Por un plan de lucha contundente, votado y organizado con la participación de toda la base docente
Crónica de una traición anunciada
Como era previsible, el Parlamento, fiel a su condición de “cueva de ladrones”, ratificó el veto de Milei a la Ley de Financiamiento Universitario. Con la colaboración especial de los “panqueques” de turno, como ocurrió con los jubilados, la votación no alcanzó los dos tercios necesarios para revertir el veto presidencial.
Esta decisión marca un momento histórico en el que se avala la estrategia política de asfixiar financieramente a las universidades nacionales en beneficio del sector educativo privado.
La comunidad universitaria lleva enfrentando, desde hace diez meses, los ataques del gobierno nacional contra la educación pública y el sistema científico argentino. El deterioro salarial es una de las aristas del brutal ajuste que el gobierno de Milei aplica deliberadamente contra las universidades nacionales y sus trabajadores. Bajo su mandato, se ha implementado un plan de desmantelamiento presupuestario que ha llevado a las universidades al borde de la parálisis, creando un escenario de incertidumbre debido a la prórroga del presupuesto de 2023, en medio de una inflación insoportable que ha alcanzado el 257% interanual.
Hace pocos días fuimos protagonistas de la segunda marcha multitudinaria. Esta movilización no solo evidenció, una vez más, la capacidad de lucha de la comunidad universitaria, sino también la extraordinaria solidaridad y el compromiso del pueblo argentino en la defensa de la educación pública superior.
Todo indicaba que estábamos en condiciones de frenar las políticas del gobierno, anular el veto y revertir el proceso de desfinanciamiento y chantaje presupuestario. Sin embargo, esto no ocurrió, y el veto ha sido ratificado. La pregunta que debemos hacernos es por qué no se logró el objetivo.
El cabildeo no era suficiente
Para comprender las condiciones que nos llevaron a esta instancia, en la que ni siquiera contábamos con una medida de fuerza simbólica convocada por nuestro sindicato, ADIUC, el día del tratamiento parlamentario, es necesario mirar hacia atrás.
Tras la suspensión de las mesas de examen en julio, posteriores al receso de invierno, y el no inicio de clases (en diversas modalidades) por decisión de la conducción gremial, las acciones se volvieron cada vez más aisladas, generando descontento y desorientación en la base de nuestro gremio. Asimismo, la falta de convocatoria a instancias de deliberación tuvo como resultado que, de facto, los exámenes de septiembre se realizaran con normalidad, a pesar de la demanda de mantener las medidas de fuerza iniciadas en julio.
La dinámica del Frente Gremial Universitario Nacional, compuesto por gremios docentes, no docentes y estudiantiles, lejos de potenciar la lucha mediante la coordinación, ha funcionado como un amortiguador para los procesos más avanzados, como el de Córdoba, imponiendo la lógica de que las luchas progresen al ritmo de los sectores o gremios menos movilizados.
Esto impuso una estrategia de acción en la que se priorizó el cabildeo y el lobby con los diputados de Córdoba por encima de la movilización y las medidas de fuerza. Desde hace semanas, desde Alternativa Universitaria, junto a delegados independientes, hemos insistido en la necesidad urgente de convocar a una asamblea general extraordinaria. Esta demanda crece en la base del gremio y se manifiesta con cada vez más fuerza. Una asamblea nos hubiera permitido enfrentar esta etapa de la lucha con una mayor capacidad de organización y movilización, conscientes de que se trata de una lucha nacional que debe involucrar a toda la comunidad educativa.
A pesar de las firmas presentadas para respaldar esta solicitud, hasta el día de hoy no se ha convocado dicha asamblea, y la conducción gremial ha citado, recién para el día después de la sesión parlamentaria, a una reunión del cuerpo de delegados.
Necesitamos un plan de lucha contundente, construido y organizado desde la base
Hoy, más que nunca, es urgente convocar a una asamblea general de afiliados. Debemos llevar a cada unidad académica la propuesta de realizar acciones la próxima semana para levantar un plan de lucha profundo y sostenido, con el objetivo de ganar, porque podemos ganar.
Todos los docentes debemos comprometernos y organizar las medidas de acción directa que se requieren: clases públicas, tomas, entre otras, coordinando con estudiantes, no docentes y la comunidad en general. La docencia universitaria organizada de Córdoba puede, una vez más, desempeñar un rol crucial en esta etapa, impulsando la posibilidad de derrotar las políticas del gobierno nacional.
Alternativa Universitaria
Congreso. Cómplices y panqueques sostuvieron el veto de Milei https://periodismodeizquierda.com/congreso-complices-y-panqueques-sostuvieron-el-veto-de-milei/