Este Día Internacional de la Mujer Trabajadora se hizo sentir a lo largo y ancho del país. Con movilizaciones y concentraciones en todas las provincias, Córdoba fue una de las mayores concentraciones.
Desde las 18 horas y arrancando en Colón y Cañada, más de 50 mil personas marchamos por consignas como la separación de la Iglesia y el Estado, presupuesto para la lucha contra la violencia de género, justicia para lxs víctimas de femicidios y por igualdad real.
Fue una gran jornada de lucha, pero lo novedoso en Córdoba es que por primera vez se realizaron dos marchas por separado: una columna masiva, organizada por la asamblea Ni Una Menos de forma democrática y pluralista, y la otra marcha que fue organizada por los sectores afines al gobierno nacional. Este último grupo marchó de forma separada, consecuente con su decisión política de no criticar ni cuestionar a los distintos gobiernos o a la presidencia de Alberto Fernández, que a un año de haber asumido no hizo más que profundizar la vulnerabilidad en la que vivimos las mujeres y disidencias.
Por más que diga que ha terminado el patriarcado, la realidad es que no han parado los femicidios y transfemicidios, mientras que tampoco se llevó a cabo ninguna medida concreta que nos garantice algún tipo de protección. No alcanzan los ministerios, comisiones, secretarías; lo que necesitamos es un presupuesto nacional real.
Desde que comenzó el año, ya son más de ocho femicidios en la provincia y ninguna respuesta del gobierno de Schiaretti para parar la violencia de género. El presupuesto actual sigue siendo insuficiente para responder ante las distintas violencias que vivimos día a día: las trabajadoras del Polo de la Mujer continúan absolutamente precarizadas al igual que quienes trabajan en la línea de emergencia, los refugios no alcanzan y aún así el gobierno destina solo dos pesos por mujer para solucionar esto. Exigimos un presupuesto real para combatir la violencia de género.
En la barredora principal de la marcha convocada por la asamblea Ni Una Menos estaban familiares de Emilse Gajes, la joven hallada ahorcada semanas atrás en cercanías al Hospital Misericordia. Mientras la Justicia insiste en caratular el hecho como una “muerte de etiología dudosa”, su familia y compañerxs reclaman que fue un femicidio.
El sistema judicial sigue sin protegernos. Son los mismos jueces machistas que se niegan a dar perimetrales contra violentos, que defienden violadores y femicidas. Necesitamos leyes con perspectiva de género y elegir lxs jueces y fiscales por voto popular. Necesitamos organizarnos y luchar, pero también señalar quiénes son los responsables de que no se tomen siquiera medidas más que necesarias. Seguiremos en las calles, organizadxs y luchando hasta que caiga el capitalismo patriarcal.
Candela Gambuli Castrilli