El viernes 25 de octubre de 2024 se realizó en el Instituto Almirante Brown N°8 un importante conversatorio sobre “La lucha de mujeres en Santa Fe: Relatos entre el devenir histórico y el presente”. La propuesta contaba con la presentación de “Remando”, libro que contiene relatos del movimiento de mujeres y disidencias en la ciudad de Santa Fe.
El libro pertenece a la Colección Diálogos de Ediciones UNL y recupera la historia del Movimiento de Mujeres y disidencias en la ciudad de Santa Fe y la región. Recupera la historia reciente local del Movimiento de Mujeres y disidencias, desde fines de la década de los 70 hasta las marchas por el aborto legal, seguro y gratuito.
La presentación tuvo lugar desde las 18:30 hs en el patio cubierto del instituto y contó con la presencia de las directoras de la publicación Mabel Busaniche, Nidia Kreig, Victoria Rodriguez, junto con otras autoras como Elena Moncada y Silvia Bertero.
El conversatorio fue organizado por el taller de lecturas feministas “Lecturas con un cuarto propio” perteneciente a la cátedra abierta “Mabel Busaniche”, junto a la nueva conducción del Centro de Estudiantes del Brown, por la agrupación Rebelión. También participó el equipo de ESI del Instituto.
La presentación de la propuesta estuvo a cargo de integrantes del Taller de Lecturas Feministas: por Mónica Villar, docente del prof. de Nivel inicial del Instituto, Fernanda Chamarez, coordinadora del Taller feminista, docente del prof. de Ed. inicial y Primaria. También presentaron y luego aportaron algunas reflexiones Dana Marinoni, estudiante de prof. de Biología y secretaria de Género y Fernanda Gutierrez, Presidenta del Centro de Estudiantes, estudiante del Prof. de Biología y referente de la izquierda santafesina.
Una potencia muy clara del conversatorio radicó en que fue un evento activista, militante. Es decir, cada vez que se tomó la palabra las autoras hacían referencia a recuperar la historia para retomar lo colectivo y la organización por los derechos conquistados, esa riqueza brindaba las presentaciones sostenidas por un compromiso real ante el contexto actual.
El encuentro continuó con la presentación de la cátedra “Mabel Busaniche”, a cargo de Mariu Stringhini y María Gracia Tell y culminó con un emotivo baile en ronda de la canción “remamos” de Kany García y Natalia Lafourcade.
Dialogamos con Fernanda Chamarez al respecto del conversatorio y nos relataba: ”La presentación del libro Remando. Relatos del movimiento de mujeres y disidencias de Santa Fe y el conversatorio que le siguió en la Jornada de “Educar en igualdad” en el Brown significaron muchas cosas muy valiosas para nuestro instituto. En términos muy generales, entiendo que se trató de un gran gesto que invita a leernos a todes quienes pertenecemos a Brown en este tiempo tan difícil que estamos viviendo. La imagen que recupero para decir esto es la del patio del instituto en donde nos reunimos diferentes personas, muchas que pertenecemos al Brown porque trabajamos como docentes o porque son estudiantes, y otras personas que no forman parte de nuestro instituto pero que asistieron porque sabían que iba a ocurrir algo muy importante como es conversar con Mabel Busaniche, Nidia Kreig, Victoria Rodríguez, Silvia Bertero y Elena Moncada, en un momento en donde estamos padeciendo muchas violencias a nivel nacional, provincial y también en el interior de nuestra institución. El centro de esa imagen es la presencia de las autoras del libro, contando cómo los movimientos de mujeres y disidencias de Santa Fe, de los que fueron y siguen siendo protagonistas, vienen haciendo historia con su militancia. Se trató para mí de un gesto que invita a sumarnos a esas formas de lucha contra las violencias de género, la vulneración de derechos, la crueldad y que también nos inspira a juntarnos, a armar grupalidad para defender derechos conquistados y construir un mundo menos desigual, más justo. Además, nos posibilitó dar mayor visibilidad a la cátedra “Mabel Busaniche” y escuchar en las palabras de Mariú Strighini cómo fue pensada la cátedra, en qué contexto y con qué intención. De esta manera, la jornada también significó compartir un marco de referencia en el que “Lecturas con un cuarto propio”, Taller de lecturas feministas del instituto se inscribe. Un grupo sumamente heterogéneo conformado por estudiantes, docentes y docentes jubiladas, organizado de manera horizontal, que se reúne para profundizar sus lecturas sobre el feminismo y desde allí enriquecer la mirada sobre las prácticas cotidianas que hacen a las distintas áreas de la vida. Grupo que junto a María Gracia Tell y a la Secretaría de Género y diversidad de Rebelión estuvo a cargo de la organización de la jornada”.
Para finalizar, Fernanda agregó: “Señalo finalmente dos cuestiones: la primera es que la jornada se realizó en una época del año que resulta difícil, porque es una fecha de parciales y de recuperatorios y les principales destinataries de este evento son les estudiantes. Creo que ése fue un motivo por el cual había un grupo reducido de estudiantes, aunque no el único motivo. Sin embargo, ese patio habitado por una ronda que al final bailó con la canción “Remando”, vibró con fuerza con las emociones que se vivieron allí hasta las últimas horas de ese viernes. Mucha alegría de quienes fuimos parte de lo que allí estaba ocurriendo y el interrogante planteado acerca de cómo comunicar esto a quienes siguieron en sus aulas con las clases correspondientes. La segunda cuestión es que las profesoras nos compartieron algunas ideas de cómo seguir socializando lecturas el año que viene. Esto es muy importante para nosotras y para cualquier lectora, lector: leer hace sentido, leer y juntarse a compartir lo que se lee resulta una forma de invitar a otres a seguir leyendo”.
