martes, 2 julio 2024 - 09:15

Córdoba. La Legislatura aprobó dos proyectos de Luciana Echevarría por memoria, verdad y justicia

En la sesión del 5 de junio, el pleno de la Legislatura aprobó dos proyectos presentados por Luciana Echevarría del MST en el FIT-U que tienen como hilo conductor reivindicar la lucha por la memoria, la verdad y la justicia  en un marco donde desde el Estado nacional se promueve el negacionismo e incluso la apología de la última dictadura cívico-militar-eclesiástica genocida.

Uno de ellos es una declaración de beneplácito por el establecimiento de un Espacio de la Memoria, Verdad y Justicia en homenaje a las y los fusilados de Ascochinga, en la localidad de La Granja.

El 1 de junio de 1976, 8 jóvenes de entre 17 y 28 años militantes del PRT ERP y de la Juventud Guevarista fueron fusilados en Ascochinga, en el balneario Tres Cascadas, ubicado en predios de la Fuerza Aérea Argentina. Aunque se presentó como un enfrentamiento y así lo informaron los diarios La Voz del Interior y La Nación se trataba de 8 personas que habían estado cautivas en La Perla, luego de ser capturados entre abril y junio de 1976 y fueron trasladadas para ser fusiladas. En busca de un ejercicio activo de la memoria en reclamo de verdad y justicia, un grupo de vecinas y vecinos de La Granja se propusieron crear el Espacio que se inauguró el pasado sábado 1 de junio, en un acto que cubrimos en Periodismo de Izquierda.

Otro proyecto aprobado en la misma sesión fue una declaración de pesar por el fallecimiento de Norita Cortiñas, y un reconocimiento a su trayectoria como militante de los Derechos Humanos y referente de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora con una vasta trayectoria de lucha.

Como señalan los fundamentos del proyecto: “nos toca despedir a una referente indiscutida en la pelea por la defensa de los DDHH y por una sociedad más justa, reconocida alrededor del mundo adonde ella llevaba su solidaridad y espíritu de lucha inclaudicable”.

Norita había nacido el 22 de marzo de 1930, fue ama de casa, psicóloga social y docente en la facultad de Ciencias Económicas de la UBA. El 15 de abril de 1977 su hijo Carlos Gustavo, estudiante universitario y militante de la Juventud Peronista fue detenido, secuestrado y desaparecido.

Así, todavía bajo el régimen de la dictadura genocida, Nora fue una de las primeras que formó Madres de Plaza de Mayo, que transformó el dolor y la incertidumbre en organización y lucha colectiva. Los años y debates políticos llevaron a una división y a la continuidad como Línea Fundadora. Incansable y siempre presente cada jueves en las rondas de la Plaza y en las Marchas de la Resistencia, junto a Elia Espen, Mirta Baravalle y otras Madres que sostuvieron hasta hoy la lucha.

Pero además como señaló su familia al dar la noticia de su fallecimiento, tenía una “especial sensibilidad” e “ideario en defensa de las y los que menos tienen” que la hizo ganarse el cariño y respeto de los sectores populares y los luchadores. Hasta el último momento de su vida, a sus 94 años seguía participando en cada reclamo justo y aportando a la construcción de una sociedad más justa, profundamente preocupada por la grave situación del país.

 Nora era de esas personas que siempre estuvo donde había que estar. Con independencia de todos los gobiernos siempre del lado de las causas justas. Tanto que entre la militancia se popularizó la expresión “estar del lado Norita de la vida”. Siempre contra la impunidad de los genocidas, contra la deuda externa, contra la represión a la protesta social y por los derechos humanos de ayer y de hoy. En las luchas de los trabajadores, de los desocupados, de todos los sectores populares y sus reclamos. Con las mujeres y disidencias, por eso llevaba también su pañuelo verde. Y no sólo en la Argentina, se levantaba contra el genocidio en Palestina, apoyaba a las mujeres kurdas contra la opresión turca y a los mineros perseguidos de Bielorrusia. Citando una vez más los fundamentos del proyecto: “no hubo reclamo justo en la defensa o ampliación de derechos y en la pelea por la Memoria, la Verdad y la Justicia, en donde ella no estuviera presente en apoyo y dando fuerzas, esas fuerzas que en ella parecían inacabables”. Norita Cortiñas cada vez que debía hablar en un acto o movilización, al tradicional grito de “30.000 compañeras y compañeros detenidos-desaparecidos” le sumaba un “venceremos”. Una expresión que hoy hacemos nuestra.

En la misma sesión se aprobó un tercer proyecto del que Luciana es coautora, declarando la preocupación por el intento de desregular el Sistema Único de Prestaciones Básicas para personas con discapacidad en un nuevo ajuste y recorte de derechos que ha despertado una importante respuesta de usuarios, familias y profesionales que también retratamos en PDI.

Iván Sosa

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