Este viernes, la ex presidenta durante dos mandatos y vicepresidenta del gobierno anterior, publicó una carta desarrollando los problemas económicos en la Argentina de Milei.
La marca de las fuerzas del cielo
Paradójicamente, el tener un economista como presidente no trae como consecuencias resultados económicos favorables para la Nación. De hecho, la gestión que lleva adelante Javier Milei es desastrosa en todos los puntos económicos posibles y está sometiendo a la población a una aguda recesión.
La magnitud de la crisis económico va desgastando lentamente al outsider liberal que nos gobierna. En ese sentido, reaparece en la escena pública la imagen de CFK, intentando reorganizar su tropa.
En un texto publicado en sus redes sociales y titulado “es la economía bimonetaria, estúpido”, describe las falencias económicas de “la primera experiencia global anarcocapitalista” y da algunos mensajes buscando alguna explicación a la deriva actual del peronismo.
Como primer componente sostiene que Milei abandono el liberalismo al asumir y que más bien lleva un control estatal sobre tres de los cuatro precios fundamentales de la economía, siendo estos:
“1) el precio del dólar, a través de la tablita de crawling-peg del 2% mensual;
2) el precio del dinero, mediante la fijación de una tasa de interés de referencia ultra negativa;
3) el precio del trabajo, al fijar tope para los acuerdos salariales;
4) solo ha liberado el cuarto precio de la economía; el de los bienes y servicios, aunque con ciertas limitaciones: las tarifas de luz, gas y el transporte todavía conservan exiguos subsidios, en algunos segmentos de usuarios, y el Estado sigue sin contar con datos fehacientes sobre los costos reales de esos sectores”.
Además, sostiene que ha consecuencia del gobierno de Milei se “ha llevado a una caída brutal de la actividad económica y ha provocado que nuestro país sea hoy más caro en dólares que los países desarrollados del mundo”. Configurando la realidad de nuestro país en una “verdadera tragedia social”, agregando que “como siempre sucede en Argentina, al ajuste le siguen los palos”.
Podemos coincidir con la expresidenta, en que lo que experimentamos es una tragedia social, el problema es ¿Cómo enfrentamos la tragedia? Describir la situación no le pone un plato de comida al millón de chicos que se van a dormir sin comer (UNICEF), ni tampoco le devuelve el trabajo a quienes fueron despedidos, ni saca de la pobreza a más del 50% del país que se encuentra inmerso ella.
Seguir esperando, como han todas las alas del peronismo, para enfrentar el plan económico y político de este gobierno recién en futuras elecciones, es continuar allanándole el camino de destrucción de los derechos de los trabajadores y de reconfiguración social en beneficio del capital concentrado.
Continua el texto afirmando que: “el gobierno no sólo ha abandonado en la práctica el discurso liberal de anti-intervencionismo estatal, sino que también ha dejado de lado la teoría monetarista que señala a la emisión monetaria como la única y exclusiva causa de la inflación”, señalando las deficiencias de las teorías pregonaba Milei en campaña.
Asimismo, sostiene que el principal problema de la Argentina pasa por la ausencia de dólares y afirma que “los mercados lo saben”. Incorporando que “esa misma escasez de dólares fue la que impidió llevar a cabo la dolarización que Milei imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal”.
Paso siguiente, desarrolló la explicación por la que su gobierno instauró el cepo: “Una economía donde la moneda que emitimos como Estado sólo es utilizada para transacciones cotidianas (y no para todas. Ej: compra de inmuebles). Para las otras dos funciones que tiene cualquier moneda, que son las de unidad de valor y de reserva o ahorro, los argentinos utilizan el dólar”.
Además, incorpora que “Desde 1972 se calcula que Argentina atravesó 54 corridas cambiarias” y que, desde la implementación del cepo, no se pudo salir de forma perdurable de él, “y eso que pasaron macristas, peronistas y ahora hasta libertarios, todo bajo el estricto control del FMI”. Sostiene la expresidenta, jactándose de la lealtad que mantuvo su gobierno con las condiciones del Fondo y que, aun así, no funciono.
Pero cristina no solo le habla a su base social, decepcionada y con un horizonte poco claro, también se dirige a la gran burguesía que apoya esta desconcertada por este rumbo económico. De modo que, se embandera de las inversiones que vinieron durante su gobierno como “la llegada de Chevron y Petronas”. En contraposición al RIGI, el peronismo tuvo sus entregas de bienes comunes en pós de los dólares fáciles dentro de esquemas extractivistas.
