En el marco de una ascendente crisis económica y social en nuestro país, producto de las medidas ultraliberales y antipopulares del gobierno nacional, uno de los hechos más evidentes es la tónica antidemocrática con la que ejercen el poder desde el equipo de Javier Milei.
La gestión arrancó con la presentación de un mega DNU, cuyas medidas fueron aprovechadas por el empresariado, a pesar de no haber sido ratificado aún tratado en el Congreso, y la fallida Ley Ómnibus, que pretendía desregular todos los aspectos de la economía, dándole pleno poder a las corporaciones para decidir precios, además de recortar derechos laborales, privatizar todas las empresas públicas, entre otras medidas totalmente nocivas para los trabajadores y sectores populares, quienes fueron los que rechazaron masivamente este ajuste e hicieron sentir su reclamo en las calles para que cayera dicho proyecto.
En este sentido, si bien la totalidad de los mandatarios provinciales acompañaron al presidente desde el minuto cero, mostrándole su “voluntad para sacar al país adelante”, y negociaron su apoyo a Ley Ómnibus a cambio de determinadas concesiones, tuvieron que salir rápidamente a oponerse a distintos artículos de la ley que, al volverse de discusión pública, causaron un inmediato rechazo popular y cruces entre diputados y figuras de sus propios partidos.
Uno de los que, sin embargo, siguió mostrando su apoyo a la Ley Ómnibus fue el Gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, que incluso caída la misma, sostuvo que “necesitábamos que se apruebe”, y solo después de ser tratado de “traidor” por Milei y sus funcionarios salió a criticar al gobierno nacional.
No obstante, en su provincia, Llaryora intenta aplicar una tónica similar en cuanto a la discusión parlamentaria y democrática. La gestión que inauguró la política de mano dura prometida por la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, reprimiendo un cacerolazo autoconvocado en el centro de Córdoba, tras anunciarse el DNU, el pasado 21 de diciembre, ahora busca reducir las sesiones legislativas en la unicameral cordobesa para sesionar sólo cuando el Ejecutivo lo necesite. Ese recorte inició suspendiendo la sesión del 21 de febrero.
El principal motivo que acarrea esta medida es que el oficialismo no tiene cuorum propio y eso le dificulta la aprobación de las medidas y le exige debates y acuerdos, cosa a la que no están acostumbrados, ya que la legislatura venía funcionando como una escribanía. Se trata de una maniobra indudablemente antidemocrática que limitará la posibilidad de discutir proyectos casi a solamente los que precise y considere el oficialismo.
En este plano, distintos legisladores de la oposición salieron a criticar esta imposición, aunque muchos de ellos, como los de la UCR y el PRO, de manera totalmente hipócrita, ya que avalan las maniobras antidemocráticas y autoritarias utilizadas por La Libertad Avanza, como así también la mayoría de los proyectos presentados por el equipo del gobierno nacional.
Desde la Izquierda sostenemos que la legislatura se tiene que abrir para dar espacio a los proyectos que respondan a las necesidades de los trabajadores y las mayorías y enfrentar el brutal ajuste y recorte de derechos que enfrentamos.
Así lo planteó nuestra compañera, legisladora por el MST en el FITU, Luciana Echevarría (MST-FITU) “Los mismos que nos criticaron por no dar quórum para evitar que aprueben el proyecto de ajuste a los trabajadores en diciembre, ahora deciden directamente cerrar la Legislatura y manejar las sesiones de acuerdo a las necesidades del gobernador. En la situación de crisis que vive nuestro país, la Legislatura debería sesionar para dar respuesta a todos los problemas que sufren los cordobeses y cordobesas. En ese sentido, hay muchos proyectos que hemos presentado a favor de los trabajadores que necesitamos que se traten. Estamos frente a otro atropello autoritario de Llaryora, que no se diferencia en mucho de los de Milei”.
“No se trata sólo de cuántas veces sesione la Legislatura, sino también de qué temas se debaten. El oficialismo y la oposición intentan mostrarse diferentes pero lo cierto es que son muy parecidos. Hipócritamente, la UCR, el PRO y demás bloques critican a Llaryora pero apoyan a nivel nacional a Milei, que gobierna a decretazos y no convoca a sesiones en el Senado porque se caería el DNU.
Por eso, desde nuestra banca vinimos a sesionar hoy, con la intención de que, entre otros temas, pueda tratarse una instrucción a los senadores por Córdoba para que rechacen ese megadecreto que es inconstitucional y un atropello a los derechos más elementales.
Los jubilados, la docencia, la salud, las familias trabajadoras, los usuarios del transporte público todos necesitan medidas urgentes para paliar la crisis espantosa que estamos viviendo, a eso debe abocarse inmediatamente la Legislatura”, finalizó la legisladora.
Cabe mencionar también que, desde la banca de la Legisladora Echevarría se renovó el espacio de Banca abierta, para que cualquier ciudadano pueda hacer llegar su reclamo, iniciativa o proyecto a la Legislatura.
Es imprescindible en este escenario dar la pelea para construir herramientas democráticas, como las asambleas que están surgiendo en distintos sectores culturales, barriales y otros espacios, así como defender las existentes.
Nacho Márquez