repudiamos la cumbre de la OTAN y su rearme para dirimir la disputa inter imperialista por la hegemonía. Denunciamos al imperialismo occidental y a los nuevos imperialismos ruso y chino. En tal sentido planteamos: ¡Disolución de la OTAN y la OTSC!
¡No al gasto en armas: tanques, drones, misiles! El dinero disponible no debe gastarse en armas, tanques, drones y misiles, debe destinarse a vivienda, salud, educación, salarios y asistencia social. ¡Que las direcciones sindicales convoquen a huelgas contra el rearme para las guerras imperialistas!
Al proyecto belicista, explotador, opresor y anti humano de la UE, contraponemos el de una Europa donde gobiernen los trabajadores en el marco de la libre federación de estados socialistas europeos.
Por Rubén Tzanoff