No omitió chascarrillo, cuando en alusión a la falsa estima que tiene el presidente sobre sí mismo, menciono: “Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar”.
La escasez de dólares no es el único problema que atraviesa nuestro país, CFK también asegura que: “Si a este fenómeno le agregamos el endeudamiento geométrico -en esa misma moneda que no emitimos- producido durante el gobierno de Macri, con inversores extranjeros o nacionales, con sobretasas y con curvas de vencimientos incumplibles, no hace falta explicar más nada”.
Un problema no menor, y que como ella misma reconoce que su gestión lo desestimo, cuando enumera los componentes del peronismo torcido.
¿Peronismo torcido o en crisis?
La expresidenta enumera algunos elementos que hicieron torcer y desordenar al peronismo, la lista de los componentes que constituyen el momento actual de peronismo contiene los siguientes puntos:
- Deuda externa: Cristina menciona en el texto que el peronismo se torció “cuando olvidó que los muertos no pagan las deudas y convalido el préstamo multimillonario e irregular que el FMI, violando su propia normativa interna, había otorgado al gobierno de Mauricio Macri para que ganara las elecciones. No sólo eso, se castigó a nuestro país fijándole sobretasas de interés usurarias y curvas de vencimientos incumplibles. Por si eso fuera poco, se permitió además que se apliquen las políticas dictadas por el organismo que dieron comienzo a un proceso inflacionario”.
- El salario: Según la expresidenta fue la primera experiencia donde del “peronismo con trabajadores registrados pobres”. Hecho al que hay que sumarle, que la mayoría de los puestos de trabajo generados durante el 2019-2023, fueron bajo condiciones de precarización e informalidad.
- Divisas: CFK también reconoce que se “mal administró las divisas”.
- Hipocresía: Este elemento de dimensión política institucional y hasta incluso moral fue uno de los que sigue golpeando al peronismo aun sin ser gobierno. La expresidenta admite que “se anuló la palabra presidencial por la aparición de un documento fotográfico donde se comprobaba la violación de las normas de aislamiento por parte de quien las había firmado”. Siguen despegándose de Alberto, en este caso con la foto de Olivos y otros se han bajado de la nave del Capitán Beto, con la denuncia por violencia de género en su contra, y los videos que derivaron de la misma.
- Trabajo: Según la expresidenta no advirtieron “la modificación de las relaciones laborales”.
- Estado: Uno de los elementos que aprovecha Milei en cada oportunidad que tiene, es el mal funcionamiento del Estado en cosas básicas y con gastos que en muchos casos, anticipaban corrupción. Así lo menciona CFK: “Cuando no avanzó sobre el viejo modelo de Estado omnipresente que derivó en ineficiencia e ineficacia y no construyó una nueva estatalidad más vinculada a la comunidad y su organización a través da la participación de sus diferentes estamentos”.
- Déficit Fiscal: Atado al punto anterior, Cristina le cede a discursivamente a Milei, sosteniendo que el peronismo “no impulso la reversión del déficit fiscal a través de la reducción del gasto tributario existente por eximiciones, exenciones o promociones a sectores concentrados de la economía; junto a una reforma tributaria que no sólo simplificara la administración impositiva, sino que permitiera construir un sistema más racional y equitativo”.
- Educación: CFK plantea una “revisión y reforma profunda de la educación pública”.
- Seguridad: Otros de los errores que hubo, según cristina fue la falta de un “plan de seguridad de carácter integral”.
¿Dónde está la salida?
La receta que postula la exvicepresidenta de Alberto Fernández, para curar el estado del peronismo es que “hay que poder enderezar las experiencias y ordenar las nuevas demandas para poder alinear pensamiento, palabra y acción: una trilogía indispensable a la hora de formular propuesta y estrategia que permitan organizar una fuerza política que vuelva a representar mayoritariamente, para pasar de ser oposición a alternativa de gobierno”.
Todo un enfoque reflexivo de formulaciones para contener a la estructura peronista pensando en las elecciones del 2025 (o incluso 2027), ninguna medida concreta para enfrentar el enorme ajuste que nos está implementando el gobierno de Milei.
A sabiendas incluso, de las enormes consecuencias que generara a futuro el plan económico de este gobierno como menciona al decir: “Sin embargo, cuando la anti política se quede sin respuestas por el fracaso de teorías extravagantes que solo causan odio y dolor; no solamente deberemos reconstruir la moneda, sino también la política”.
