Se cumple un año desde que asumí la banca de legisladora provincial como un nuevo puesto de lucha. Aquí van unas líneas a modo de balance.
Este año fue completamente atípico y permitió que lo que denunciamos desde hace mucho tiempo, salte a la luz y sea evidente para millones de trabajadores y trabajadoras: el sistema injusto en el que vivimos no tiene nada bueno para ofrecernos y quienes gobiernan lo hacen siempre al servicio de los intereses de los millonarios y en contra de las necesidades de los de abajo.
Al servicio de las luchas
Esto, que se comprobó en el país y en el mundo -crisis, pandemia y rebeliones-, en Córdoba tuvo sus expresiones particulares. Y también tuvo a la clase obrera y a los sectores populares de pie y luchando, aún en plena pandemia. Desde nuestro partido fuimos parte de todas esas luchas y pusimos la banca a disposición siempre, demostrando que otra forma de hacer política no sólo es posible, sino que, además, es totalmente necesaria, para que las voces de los de abajo sean escuchadas en los espacios de decisión.
El comienzo de este año nos encontró luchando en defensa de la fuente laboral en Minetti, un molino harinero cuyos dueños decidieron cerrar en plena crisis dejando sin trabajo a cientos de familias. El mismo día que asumí llevé esa lucha al recinto y acompañé a los trabajadores y sus familias que estaban movilizados fuera de la Legislatura, exigiendo al gobernador una respuesta. También elaboramos en conjunto un proyecto de expropiación que garantizaba el sostén de la fuente de trabajo y además permitía al estado producir su propia harina, elemental para la alimentación de las cordobesas y cordobeses. Obviamente el PJ le dio la espalda.
También acompañamos a la comunidad educativa del Carande Carro, una escuela muy importante de Villa Carlos Paz que hacía años reclamaba por un edificio en condiciones para que los chicos puedan estudiar. El edificio no llegó nunca y esos chicos no pudieron ni siquiera empezar las clases.
Por la salud pública
Luego llegó la pandemia y claramente lo tiñó todo. Antes de que se decretara la cuarentena desde nuestro bloque ya habíamos presentado un proyecto integral para declarar la emergencia sanitaria, destinar presupuesto suficiente a cubrir todos los gastos que demandara equipar correctamente al sistema de salud, declarar de utilidad pública a las instalaciones de las clínicas privadas, testear masivamente y demás medidas, que ni siquiera en el pico de la pandemia el gobierno estuvo dispuesto a llevar a cabo, exponiendo así al contagio y la muerte a miles de cordobeses y sobre todo al equipo de salud.
Como todes sabemos la pandemia agudizó problemas estructurales de larga data: la pobreza, la indigencia y la desocupación aumentaron abruptamente dejando a miles en la calle y sin poder satisfacer ni siquiera sus necesidades más básicas. Lamentablemente la Legislatura se mantuvo completamente ajena a los reclamos de la población y no dio respuesta a sus demandas centrales. En la vereda opuesta, nosotros no sólo acompañamos todas las luchas, sino que con mucho esfuerzo llevamos proyectos e iniciativas que permitieran una respuesta integral.
Hay que decir que no sólo no se atendieron las necesidades urgentes de la población, sino que el gobierno aprovechó la pandemia y la cuarentena para avanzar con ataques a las condiciones de vida de los trabajadores. Schiaretti se lleva un triste récord: es el único gobernador que ajustó a los jubilados en plena cuarentena, haciendo pasar un recorte histórico a las jubilaciones cordobesas.
Enfrentando el ajuste
Y ahora fiel a su costumbre aprovecha los últimos días del año para votar leyes vergonzosas. El 15 de diciembre, después de un año dificilísimo para la docencia, metió una reforma al estatuto que recorta derechos básicos y avanza en la precarización laboral docente, exigiendo profesionalización cuando es el propio gobierno el que manda a cerrar los terciarios. Desde la banca presentamos un despacho alternativo, de titularización masiva, que contó con el apoyo de la mayoría de los bloques opositores. Y así, dos días antes de Navidad, van a votar la construcción de la autovía de Punilla, sin debate con los vecinos, sin estudio de impacto ambiental, ni nada. En el año del ecocidio pretende seguir desmontando y dañando las cuencas serranas. El mismo día van a aprobar el Consenso Fiscal y harán reformas cosméticas a los tribunales de control de conducta policial para lavarle la cara a esa mafia armada que es la policía de Córdoba.
La oposición tradicional en esta Legislatura está bastante desdibujada, porque la mayoría del PJ es aplastante. Su táctica es mostrarse siempre unida y en general presentan proyectos de poco impacto para la sociedad, pero con mucha aparición pública tratando de polarizar entre ellos y el oficialismo. Pero la realidad es que en temas centrales están de acuerdo, tanto que Juntos por el Cambio les ha votado el presupuesto 2021. Y aún cuando plantean diferencias, como el caso de la UCR, lo hacen desde un lugar hipócrita, cuestionando por ejemplo el endeudamiento del gobierno provincial cuando ellos junto al gobierno de Macri han sido los principales impulsores de esa política.
Un balance positivo y grandes desafíos
Nosotros, así como llegamos acá, con mucho esfuerzo y realmente a pulmón, hemos trabajado durante todo el año. Coordinando con los distintos sectores en luchas las mejores iniciativas y proyectos. Llevando al recinto las voces de los que nunca tienen voz. Abriendo canales de participación como Banca Abierta, un espacio para que todos puedan hacer llegar sus denuncias, proyectos y reclamos. De esta forma presentamos más de 130 proyectos que buscan dar respuesta a los trabajadores, las mujeres, las disidencias, la juventud. Que defienden la educación y la salud pública, que se plantan contra el gatillo fácil, que sostienen el alto la bandera de los DDHH, que impulsan la igualdad real contra el machismo y la homofobia.
Esta banca es un puesto de lucha y como tal sirve también para evidenciar que es posible hacer política desde abajo y que nunca nos vamos a conformar con lo que los voceros de este sistema nos venden como «lo posible». Porque siempre el mal menor termina perjudicando a los mismos y beneficiando a los de arriba. Y nosotros no queremos conformarnos con menos de lo que nos merecemos y sabemos que nos merecemos un presente digno y un futuro con derechos, por eso luchamos todos los días, en las calles y también en la Legislatura, haciendo cada vez más fuerte a nuestro MST y a la unidad que formamos con les compañeres del Frente de Izquierda Unidad. Y a eso queremos invitar a todos nuestros lectores, a que se sumen a construir este espacio político que nos permita de una vez por todas dar vuelta todo, porque hoy, es tiempo de socialismo.