En las últimas semanas y luego de un prolongado período refractario a toda acción de reclamo, comenzaron a resonar en los pasillos de las centrales sindicales algunas voces anunciando la posibilidad de movilizar.
La CGT despejó rápidamente sus intenciones. La improbable movilización que había trascendido resultó un acto oficialista, con presencias ilustres como la cúpula cegetista y varios ministros y funcionarios del gobierno. El presentador y anfitrión: el servicio Gerardo Martínez y el orador central: Alberto, el presidente. Todo dicho.
La CTA de los Trabajadores, directamente ni mencionó medida alguna. Integrada al gobierno y funcional al sector referenciado en el kirchnerismo acompaña a Kicillof en los vaivenes de la interna del Frente de Todos.
Pero la CTA Autónoma, la de la calle Perón, pareció dar la nota y suspender su larga siesta gobiernera. Realizó un “congreso” y lanzó con frondosa pirotecnia publicitaria un “paro nacional” que luego mutó en la consabida fórmula de “jornada de lucha con paros y movilizaciones”, es decir, mucho ruido y pocas nueces. Peor aún: quienes finalmente llaman a marchar con la CTA no son sindicatos ni sectores en lucha, sino organizaciones empresariales y políticas afines al oficialismo. Es decir, no es una marcha de lucha, es una movida política funcional al gobierno.
Ante tanta necesidad de un paro nacional en serio y un plan de lucha, la medida del 24 posiblemente defraudará a quienes pensaron que podría ser el inicio de la pelea por el salario y contra el ajuste del FMI. Y confirmará a muchos más que hace falta preparar desde abajo esas medidas y al mismo tiempo avanzar en la renovación sindical hacia una nueva dirección combativa y democrática.
Y el paro… ¿dónde está?
Lo primero a despejar es que el 24 no hay ningún paro nacional convocado. Venden humo para barnizar la marcha en CABA, pero de ninguna manera llamaron a parar. Ni siquiera en ATE, el único sindicato nacional de la devaluada y fraccionada CTA y el que la hegemoniza. Muchos compañeros reclaman un verdadero paro, pero las asambleas brillaron por su ausencia y ni siquiera se convocó el otrora tradicional paro dominguero. Hace años que no hace un paro ni ATE ni la CTA. Y la explicación está a la vista: su enfeudamiento al gobierno -como nunca antes- a cambio de algunas ubicaciones y el apoyo desde arriba al mantenimiento del status quo para sus dirigentes. El Ministerio de Trabajo viene avalando maniobras fraudulentas de diverso tipo en las elecciones postergadas que se realizan en ATE en muchos lugares para renovar juntas internas y delegados. Pretenden que no avance la oposición combativa multicolor.
Tres motivos para no concurrir el 24
Muchas veces pese a la dirección burocrática, a la falta de preparación y al programa poco claro hemos llamado críticamente a concurrir a las movilizaciones, de manera independiente, en unidad de acción. Lo hacemos si refleja un proceso de luchas en curso, si puede permitir, más allá de las intenciones de sus dirigentes, un canal para que se expresen y tiendan a unificarse, al menos en una acción, los conflictos en curso. Y si se dan las condiciones para la unidad de acción, para apoyar e impulsar una medida de movilización llamada por una dirección burocrática que son: mantener la independencia política y organizativa, que la medida de fuerza en cuestión se haga alrededor de un programa progresivo y que fortalezca al movimiento obrero. Somos partidarios, como siempre lo hacemos, de la mayor unidad de acción, siempre que se den estas condiciones a favor de nuestra clase. No es el caso de esta marcha. Sintéticamente, por tres motivos.
- Se trata de una marcha política, no una movilización de lucha. No está convocada por direcciones sindicales, salvo la CTA ( que cada vez más actúa como una agrupación política ), sino por sectores empresariales, movimientos y partidos integrantes del Frente de Todos.
- El programa no es reivindicativo de los reclamos del movimiento obrero: salario igual a la canasta familiar real, pase a planta y desprecarización laboral, no reclama el fin de los tarifazos y mucho menos avanza en cuestiones más de fondo como un impuesto permanente y progresivo a las riquezas y corporaciones o el no pago de la deuda. Por el contrario, levanta un proyecto de uno se los sectores del frente gobernante que plantea que se pague la deuda recuperando parte de los capitales fugados. No solo nuestra corriente y la izquierda sino otros sectores rechazaron este planteo porque, en el caso que se logre recuperar en serio plata fugada, no tiene que ser para que vaya a los usureros del Fondo, sino a las necesidades obreras y populares.
- Es una marcha que no fortalece a los trabajadores. Que no responde a conflictos en curso, no plantea unificarlos, y no es parte ni se plantea la continuidad con un plan de lucha. Por su programa, metodología y convocantes, es una marcha claramente funcional al gobierno.
Razones y sin razones
La dirección de ATE Lista Verde y su CTA han armado esta movida sin responder a las necesidades de los conflictos por razones varias. En agosto hay elecciones en esta CTA Autónoma. Y si bien van a digitarlas desde el aparato como habitualmente, necesitan al menos llegar con alguna medida en la calle luego de un período, que excede la pandemia, en la cual no movieron un dedo por su apoyo al gobierno.
Otra razón es mover fichas en la interna oficialista. El armado de partidos y sectores convocantes, juega con un sector del Frente de Todos y disputa la interlocución con el poder. Por supuesto, también los favores oficialistas para mantener sus privilegios.
Desde ya que también pretenden descomprimir reclamos y una bronca creciente que todavía no llegó al desborde. Que se incuba por la devaluación salarial y la tremenda precarización laboral, agravados luego de la pandemia y el panorama de ajuste que se viene de la mano de la aplicación del acuerdo del gobierno, que esta dirección apoya, con el FMI.
Qué hacer
Desde ANCLA, nuestras agrupaciones Alternativa Estatal y Alternativa Salud y el MST llamamos a no concurrir a esta marcha gobiernera, a preparar el conflicto en los lugares de trabajo. A preparar asambleas, reuniones de activistas y, donde hubiera condiciones y lo decida la base, a realizar las medidas de fuerza que se decidan ese día y se planifiquen para darle continuidad. Para levantar los reclamos genuinos de los estatales y del conjunto de los trabajadores. Por el trabajo, el salario y un plan alternativo, repudiando en serio al FMI, dejando de pagar esta deuda fraudulenta y gravando en serio a los ricos y fugadores para volcar esos fondos a las reivindicaciones de los estatales y las necesidades del pueblo trabajador. Por el impulso a los conflictos que, como el SUTNA, los docentes y enfermería de CABA, ATECH, los choferes pese a su dirección y otros sectores necesitan apoyo y coordinación. Por la unidad con el movimiento piquetero que viene de protagonizar una masiva Marcha Federal. Y preparando y reclamando un paro nacional real, preparado en asambleas y que tenga continuidad con un plan de lucha. Impulsamos la convocatoria a la mesa del Plenario del Sindicalismo combativo para bregar por esta política de manera unitaria. Ni seguidismo ni apoyo crítico a esta marcha funcional al gobierno. Por una política correcta que fortalezca y unifique las luchas en curso y el desarrollo de una nueva dirección democrática y combativa.