Este lunes 21 de junio, a poco de iniciado el juicio contra Walter Insaurralde por abuso sexual contra su hija Sathya, falleció Nancy Monjes, la mamá y luchadora incansable por justicia para su hija, debido a una enfermedad terminal antes de que la causa tuviera sentencia.
Nancy Monjes acompañó a su hija en 2017 a hacer la denuncia luego de descubrir la horrible situación que vivía. Sin embargo, en enero de 2020 después de animarse a denunciar y ver la inacción de la Justicia, dejando libre a su abusador durante todo ese tiempo,[1]Sathya se quitó la vida.
El juicio contra Insaurralde comenzó el pasado 14 de junio en la Cámara tercera del crimen con jurados populares. Se lo acusa de abuso sexual agravado por el vínculo, gravemente ultrajante y corrupción de menores, causa que podría implicar una condena a cadena perpetua; además se amplia la acusación a abuso seguido de muerte responsabilizando a Insaurralde por las secuelas del abuso que llevaron la muerte de Sathya[2].
En este proceso Nancy alcanzó a constituirse como querellante y a prestar declaración la semana pasada. El proceso continuará sin ella. Y para el 29 de junio está prevista la sentencia.
Nancy Monjes tenía un estado de salud delicado debido a una enfermedad terminal conocida como enfermedad de Wilson, contra la cual resistió hasta el último minuto aun cuando las demoras de la Justicia la obligaron a seguir en los pasillos y no cuidarse debidamente por continuar su pelea por justicia.
El caso de Sathya demuestra una vez más la ineficacia de un Poder Judicial despegado de la realidad y las necesidades sociales. Es una Justicia de privilegiados cómplices y profundamente patriarcal que protege a los abusadores y femicidas mientrasrevictimiza y sostiene el status quo de violencia.
Para que esto no ocurra más necesitamos una reforma profunda de la Justicia, donde los jueces y fiscales sean elegibles por el voto popular en elecciones separadas de las del gobierno, con cargos por tiempo limitado y que también puedan ser revocables por el voto si no cumplen. Donde los jueces cobren lo mismo que una maestra y no tengan ningún privilegio. Así vamos a poder permear con un poco de realidad a esa institución retrógrada.
En este sentido, la asamblea Ni una menos y el colectivo Infancias Libres de Violencia se pronunciaron en un comunicado: “Hemos acompañado a Nancy en su lucha, una lucha en la que tuvo que atravesar el dolor más grande: el de la pérdida de su hija, fruto de la impunidad en la que permanecía su causa. Hemos visto a Nancy enfrentarse al dolor y seguir adelante pidiendo que la Justicia obre según corresponde, para que el abusador de su hija y quienes perpetraron la violencia y la injusticia paguen por el inmenso daño provocado. Los derechos de Sathya y los de su mamá se vieron vulnerados tanto por el pedófilo como por un Estado que hizo oídos sordos a su testimonio. El Poder Judicial es responsable por la permanente violencia y revictimización que sufren madres y víctimas, quienes dejan la salud y la vida en esos pasillos donde se defiende y encubre a abusadores, y se castiga a quienes levantan la voz contra el abuso sexual”.
Este caso nos deja un gran dolor pero también nos deja una bandera para levantar y una lucha para continuar, hasta que haya justicia por Sathya y por todas.
[1]https://lmdiario.com.ar/contenido/285947/detuvieron-al-padre-de-sathya-insaurralde-imputado-por-abusar-de-su-hija
[2] https://www.google.com/amp/s/lmdiario.com.ar/amp/291676/aceptan-ampliar-la-acusacion-contra-el-abusador-de-sathya-aldana