Esta tarde, en la previa al tratamiento el día de mañana en el Senado del cuestionado DNU con el que Milei inauguró su gobierno, desde la Oficina del Presidente se hizo público un documento para impedir que tal medida figure en el temario. A simple vista, una clara intromisión del Poder Ejecutivo en los temas que trata el Congreso. Esta vez, a modo extorsivo, en el documento mencionado el presidente denunció que tratar el DNU significa una “decisión unilateral de algunos sectores de la clase política que pretenden avanzar con una agenda propia e inconsulta”. Y además agrega: “El potencial rechazo del DNU, que actualmente se encuentra próximo a una definición de la Corte Suprema de Justicia, conllevaría un grave retroceso a los derechos y necesidades del pueblo argentino, implicando por ejemplo la ley de alquileres, el retorno de un sistema rígido de obras sociales sindicales, el sostenimiento del modelo corrupto de los registros automotor y la anulación de la política de cielos abiertos, entre otras”.
No hay que ser muy ávido en política para entender que estas palabras tienen dos importantes receptores. Uno de ellos es el conjunto de los gobernadores con los que se está negociando el “pacto de mayo” y una nueva “ley ómnibus”, sumamente recortada en comparación con la original. A este grupo, con el que las negociaciones no avanzan con el ritmo que al gobierno nacional le gustaría, le piden que no atente con el canal de diálogo que se abrió para seguir negociando la parte del ajuste que aún falta, según el programa de Milei. El segundo destinatario de este mensaje no es plural, sino que es la mismísima vicepresidenta, Victoria Villarruel. Fue ella quien a principios de semana realizó la convocatoria en la Cámara que preside y además puso al DNU en el temario.
Diferentes elucubraciones se realizan al respecto de esta interna entre el presidente y su vice. Algunos mencionan la posibilidad de que la relación tensada haya elevado la confrontación luego de que Milei les haya negado el aumento a los diputados y senadores nacionales, mientras que él mismo se había subido su dieta. El resto de la historia ya la conocemos. De todas maneras, sea este u otro motivo queda a la vista la debilidad que existe en las alturas por parte del gobierno nacional. La frase de Macri, indicando que el círculo del presidente termina en la hermana, pasa de ser un chiste de mal gusto para Milei a una realidad que es algo palpable.
Todas estas confrontaciones palaciegas se agravan aún más con la aparición del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, quien salió al cruce del gobierno mencionando: “Alberdi, tan citado y tan poco leído”. Con esta chicana explícita sugiriendo al prócer que tanto nombra Milei, ¿cuál será el fallo de la Justicia sobre el DNU? Todo terreno desconocido para el presidente, situación que lo pone nervioso y lo hace actuar de forma antidemocrática, como un monarca, para presionar al Congreso y evitar una nueva derrota como fue en la ley ómnibus, aunque no logró todavía evitar la sesión de mañana. No hay que dejar de mencionar al cuestionado protocolo represivo de autoría de Bullrich, utilizado por el Ejecutivo para hacer pasar estas reaccionarias reformas, que se encuentra en la Justicia por una acción iniciada por la diputada del MST en el FIT-Unidad, Cele Fierro, y ya fue varias veces desafiado y hackeado en las calles en diferentes oportunidades, la última con la multitud que marchó el pasado 8M.
Lo mencionado expresa la crisis del gobierno, pero hace metástasis en el conjunto del régimen. De todas maneras, lo dicho no pone en duda el apoyo que el FMI ha expresado al gobierno ni el mismo que reflejan las principales patronales extranjeras y del país que bancan al liberfacho. Sin embargo, el ajuste descargado, los diferentes episodios que han ocurrido en la calle desde el 20 de diciembre, pasando por la convocatoria en Tribunales que hizo la CGT, el paro general, las jornadas contra la ley ómnibus y el 8M mencionado, han horadado el capital político del actual gobierno que asumió apenas el pasado 10 diciembre de 2023, pero parece que está desgastado como si estuviese en más de la mitad de gestión. Es probable que más contradicciones y roces se cristalicen en las alturas mientras el ajuste haga que las calles se calienten más y el apoyo del 56% que tuvo Milei para llegar a la Rosada siga su ruta empinada hacia abajo. Es aquí, dentro del panorama descrito y con un resultado social catastrófico, que la crisis evidenciada exige una vez más la necesidad urgente de que la CGT deje de dormir la siesta y convoque a un nuevo paro nacional activo y a un plan de lucha para derrotar todo el plan de Milei y que caiga este antidemocrático DNU. A la vez todo el que se diga opositor en el Congreso tiene que votar en contra de este DNU en ambas cámaras, toda otra posición es complicidad con Milei y el desastre que le ocasiona al país y a la población.