Durante las 3 jornadas que duró el debate para aprobar en general la Ley Ómnibus en el Congreso, mientras se desarrollaban concentraciones pacíficas en Plaza Congreso por parte de la multisectorial que nuclea a Unidxs por la Cultura, el Sindicalismo Combativo, las fuerzas del FIT-Unidad, entre ellas el MST, organismos de DDHH y asambleas barriales, la represión no ha cesado.
Y un punto particular del ataque de todas las fuerzas represivas que se han hecho presentes, fue impedir el trabajo de los periodistas, mobileros, fotógrafos y camarógrafos. Mientras desde el gobierno y centralmente Patricia Bullrich, autora del protocolo represivo, se llenan la boca para cumplir con la ley y la constitución, impiden de forma permanente con la Ley 12.908, que garantiza el libre acceso a la información de los trabajadores de prensa.
Gases, balas de gomas y hasta detenciones arbitrarias son las que han sufridos los trabajadores de la comunicación. Estos actos represivos a la misma vez se conjugan con la intención de querer privatizar medios estatales, como sello de una política privatista donde las noticias sean una mercancía totalmente acrítica de las reformas regresivas que propone la Ley Ómnibus, el DNU y toda la orientación pro patronal del gobierno de Javier Milei.
Desde Periodismo de Izquierda nos solidarizamos con todos los periodistas agredidos y denunciamos este accionar, que también hemos sufrido, y vamos a seguir presentes en el lugar de los hechos. No nos vamos a cansar como quiere Patricia Bullrich, vamos a ejercer nuestro derecho de comunicar sin falsas neutralidades al servicio de los intereses de los trabajadores y sectores populares.