lunes, 23 diciembre 2024 - 04:36

Covid-19. La “cepa inglesa” ya está con nosotros

            Este fin de semana el Ministerio informó que la variante de Coronavirus conocida como “cepa inglesa” ya tiene circulación comunitaria en Argentina. Esto debiera encender luces de alarma en nuestro sistema de salud por varios motivos. Esta variante es más contagiosa, podría producir mayor morbimortalidad y tal vez eludir los métodos diagnósticos actuales. Todo esto podría llevar entonces a nuevos picos de contagio, saturación de camas en hospitales y sobrecarga de trabajo para el personal de salud.

            Los virus se multiplican a gran velocidad, esto conduce muy frecuentemente a mutaciones. En el caso del SARS CoV2, responsable de la pandemia actual, las más conocidas hasta ahora son las denominadas “cepas” del Reino Unido, Brasil y Sudáfrica.

A diferrencia de lo que ocurrió con las mutaciones de anteriores enfermedades por coronavirus, el SARS y el MERS, donde las mutaciones hicieron que el virus perdiera capacidad de infección y se fue autolimitando la enfermedad, aquí lo que se está observando es todo lo contrario. La variante británica que hoy reconoce el Ministerio que tiene circulación comunitaria en Argentina, según estudios preliminares sería un 70% más contagiosa que la original. También los ingleses han advertido que la virulencia podría ser mayor, es decir producir más enfermedad y más grave, con la consiguiente posibilidad de mayor cantidad de pacientes internados y sobre todo el temor de mayor ocupación de camas críticas que es lo que produce más estrés de los sistemas de salud y a la postre mayor mortalidad. Los estudios epidemiológicos para verificar todas estas observaciones preliminares recién están en curso y son muy enfatizados por la OMS. El motivo es simple: si bien la cepa fue reconocida inicialmente en el Reino Unido ya circula por lo menos en más del 30 países y 23 estados de EEUU y ahora en nuestro país también.

            Por esa razón muchos países, incluida la Argentina, decidieron cerrar las puertas a los viajeros provenientes de Inglaterra, cosa que al parecer no está dando resultados, ya que uno de los dos casos registrados aquí es oriundo de La Matanza y no tiene ningún antecedente de viajes ni contacto con viajeros. El otro caso detectado en la Provincia de Bs As, sí viajó a EEUU.

            Por supuesto que los laboratorios productores de vacunas como la Sputnik y la de Pfizer se apresuraron a informar que sus vacunas son efectivas para esta nueva variante, presumiblemente guiados por la necesidad de preservar sus ganancias y vender a todo el mundo su vacuna ya en producción y no ponerse a investigar y producir una nueva vacuna. Pero insistimos en que esta información de los laboratorios no cuenta con grandes estudios epidemiológicos y clínicos que la avalen. Se basa en el supuesto de que al no cambiar en ella la estructura de la espícula que detectan las vacunas estás serán igualmente efectivas. La OMS sin embargo, con buen tino, recomienda hacer estudios de seguimiento tanto epidemiológicos como clínicos para verificarlo. De hecho la de Sudáfrica tiene mutaciones que claramente pueden llevar a suponer que las vacunas actuales no sería efectivas.

Perspectivas y propuestas

            En todo el mundo y sobre todo en nuestro país, la circulación de esta nueva cepa puede no sólo apresurar la temida (y aún sin precisiones) segunda ola con su secuela de mayor número de enfermos graves e internados y saturación del sistema de salud.

            Sobre todo, teniendo en cuenta las dudas sobre los métodos diagnósticos. La popularizada PCR podría no detectar los nuevos contagios y así el virus circular velozmente como sugiere la OMS. En nuestro país esto se ve potenciado porque la capacidad de testeo nunca llegó a un nivel aceptable, ni siquiera con la cepa original. Dado que los confinamientos y cuarentenas generalizadas, por el propio transcurrir de un año de pandemia en manos de estos gobiernos ya no parecen ser practicables en nuestro país (tampoco a nivel mundial) y la presión para la apertura económica también conspira contra ello, la única posibilidad de responder a este nuevo peligro es multiplicar la capacidad de testeos. Asimismo verificar que las pruebas detecten efectivamente las nuevas variantes de Covid y luego aplicar confinamientos selectivos a través de realizar la trazabilidad del virus. Esta parece ser la única forma de amortiguar una segunda ola, ahora con la posibilidad que la misma sea por esta nueva cepa. También es el único modo de evitar el peligro de la sobrecarga del sistema de Salud y de su personal.

            Para esto se requiere de disponer de nuevos y multiplicados fondos para investigación, para comprar kits diagnósticos y más vacunas, incluyendo las nuevas vacunas que se deban producir si es que las actuales no confirman su efectividad para estas cepas emergentes. Disponer de todos los fondos necesarios implica hacer lo opuesto a lo que hace Alberto Fernández, que en medio de la pandemia y ante este nuevo riesgo cierto decidió pagarle más de 300 millones de dólares al FMI, como señal de buena voluntad para las negociaciones en curso donde deberemos pagar mucho más. Nosotros decimos claramente que se deben suspender todos los pagos de la deuda de inmediato, crear un verdadero impuesto a la riqueza y destinar todos esos cuantiosos recursos para poder hacer frente a nuevas contingencias como ésta a la que nos expone la pandemia.

*El autor es médico y miembro de Alternativa Salud/ANCLA-MST

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