Finalmente, Alberto firmó un nuevo DNU hasta el 25 de junio. El decreto, si bien nuevamente va a tener diferencias según el grado de “alerta epidemiológica” y el dedo del gobernador correspondiente, por cierto, contiene un claro sesgo aperturista. En el AMBA se extiende el horario comercial hasta las 23 hs y se habilita la presencialidad escolar. Si bien en lo fundamental coincide con KIcillof, Larreta agrega para el área capitalina shoppings y actividades sociales.
Tales medidas se toman cuando el país superó los 4 millones de casos, sigue en el top ten mundial, cerca de las 85.000 muertes y con apenas el 7% de la población con ambas dosis de la vacuna.
El argumento es una tendencia a la baja en la curva de contagios de los últimos 14 días del 19%. Parámetro que se utilizaría para una suerte de semáforo nacional paras definir las zonas rojas en el país. Sin embargo, a la par que ello genera debates entre los especialistas, podemos decir que se trata de una lectura tramposa y funcional a impulsar el aperturismo como demandan los sectores empresariales. Y por supuesto, pensando ya en clave electoral, los gobiernos hacen demagogia con la desesperación de la gente que necesita salir a ganar su sustento porque no se han tomado las medidas sociales necesarias para sostener la crisis que castiga ni mucho menos para bancar una restricción estricta como la que venimos demandando.
Medidas cuestionables
- Porque la leve baja en los contagios tuvo que ver con las moderadas y efímeras restricciones que se tomaron y no solamente con el lento avance de la inmunización colectiva.
- Porque el mapeo epidemiológico se hace sin testeos a escala. En nuestro país sigue siendo bajo el ritmo de testeos y no se detectan muchos casos asintomáticos.
- Porque la implementación indiscriminada de las presencialidad escolar jugó un papel en el disparo de la segunda ola. Además vuelve a hacerse a como dé lugar, sin debate con los docentes y la comunidad, sin los protocolos y la vacunación necesarias. Y se suma a la apertura de todas las ramas de producción y servicios.
- Porque no considera en absoluto la tensión tremenda que hay en el sistema sanitario y el salto en el agotamiento y desgaste laboral del equipo de salud. Amén de regiones con signos de colapso como Córdoba. Volvemos a insistir en que el mero número de ocupación de camas informado oficialmente no refleja la realidad al incluir camas críticas que no cuentan con el personal de salud ni la infraestructura global que se necesitan.
No quieren poner plata
El nudo de la decisión política de Fernández y gobernadores es uno solo e indiscutible: la economía capitalista por sobre la salud y, ahora, además con un condimento electoral. En plena renegociación de la deuda para pagar y con los ricos más ricos.
Nosotros somos categóricos. Para frenar la pandemia se necesitan medidas concretas y simultáneas que arrancan porque exijamos al gobierno la ruptura con el FMI y el Club de París, el no pago soberano de esa deuda fraudulenta y un impuesto progresivo y permanente a las grandes fortunas y rentas de las corporaciones. Con esa plata se puede sostener las medidas restricción reales que hacen falta y fortalecer el sistema de salud.
Esta plata se puede invertir ya. Y que no hayan excusas para implementar las medidas sociales y sanitarias.
Necesitamos fases de aislamiento estrictas intermitentes, sostenidas en un mapeo real con testeos a escala.
Necesitamos que se sostenga esa fase 1 con medidas sociales un aumento general de salarios actualizados a inflación, IFE de 40 mil, prohibir realmente los despidos y suspensiones, entre otras.
Necesitamos que se avance a la vacunación masiva. Expropiando los laboratorios de Sigman y el de Figueiras (Richmond), para disponer de las vacunas ya, liberando patentes, mientras se avanza en un plan de producción publica masiva.
Necesitamos avanzar a un sistema único de salud, con aumento de salarios, bioseguridad y reconocimiento profesional y laboral de la primera línea.