Mabel Busaniche, educadora popular y activista feminista expresó a este medio: “El libro para mí aporta desde las distintas experiencias una forma de analizar las relaciones humanas en contextos culturales diferentes. Las mujeres y diversidades nos fuimos haciendo hoy sujetas mediante una pedagogía donde la pregunta sobre los estereotipos, los mitos, dogmas, mandatos, entre otros fueron teniendo respuesta, lo que nos permitió transitar un proceso cada vez más de empoderamiento. La ampliación de derechos que se lograron o que se fueron logrando, las leyes que logramos en la década del 80, 90 y parte del 2000 nos permitió ver, analizar, vivir en nuestros propios cuerpos una participación más activa, logrando, observando que había cuestionamientos en la sociedad y que esa misma sociedad que tenemos frente a la participación de los distintos feminismos mostraba que había cambios más significativos e inclusivos de las mujeres y diversidades en distintos aspectos.”
Nidia Kreig, Profesora de Historia y militante feminista agregó: “Una frase tan trillada pero no menos cierta, es aquella que dice que si sabes de dónde vienes, sabes dónde estás y puedes tener algunos indicios hacia dónde vas. El libro tuvo esa intención, reconstruir una genealogía que no existía a nivel local para las nuevas generaciones, esas que parió el 3J Ni una menos y la marea verde y para las que vendrán, reconstruir y construir el devenir. La actual coyuntura política es de un ataque brutal, sin antecedentes al movimiento que tiene una explicación. El movimiento se hizo masivo, disruptivo, inundó calles, universidades, medios, juzgados, casas, camas, construimos una contrahegemonía durante la década del 2010 y nos volvimos peligrosas. En el libro decimos que nadie se va del feminismo, o sea que aquellas que hoy tenemos militancias (termino patriarcal pero útil porque decir activismo no condensa la espesura de contenido del otro) acumuladas, participamos activando los ni una menos locales y la campaña por el aborto. También quienes la integraban venían de aquellas militancias de décadas anteriores y fueron quienes con las nuevas incorporaciones de jóvenes armaron las movidas que llevaron al logro de la ley. En aquel entonces ser feminista no era ni cool, ni nadie se asumía como tal, teníamos que camuflarnos, hablar de derechos de mujeres, utilizar los apellidos de casadas incluso para poder llegar a la prensa, creamos masa crítica durante esos años, logramos las primeras leyes, la institucionalidad dentro del Estado, entramos con los primeros centros de investigación en las universidades, sembramos. Las pibas de la lucha por el aborto fueron millones, no pocas contra la adversidad, no digo que no fuera fácil, pero había muchos pañuelos en mochilas donde reconocerse. No fue así en aquellos años de los inicios. Nosotras estamos acostumbradas a los procesos, no lxs pibxs. Pasada la ley algunes se dejaron convencer por los cantos de sirena mileistas, otrxs se refugiaron en otros activismos o militancias, en sus organizaciones territoriales, barriales, en partidos políticos, en los gremios, en agrupaciones universitarias, en el ambientalismo. No se fueron, están ahí y si bien no asisten a las reuniones del colectivo Asamblea ni una menos están en las marchas que siguen siendo tan convocantes como pocas. El movimiento aporta teoría crítica y praxis, pero a mi entender es en el único que vive la revolución, esa con la que soñamos quienes integrábamos esas primeras organizaciones del movimiento. Podemos irnos de los partidos políticos, de los gremios, de organizaciones, porque sentimos que no aportan aquello con lo que soñamos pero nunca nos iremos del feminismo, porque cuando analizamos la realidad lo hacemos desde el feminismo, no desde la visión partidaria, gremial o de organización comunitaria o social, esa mirada de ver que no es lo mismo un indigente varón que una indigente mujer o travesti. Que el concepto de pueblo, libertad, igualdad es tan abstracto que esconde las opresiones de género, que la ciencia supuestamente objetiva tiene un sesgo patriarcal terrible. Eso que hoy llamamos interseccionalidad solo viene de aquí. Creo que el libro aporta eso, que somos un devenir, que somos las únicas que podemos tener otra mirada cuando todos los paradigmas han fracasado. En aquel momento estábamos solas, hoy sabemos que somos manada y que estamos cada vez más cerca, siempre recordando aquello de Birri que recoge Galeano, que la utopía sirve para caminar, que cuando más me acerco más se aleja, algo así”.
Fernanda Gutierrez, presidenta del centro y referente feminista de izquierda (MST en el FITU) agregó: “Este encuentro en nuestro instituto tiene un valor simbólico y político muy grande. En primer lugar por la necesidad de recuperar nuestra historia para responder al presente. Un presente donde no solo la ultraderecha busca desmantelar políticas públicas de género, sino también revertir importantes avances logrados, reinstaurando un orden patriarcal y disciplinarnos. Y en segundo lugar, porque si algo nos ha enseñado el feminismo es que a lo largo de la historia ha demostrado su capacidad para adaptarse, reorganizarse y continuar avanzando a pesar de los distintos obstáculos. . Celebro este tipo de espacios y por eso invitamos a estudiantes y docentes a sumarse, organizarse y formarse activamente en el feminismo porque la salida es colectiva, hoy y siempre”.