El equipo de Miguel Ángel Russo derrotó 1 a 0 a Platense con gol de Maximiliano Lovera en el Estadio Madre de Ciudades en Santiago del Estero y se quedó con la Copa de la Liga Argentina. El Canalla volvió a gritar campeón después de 35 años de un torneo local. En 2018 había ganado la Copa Argentina con Edgardo “Patón” Bauza como técnico.
En un partido muy parejo y disputado, ante un Calamar que hizo un gran torneo y demostró porque llegó hasta las instancias finales, solo una genialidad podía destrabar el encuentro. Fue la que dibujó Maxi Lovera, por quién Russo apostó para que fuera titular en la final y le devolvió con creces, a los 40 minutos del primer tiempo. Recibió a 35 metros del arco, frenó, amagó, gambeteo, tiró un caño entrando al área y definió de zurda para darle el gol del campeonato.
El segundo tiempo empezó accidentado. Mateo Pellegrino, jugador de Platense, sufrió la fractura de los huesos de la nariz y el malar izquierdo luego de un choqué con Facundo Mallo. En la misma jugada Damián Martínez se lesionó la rodilla y tuvo que ser reemplazado por Juan Cruz Komar. Central se defendió y salió de contra para tratar de liquidar el partido. El equipo de Palermo buscó hasta el final con lo que pudo pero no le alcanzó.
Central que había comenzado el año cerca de los puestos de promoción y descenso termina un año magnífico siendo campeón, clasificando a la Libertadores del próximo año y esperando por una nueva final el próximo 22/12 ante River en el mismo Estadio por la definición de la Copa de Campeones. Un plantel que se rearmó luego de la salida de Alejo Véliz y Facundo Buonanotte vendidos al fútbol de Inglaterra. Un gran trabajo de Miguel Russo y el Club que termina con una nueva coronación para el delirio de su gente en tanto en Santiago como en la Ciudad de Rosario.