Simultáneamente se conocía 4654 contagios en la provincia el Vicegobernador Calvo, a cargo del ejecutivo anunciaba que a partir del lunes vuelven las actividades no esenciales y las clases presenciales.
Con promedios de 4500 casos, 32 muertes diarias, sin vacunas suficientes y cuando todo indica que hay que ir a una cuarentena estricta el gobierno provincial sigue poniendo la vida de millones en riesgo para salvar la ganancia de los empresarios.
En el resto del mundo se cerraron las actividades con entre 10 a 25 casos diarios por cada 100.000 habitantes, Córdoba tiene 119 casos por 100.000 habitantes y el gobierno en vez de tomar las medidas necesarias, abre todo, es un acto criminal.
Córdoba tiene el 32% del total de camas críticas ocupadas del país para una provincia que tiene 8% de la población de Argentina, estas medidas son el camino a una verdadera catástrofe sanitaria
El equipo de salud no da más de cansancio y el maltrato sistemático del gobierno sólo aumenta el malestar. El problema no se resuelve sólo poniendo camas como dicen Schiaretti y su ministro Cardozo, porque del total de personas ingresadas a unidades UTI por coronavirus el 65% fallece. De lo que se trata es de evitar que se llegue a esa situación. Para eso hace falta: implementar de manera urgente restricciones que permitan detener y disminuir los contagios; utilizar la recaudación récord que ha tenido la provincia para brindar ayuda económica para todas las familias que lo necesiten y otorgar un aumento salarial de emergencia al equipo de salud. No hacer esto es mandar al matadero a miles de cordobeses.
La necesidad y los recursos están, lo único que hace falta es voluntad política. Algo que ni Schiaretti ni Fernández tienen porque priorizan las ganancias de los de arriba en lugar de la vida de millones. Tampoco la derecha negacionista e irresponsable que pide abrir todo y a cualquier costo.