En su discurso el presidente afirmó que la Argentina “ha puesto la acción climática y ambiental en el centro de sus convicciones“, los numerosos conflictos socioambientales lo desmienten rotundamente.
En marco del Día Mundial de la Tierra, Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero al nivel mundial, convocó una cumbre virtual sobre el clima a modo de antesala de las próximas discusiones que se darán en la COP26, que tendrá lugar a finales de este año en Glasgow.
Alberto Fernández sostuvo que “en Argentina honramos el Acuerdo de París, incrementando la ambición climática” y señaló que sus propuestas van en línea con las ideas del Papa Francisco, que el cuidado de la ecología y la situación social son fenómenos íntimamente relacionados.
“Nos miran las nuevas generaciones. El tiempo de la duda se terminó; nadie se salva solo. Transitemos unidos un tiempo distinto con justicia social, financiera y ambiental“, postuló presente en la conferencia virtual.
Entre otros de sus anuncios, señaló que se aplicarán medidas “profundas para erradicar la deforestación ilegal, tipificándola como delito ambiental” y que se enviará al Congreso un proyecto de Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos.
La diferencia entre el discurso y la realidad
Desde finales del 2019 en la Ciudad de Mendoza cientos de jóvenes junto a organizaciones ambientales y políticas de izquierda derrotaron el plan del gobierno provincial y nacional de avanzar con la megaminería en la provincia.
El año 2020 fue uno de los años más calurosos desde que se tiene registro y se prevé lo mismo para el 2021. Además fue uno de los años con mayor ascenso de la lucha y la organización socioambiental en nuestro país.
Las movilizaciones se hicieron masivas para exigir la acción estatal inmediata para frenar los incendios en los humedales y en las sierras cordobesas y las extensas jornadas de movilización contra el acuerdo porcino con China. La solidaridad y la organización ha crecido en las calles y en las redes sociales para seguir frenando el proyecto minero de Arcioni en la provincia de Chubut.
Recientemente los lazos de unidad de acción socioambiental se mostraron fuertes exigiendo la liberación de 12 ambientalistas detenidos de la ciudad de Andagalá, que injustamente se encuentran detenidos y procesados por protestar contra el proyecto megaminero de Agua Rica.
Por eso decimos que los únicos que han hecho propia la convicción de luchar por el ambiente y la justicia social han sido las y los que salimos a luchar, no los que gobiernan a favor de las multinacionales extranjeras que nos dejan miseria y contaminación.
Por donde se lo escuche, el discurso del presidente está lleno de falsedades que quienes participamos de las diferentes asambleas y multisectoriales ambientales podríamos derribar rápidamente.
La cumbre del clima deja una clave muy importante sobre la que tenemos que seguir trabajando: debemos defender el planeta, nuestras vidas y territorios de la lógica ecocida de la clase capitalista que año a año se reúne para mostrarse interesada en el tema y nadas más. Hacen de cuenta que les importa pero en realidad no es cierto.
La famosa justicia social y ambiental no vendrá de quienes borran con el codo lo que escriben; sino de la juventud trabajadora, feminista y disidente que le importa lo que le sucede al otro. Es momento de fortalecer el trabajo colectivo y de frente único socioambiental en defensa propia y la de las próximas generaciones. Y a la vez fortalecer una herramienta política con un programa socialista y una estrategia clara.