El texto de CFK, como hemos mencionado tiene un doble significado, dar respuesta política a su base social que sigue golpeada por los escándalos que envuelven a Alberto Fernández y como postulación política ante un escenario de incertidumbre económica que anuncia mayor crisis y posiblemente, mayor conflictividad social. No está dirigida solamente a su base social, sino también a los sectores burgueses que están pensando un plan B por si Milei es un fusible, del que tengan que desprenderse.
Hay un objetivo consciente en el peronismo para no enfrentar la tragedia social en la que estamos inmersos, y es que Milei pueda realizar el trabajo sucio de la modernización del Estado y las relaciones laborales, para no tener que pagar el costo político que implica semejante ajustazo.
Es por eso, que la conducción de la CGT se sienta a negociar puntos de la reforma laboral y asoma muy cada tanta con alguna acción para descomprimir la bronca popular. De tal forma, que tanto la CGT, como toda estructura asociada directamente al peronismo no encuentra forma de salir de su crisis y acumulan desprestigio. También debates internos, expresados ahora en una parte del sindicalismo que convoca el 11 contra el veto a las jubilaciones. Aunque no hablan por ahora de ninguna continuidad.
el peronismo, con CFK y Néstor a la cabeza tuvo la oportunidad histórica de, dado un entorno regional y económico favorable, en donde el “progresismo” estaba en auge y Chávez hablaba del Socialismo del siglo XXI, de patear el tablero y cambiar las relaciones estructurales en Sudamérica. No hicieron nada de eso y cuando fue pasando el tiempo de la economía con “viento de cola” se sumergieron en el ajuste que condujo a Macri primero y a Milei después.
Las condiciones habilitaban la profundización de medidas antiimperialistas y avanzar de fondo, hacia una reconfiguración de las relaciones sociales. Nosotros creemos, en clave socialista. El peronismo no creyó siquiera, en reformas profundas. Terminó gestionando un ajuste de carácter liberal, combinado con discurso progresista.
Ese era el programa de esa oleada progresista, administrar de formas un poco más humana las viejas y podridas estructuras del capitalismo. Esa oportunidad fue desaprovechada y el movimiento pendular de no ir hasta el final, trajo consigo fenómenos de derecha y luego de ultraderecha.
Sin embargo, el pecado del peronismo no termino ahí, sino que la pésima gestión que encabezo Alberto Fernández pero que fue responsabilidad de todos, le termino abriendo la puerta al “anarcocapitalista” de Milei. fueron muchos más los elementos, que causaron un “peronismo torcido” que los que enumera Cristina, pero no compaginan errores dentro de la matriz peronista sino su esencia patronal.
El solo hecho de haber validado la estafa de deuda que tomo Macri con el FMI, y haber descargado un importante ajuste que afecto a las condiciones de vida del pueblo, con tal de pagarla. Demuestra la perdida de las tres banderas centrales que identificaron al movimiento y que extraviaron hace ya varios años.
Hoy mismo, aunque Cristina lo mencione en su carta no plantean ninguna denuncia a la deuda. Y en un movimiento político en plena crisis, hasta su propia carta a traído nuevos debates, críticas y enojos de dirigentes del peronismo y la CGT.
Tenemos que enfrentar y derrotar a Milei. La carta de CFK no aporta a ese objetivo más allá de algunas denuncias correctas. En el plano inmediato se precisa la más amplia movilización para enfrentar las políticas de este gobierno, algunos puntos fundamentales son la lucha contra el veto a los jubilados, por la defensa de la educación pública, por salarios dignos, contra la reivindicación de la dictadura, contra los despidos, la reforma laboral y el DNU 70/23 que sigue causando estragos.
Del mismo modo, la salida al momento histórico donde estamos no puede ser dentro de las estructuras torcidas e imposibles de enderezar, que son parte responsable del presente que vivimos. Hay que construir algo nuevo, junto a la izquierda, una alternativa con un claro programa de fondo anticapitalista y socialista, que integre banderas y causas antiimperialistas y de soberanía nacional, con el protagonismo de las y trabajadores y la juventud. Que permita cambiar de una vez y para siempre, esta sociedad de opresión y explotación. El Frente de Izquierda Unidad que integramos, tiene la responsabilidad y oportunidad de abrir canales de convocatoria y participación para forjar esta herramienta fuerte que hace falta.