viernes, 15 noviembre 2024 - 06:20

Cristina Castro. “Hoy puede ser el día de justicia por nuestros hijos”

El martes 28, la Cámara Federal de Casación Penal apartó de la causa por el asesinato del joven Facundo Astudillo Castro a la jueza María Gabriela Marrón, que siempre planteó la hipótesis del accidente para exculpar a la Policía Bonaerense. Al respecto charlamos con Cristina, la mamá de Facundo.

Cristina, contanos un poco esta pelea por recusar a la jueza…

Nuestra pelea contra la jueza comenzó desde el mismo momento en que ingresaron a la causa los fiscales Horacio Azzolín y Andrés Heim, designados por el Procurador General de la Nación, en mi primer viaje a CABA. La jueza y el fiscal Santiago Ulpiano Martínez no estaban haciendo nada. Nos dimos cuenta que no iban a mover un dedo porque estaban completamente a favor de la Policía Bonaerense de Villarino. En una de las tantas reuniones que tuve con ella, pude notar que la jueza ni siquiera me miraba a los ojos. Ahí supe que se había vendido y que su propósito era cerrar la causa, cerrarla ya a finales de diciembre del año pasado. Nosotros se la peleamos y no la pudo cerrar.

Más adelante, al ingresar los nuevos fiscales, a partir de la autopsia de Facundo, la jueza María Gabriela Marrón empezó a mostrarse distinta, a negarles todas las medidas probatorias que pedían. Ahí entendimos y comprendimos que nos minimizaba, nos ninguneaba, a nosotros y también a los fiscales, tratándonos de “pescadores”, como que estábamos “a la pesca” de algo. Nunca nada más lejos de la realidad. Lo único que necesitábamos era una jueza imparcial: no pedíamos que esté a favor nuestro, simplemente que sea imparcial y que otorgue las pruebas que le estábamos pidiendo, que después las analice y haga su trabajo como corresponde.

Con el correr del tiempo nos dimos cuenta que no. Ahí pedimos la recusación con mis abogados Luciano Peretto y Leandro Aparicio, la familia, las querellas en segunda instancia, acompañados por la Comisión Provincial por la Memoria, por último pedimos la recusación y la denuncia hacia la jueza Marrón, tanto querellas como fiscales todos juntos.

¿Cómo sigue ahora la lucha por justicia por Facu?

¿Cómo se sigue? Se sigue con una luz de esperanza que se nos ha abierto, con una luz de esperanza que podemos llegar a tener justicia, que nos pueden llegar a escuchar. Con una luz de esperanza creo que arranca este 2022, primero y principal tratando de coordinar una entrevista con este nuevo juez que nos han designado, Walter López Da Silva.

Se sigue luchando y ya no sólo por Facu, sino por todos los pibes. Se sigue luchando para que no haya ningún pibe más muerto en manos de la policía, que son quienes tendrían que cuidarnos y respetarnos como personas. No lo han hecho, nos siguen matando nuestros pibes. Es una lucha que encaramos queriendo que Facu fuese el último, pero no fue así: ellos salieron a matar nuevamente. Sabemos que se sigue peleando contra un Estado represor, para que no nos maten y nos torturen nuestros pibes. Nada; es así como seguimos pidiendo y exigiendo justicia. Se sigue con el puño en alto, como decía el Flaco, y peleando por ese nunca más que el tanto peleó.

En resumen ha sido un año tremendo, donde los únicos denunciados hemos sido nosotros. Nos encontramos amenazados, ninguneados y maltratados, por la policía y algunos testigos presentados por la policía, obvio, y por algunos periodistas. Nos encontramos en un año tremendo, en una lucha muy desigual que dimos contra esos gigantes, que compran con dinero, compran justicia, jueces, fiscales, y sobre todo compran periodistas.

¿Con qué anhelos encarás este nuevo año?

Esperamos el año que viene encontrar un poco de soluciones, un poco de paz, y poder llegar a la justicia tan deseada, no sólo por Facu sino por todos los pibes. Pero principalmente para que Facu descanse en paz debe haber justicia. Nos hemos visto ante esta vida tan dura, frente a estos gigantes que han cambiado los Falcon por las Hilux, que no ha cambiado nada el sistema policial: nos siguen matando y persiguiendo a nuestros jóvenes. Seguimos peleando por ellos.

Lo más importante es no bajar los brazos nunca; que toda lucha se sigue, que toda lucha se sepa, que toda lucha se avanza. Y que sepa el pueblo argentino que la gente laburante, los humildes, también tenemos derecho de justicia. Que sepan nuestros políticos, apañadores de estos delincuentes y asesinos, que los humildes y los laburantes también tenemos derecho a pelear por la muerte de nuestros hijos. Que ellos vayan presos. Que esta falsa democracia que nos hacen creer que tenemos, que no existe. Porque en plena democracia nos desaparecen, nos matan los pibes y hasta los ensucian: se encargan de modificar la escena del crimen, se encargan de plantar falsos testigos. Bueno, que sepan que estamos de pie, que los padres estamos de pie, que los laburantes nos levantamos cada día y decimos “hoy, hoy puede ser el día de justicia por nuestros hijos”.

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