Tras nueve años de la primera movilización del #NiUnaMenos el movimiento feminista y disidente cordobés salió nuevamente a las calles. La exigencia de justicia por el triple lesbicidio de Barracas, el rechazo al plan de Milei que ataca todos los derechos conquistados y la exigencia del paro general a las centrales sindicales para derrotar la ley bases, fueron los principales ejes de la movilización.
Ganar las calles para defender y conquistar nuestros derechos
El pasado 5 de mayo el lesbicidio de Barracas conmocionó al movimiento feminista y disidente. En un país donde los discursos de odio son impulsados desde el mismo gobierno, las expresiones de violencia contra las mujeres y disidencias crecen. La movilización denunció que el lesbicidio de Pamela, Roxana y Andrea es un nuevo crimen de odio.
En lo que va del 2024 en nuestro país se produjeron 72 femicidios y 172 intentos de femicidio, la marcha volvió a denunciar la responsabilidad de los gobiernos y el Estado. La política de ajuste sobre los mecanismos que deberían proteger a las mujeres y disidencias cuesta vidas, eso se demostró con los gobiernos anteriores y sus ministerios desfinanciados y se profundiza hoy bajo el gobierno de Milei que no sólo niega la existencia del patriarcado, sino que avanzó en desmantelar las ya insuficientes políticas públicas para prevenir y erradicar la violencia machista.
Desde hace años los feminismos venimos denunciando que el ajuste cae con más fuerza sobre las mujeres y disidencias, este año el eje de rechazar los despidos en el Estado, el encarecimiento del costo de vida, el ataque a los comedores, el congelamiento de los programas Potenciar Trabajo y de las becas PROGRESAR fue uno de los centrales. Denunciando el vínculo entre el ajuste y la represión, la movilización también exigió el cese a la persecución a los que luchan, la anulación de la causa contra los dirigentes sociales que pelean contra el hambre, como es el caso de Agustín Nazar dirigente del MST Teresa Vive, la absolución de los estudiantes de la UNC procesados por defender la Universidad Pública, como Franca Condorí Bazán Consejera de La Marea MST y rechazó la persecución a los dirigentes sindicales.
Con el tratamiento de la Ley Bases en puerta, la movilización exigió a las centrales sindicales (CGT y CTA´s) que convoquen a un paro de 36 hs el día que se trate la ley en el Senado. Esta exigencia parte de reconocer la importancia de la lucha callejera para conquistar y defender los derechos de las mujeres, disidencias, trabajadores, el ambiente y los sectores populares.
A los reclamos mencionados se sumó la pelea en contra de los abusos sexuales en las infancias y adolescencias, la exigencia de la aparición con vida de las víctimas de trata de personas, se expresó la solidaridad con las y los docentes y trabajadores de la salud en lucha así como con el pueblo de Misiones que viene protagonizando inmensas movilizaciones.
Párrafo aparte merece la solidaridad expresada con la lucha del pueblo Palestino que viene sufriendo un genocidio, esta causa viene siendo tomada por la Asamblea Ni Una Menos (ANUM) que busca desenmascarar la falsedad de que los feminismos están con Israel. La ANUM tomando una posición clara y de principios denuncia el genocidio perpetrado por el sionismo y llama al boicot feminista contra el Estado de Israel.
Cordobesismo ajustador
A las exigencias y denuncias al gobierno nacional se sumó el repudio a la política del gobernador Llaryora por su rol a la hora de aplicar el ajuste y la represión. El rechazo al acto realizado el pasado 25 de mayo, a la represión desatada contra quienes movilizaron en repudio a la venida de Milei a Córdoba, fueron parte del documento de la movilización. También se sumó la denuncia al rol del gobernador cordobés a la hora de aplicar el ajuste de Milei en la provincia y su apoyo a la ley bases que atenta contra todos los derechos conquistados.
Un año más el movimiento feminista y disidente cordobés demostró en las calles la corrección de haberse mantenido independiente de todos los gobiernos y reivindicar los métodos de lucha aprendidos de la clase obrera. Con esa hoja de ruta se logró construir una nutrida movilización que contó también con la participación de familiares y amigos de víctimas de femicidio, trata de personas, organizaciones feministas como Juntas y a la Izquierda, movimientos sociales, legisladoras como Luciana Echevarría, organizaciones políticas de izquierda y miles de luchadoras y luchadores que ganaron las calles para darle batalla al plan de Milei.
Lina Avila