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El lunes mediante un DNU, el gobierno anunció medidas de flexibilización del servicio postal, mientras declaraba la posibilidad de privatizar la empresa.
Continúa la motosierra
Sturzenegger se reunió con Milei y definieron su próximo movimiento. Luego de polarizar con la lucha aeronáutica y avanzar por la desregulación de rampas y la política de “cielos abiertos”, el gobierno avanza por la flexibilización del servicio postal y lo seduce la idea de privatizar Correo Argentino.
A través del decreto 1005/24 publicado en el Boletín Oficial el lunes, se anunciaba esta medida, posteriormente defendida por Manuel Adorni: “El gobierno ha tomado la decisión de desregular el servicio de correos. Con esta medida lograremos más competencia, mayor digitalización y mejor seguridad en materia postal”.
Explicando la medida, el ministro de Desregulación y transformación del Estado publicó en su cuenta de X: “Cualquier persona jurídica que desee manejar un correo podrá hacerlo y solo deberá informar que está involucrado en dicha actividad. En mensajería urbana también lo podrán hacer las personas humanas. No se necesitará entregar documentación ni comprobar la tenencia de vehículos u otras instalaciones; se caen todos los trámites de habilitación: el negocio pasa a ser libre”.
Si bien Correo Argentino fue descartado dentro de la nomina de privatizaciones de la Ley Bases, el gobierno vuelve a poner en agenda su privatización, como explica Alejandro Bodart: “en la anterior privatización del Correo Argentino el clan Macri se robó 300 palos verdes”.
Milei es la casta recargada
— Alejandro Bodart (@Ale_Bodart) November 11, 2024
En la anterior privatización del Correo Argentino, el clan Macri se robó 300 palos verdes que le debían al Estado y se autoperdonaron cuando Mauricio fue presidente. Volver a privatizarlo implica más despidos y menos transparencia electoral, ya que el… pic.twitter.com/MJF7ThTXSQ
El afán privatizador de Milei amenaza con la privatización de la empresa que garantiza gran parte de la transparencia electoral, justamente un año antes de las elecciones. El gobierno posa en contra del Estado, mientras se nutren los presupuestos de seguridad para la represión y se recortan áreas sensibles para hacer negocios con la casta. Del supuesto “elefantismo” estatal pasamos a la acefalia total.
Como ya lo ha demostrado la historia, el servicio de correos ha dejado mucho que desear en manos privadas. Al contrario, Correo Argentinos no solo debe ser estatal sino que debe estar bajo el control de sus trabajadoras y trabajadores.