Hoy se realizó en las inmediaciones del Patio Olmos una asamblea interfacultades convocada por asambleas de distintas facultades y estudiantes autoconvocadxs de comunicación, derecho, filosofía, arquitectura, entre otras que aún no tienen asamblea y las organizaciones estudiantiles de izquierda para debatir sobre cómo seguirla después de la histórica marcha del martes 23. Luego de la asamblea, tras votar sus resoluciones, lxs estudiantes se unieron a la concentración contra la ley ómnibus convocada por sindicatos recuperados y organizaciones independientes.
La asamblea originalmente estaba convocada frente al Pabellón Argentina, se trasladó al centro de la ciudad por propuesta de La Marea-MST en las asambleas por facultad para poder sumarse a la jornada de lucha organizada allí. La histórica marcha del 23 fue una demostración de fuerza de la unidad obrero-estudiantil, sectores populares y movimientos en lucha. Después de recibir ese golpe el gobierno y sus aliados tuvieron que acelerar las negociaciones por la nueva ley bases para tratar de aprobarla rápido en diputados por si el conflicto escala. Frente a eso, no se hizo esperar la reacción de los sectores en lucha que convocaron a movilizarse frente a Patio Olmos a las 18 hs ese mismo lunes. Fue clave incentivar la unidad de las luchas estudiantiles con la del resto de los trabajadores y el pueblo, a pesar de un debate con corrientes como el ¡Ya Basta!-Nuevo Mas que propusieron pasar la asamblea para otro día desligandola de las luchas.
Hay fuerza para seguir
En la asamblea se hizo notar la potencia que tuvo la Marcha Federal educativa, y la necesidad de continuar con la organización hasta frenar todo el plan motosierra del gobierno. Y entendiendo que la defensa de la universidad no se puede dar separada del resto de las luchas se definió participar de la movilización convocada en córdoba para el paro general del 9/05, y para ello tomar medidas de impulsar asambleas, vigilias, clases públicas y toda actividad que invite a fortalecer la participación del movimiento estudiantil en el Paro General.
Otro de los debates fue sobre llamar a no confiar en la negociación de los rectores que le reconocen a Milei “voluntad de diálogo” a pesar de que el presidente salió a ningunear la marcha planteando que habían actores pagos que fingían que les afectaba la situación, y de que su ministra Bullrich amenazó con aplicar el protocolo anti-piquetes contra la movilización. Está claro que este gobierno no tiene nada de dialoguista y que al contrario de como lo plantean los rectores, este no es un problema que se resuelva fácil, sino que hacen falta medidas de fondo que cuestionen el modelo de universidad que se viene sosteniendo.
Además, se votó expresar solidaridad con la lucha de los trabajadores despedidos de la metalúrgica Weg. También se planteó que hay que tomar de la lucha de los estudiantes estadounidenses que hoy se movilizan denunciando el vínculo de las universidades con el Estado genocida de Israel.
Hace falta algo nuevo
En toda esta situación hubo un elemento en común, y fue la ausencia de las conducciones de los centros de estudiantes. Las agrupaciones estudiantiles que hoy lideran los gremios estudiantiles, vienen jugando un papel lamentable, quitándole el cuerpo a la lucha y tratando de llevar el descontento a las elecciones. Si ya en cualquier momento es malo tener centros de estudiantes que no promuevan el debate político y que eviten la participación estudiantil, en este contexto de ataque brutal contra la educación esa actitud es criminal. Esas viejas organizaciones estudiantiles que responden a estructuras políticas que hoy en el congreso apoyan los planes de ajuste de Milei , se niegan a convocar y a dar la cara frente a los miles de estudiantes que están planteando cómo seguir la lucha hasta frenar todo el ataque del gobierno. Más que nunca, hace falta construir y fortalecer una nueva dirección del movimiento estudiantil, que recupere los centros de estudiantes para ponerlos al servicio de la lucha para frenar hoy la motosierra de Milei, pero también para construir un nuevo modelo de universidad al servicio de las necesidades sociales.
Lautaro Allassia