El miércoles 19 de abril en un desayuno con la prensa presentamos las principales candidaturas del Frente de Izquierda Unidad para las elecciones provinciales. Nuestra compañera Luciana Echevarría encabezará la lista a la Legislatura, Liliana Olivero será candidata a gobernadora y Laura Vilches a intendenta de la capital. La lista se completa con trabajadores, activistas ambientales, feministas, jóvenes y luchadores sociales que proponen un modelo diferente de provincia, sin ajuste ni represión y con plenos derechos para las mayorías.
Una provincia en crisis
Córdoba no escapa a la realidad nacional, al contrario, los casi 25 años de gestión del PJ dejan una provincia devastada: los índices de pobreza, indigencia y desocupación superan la media nacional, el trabajo no registrado alcanza a más de la mitad de los trabajadores asalariados, los salarios de la salud y la docencia son miserables, lo público está destruido y el ambiente colapsado. Esas son algunas consecuencias del modelo económico y político que hace un cuarto de siglo beneficia a los empresarios y sectores concentrados en detrimento de las mayorías.
Hay datos que sirven para graficar esta situación: en los últimos 10 años el gasto social (salud, educación, desarrollo y vivienda) se redujo 5 puntos. Mientras que el gasto económico, básicamente deuda y obras faraónicas, aumentó 12 puntos. Si miramos la masa salarial estatal, se redujo más de 11 puntos, aún cuando la cantidad de personal aumentó. Es decir, el modelo cordobesista que Schiaretti pretende exportar al país se sustenta en trabajadores pobres y super explotados, servicios esenciales vaciados y desfinanciados y, como contracara, amplísimos beneficios para los empresarios. De hecho, prácticamente no ha pasado un mes en la Legislatura sin que se apruebe algún programa para beneficiar a algún sector empresarial.
Este gobierno que se jacta de ser el que menos proporción de empleo público tiene, no dice que esos números ocultan a los trabajadores precarizados, monotributistas, becarios y otras formas de contrato basura que prestan servicios en el Estado, y oculta que todos, precarizados o no, están bajo la línea de pobreza, porque es un gobierno “austero” con los de abajo y extremadamente generoso con los de arriba.
Justamente por este motivo la docencia y la salud están en pie de lucha y hace meses que rechazan las propuestas salariales de miseria que les presenta el gobierno. La vocación de lucha por abajo es tan grande que forzó a la conducción traidora de Monserrat a rechazar la propuesta y sostener un plan de lucha y, aunque aceptó la conciliación obligatoria trucha, la pelea sigue.
No tan distintos
Semejante panorama provoca mucho cansancio y malestar y lleva a pensar en un fin de ciclo del gobierno de Hacemos por Córdoba, pero Juez y De Loredo, que se proponen como reemplazo, no son alternativa. La derecha de Juntos por el Cambio y la UCR comparten el modelo de provincia para unos pocos. Basta ver como en la legislatura votan juntos todos los proyectos a favor de los empresarios. También acordaron salvar a Oscar González de la expulsión y garantizarle impunidad para cuidar sus privilegios de casta, luego de que este usando ilegalmente un vehículo judicializado, cometiera un crímen vial en el que falleció una docente y resultaron gravemente heridas dos menores. También coincidieron en presentar proyectos para prohibir la protesta social. Es más, son tantas las coincidencias que varios intendentes del PRO y la UCR aún no decidieron si van con su partido o con su histórico opositor. Demostrando que los proyectos de Juez y Llaryora no difieren en esencia.
Bancas de los de abajo
Justamente por esto, el rol de nuestra compañera Luciana Echevarría en la Legislatura fue y es fundamental. Por ejemplo, sólo desde las bancas de izquierda exigimos la expulsión de Oscar González, y eso es porque nuestra legisladora es una trabajadora que entiende la política como una herramienta de transformación y no como un lugar para beneficio individual. Por eso sigue cobrando como una docente y presentó una batería de proyectos antiprivilegios para que todos los políticos cobren el salario de una directora de escuela, atiendan su salud en el hospital público, lleven a sus hijos/as a la escuela pública, cumplan con lo que prometen y puedan ser revocados si no cumplen. En fin, leyes anti-casta de verdad, que se bancan con el cuerpo y el accionar cotidiano.
Para que las voces de los de abajo lleguen, Luciana impulsa banca abierta, un espacio para que quienes quieran puedan acercar sus ideas e inquietudes y estos puedan ser transformados en proyectos. Así hemos presentado propuestas concretas para cada uno de los problemas de las y los cordobeses, logrando incluso que, aún con la mayoría absoluta del oficialismo, se traten y aprueben temas importantísimos como fue la adhesión al cannabis medicinal. Otra enorme diferencia con los liberfachos que hablan mucho, pero después faltan a todas las sesiones y no presentan ni una iniciativa en favor de los de abajo.
Y claro, somos las bancas que defienden el ambiente y están presentes en todas las luchas, contra el saqueo, la contaminación y por los derechos de todos los sectores postergados, por eso Luciana no sólo se opuso en la Legislatura a la Autovía de Punilla sino que le pone el cuerpo a la pelea de las comunidades en el territorio, e incluso ha denunciado penalmente a los gobiernos provincial y municipal y también a Aguas Cordobesas y el ERSEP por el estado lamentable en el que se encuentra el dique San Roque y el agua contaminada que proveen a más de un millón de cordobeses.
Multiplicar las bancas para que lleguen todas nuestras voces
Las bancas de la izquierda hacen la diferencia, llevan la agenda de los de abajo, ponen límites a la corrupción y los privilegios, también enfrentan directamente los ataques -como la reforma jubilatoria-, están en cada lucha para fortalecerla y presentan proyectos que de verdad significan una salida para las mayorías populares. Por eso justamente queremos multiplicarlas y por eso nos enorgullece que nuestra compañera Luciana sea la primera candidata a legisladora por la izquierda cordobesa, porque estamos seguros de que así vamos a fortalecer la pelea por un modelo de provincia opuesto al que proponen los candidatos de los partidos tradicionales.
Porque, aunque haya muchísimos candidatos, hay sólo dos proyectos: el de ellos, que quieren seguir saqueando nuestros bienes comunes y explotando a los de abajo para que un puñado se haga cada vez más rico, y el nuestro, dispuesto a tocar los intereses de los poderosos para que nuestra provincia sea gobernada en favor de los trabajadores y el pueblo.
Ante tanta derecha, en sus diferentes expresiones políticas y tantos intentos de fortalecer la represión y la persecución para hacer pasar el ajuste, hoy más que nunca es necesario una izquierda fuerte y por eso el FITU debe unirse, las compañeras y compañeros del PO tienen que seguir construyendo esta unidad sin dividir en momentos tan importantes. De nuestra parte vamos a poner toda nuestra fuerza en la calle, en cada lugar de trabajo, de estudio, en cada barrio y en todos los territorios, para llevar nuestras propuestas y nuestras ideas y que más voces de la izquierda lleguen a los lugares donde se toman las decisiones.
Vicky Caldera