Desde que asumió Milei, las consecuencias de su plan económico marcaron distintos elementos; uno de ellos es la caída sostenida del consumo.
Otro mes y van…
Según revela Página 12, el análisis del mes de septiembre indicará una caída del consumo de alrededor del 18% interanual, la más alta del año. Además, sostiene que ese dato será validado por las mediciones de las consultoras Scentia y Nielsen. De tal forma, por primera vez en la historia, habrá 12 meses consecutivos de caída en el consumo. Otro récord para el líder liberal que se sienta en el sillón de Rivadavia y su “coloso” ministro de Economía.
La caída también se expresa en la pérdida de recaudación del IVA, y son varios los motivos que la generaron. Resulta que, ante el aumento tarifario constante, se limita cada vez más la capacidad de consumo de la población. Asimismo, la desregulación de los aumentos no permite prever el presupuesto mes a mes, y no hay una perspectiva mediata sobre el freno de estos.
De modo que no hay incentivo ni capacidad para el consumo, en un escenario de brutal pérdida de recursos y sin certeza alguna de que la situación se recomponga. Los alimentos, a su vez, sufrieron grandes aumentos por encima de la inflación, especialmente en diciembre, lo que los encareció y hizo de menor acceso.
Ante una caída tan significativa de las ventas, sobre todo en los supermercados barriales, que implican el 75% de las mismas, hay inquietudes en el rubro al respecto. El año ya está casi perdido, y para intentar que no los lleve puesto, planifican una “black week” en noviembre rumbo a las fiestas.
Sin rumbo
La situación no conduce a una mejoría; no es solo el consumo, todos los resortes de la economía están palideciendo, en particular la industria y la construcción. Además, la flexibilización para despedir y los durísimos aumentos han generado que haya mucho menos poder de compra en grandes franjas de la población.
Los “estabilizadores de la macro”, en lo único que son buenos es en multiplicar pobreza e indigencia, y como objetivo final, su proyecto trae la pauperización total de los salarios y una enorme transferencia de recursos a los sectores concentrados.
La única forma de que los trabajadores dejemos de estar cada mes peor es enfrentando en las calles y de forma unitaria el conjunto del plan económico y político de Milei. Las centrales han sido cómplices de este brutal ajuste, pactando con el gobierno y evitando convocar a parar y realizar un plan de lucha. Por lo cual, es preciso construir el mismo en cada lugar de trabajo, estudio o barrio para poder decir bien fuerte: ¡Basta de Milei!