domingo, 22 diciembre 2024 - 04:56

Concentración en Plaza de Mayo por Palestina. No es guerra, es genocidio

Hoy por la tarde, en Plaza de Mayo, un conjunto de organizaciones de DD.HH, políticas y sociales, se movilizaron una vez más para denunciar la masacre que está llevando a cabo el Estado de Israel contra el pueblo palestino.

El genocidio del sionismo contra la población de Gaza, que despierta solidaridad en todo el mundo, también lo hace en Argentina, que tiene una larga historia de pelea en DD.HH.

La situación en Palestina refleja síntomas de barbarie. El ejército israelí ya asesinó a más de 10.000 personas y entre ellos más de 4.000 niños. En ese marco, la jornada de hoy, contenía la exigencia para que el gobierno local condene el genocidio y rompa relaciones con el Estado Sionista de Israel.

Por parte del MST en el FIT-Unidad, se hicieron presentes Vanesa Gagliardi, Guillermo Pacagnini y Vilma Ripoll.

A continuación reproducimos el documento unitario que se leyó:

Alto al genocidio de las niñeces y del pueblo palestino

Es inaudita la cantidad de niños, niñas y bebés que están siendo asesinados día a día por los indiscriminados bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza. Un niño o niña de Palestina es asesinado cada 10 minutos por Israel.

Es la continuación de un proyecto de limpieza étnica que ya lleva más de 75 años, implantado de manera impiadosa por el Estado de Israel. Es la forma más cruel de intimidar al pueblo palestino para cumplir con una de las premisas fundamentales del proyecto sionista: conquistar la mayor cantidad de territorio posible, dejando la menor cantidad posible de habitantes originarios.

Es la forma de decir a los padres: Váyanse, este es el futuro que aquí les espera. Es lo que a diario también acontece en la Ribera Occidental y Jerusalén Oriental, atacar a la niñez, encarcelarla, agobiarla y hacerle imposible la normalidad en su vida cotidiana.

Y todo esto, al amparo, complacencia y complicidad de una comunidad internacional que creó el problema, pero que ha sido incapaz de resolverlo por la subordinación incondicional a las políticas diseñadas por el imperialismo en Medio Oriente.

Basta de bombardeos, invasión y bloqueos

Resulta inconcebible que se permita a Israel llevar a cabo una acción de bombardeos indiscriminados contra la población civil en Gaza, a vista y paciencia de la civilizada Europa, de los Estados Unidos y de las potencias occidentales. La demolición por bombas de edificio habitados, de centros de salud, de infraestructuras esenciales, el asesinato de voluntarios y personal de la ONU, la destrucción por medios militares de mezquitas, iglesias y escuelas donde se refugian personas inocentes y desarmadas, son la demostración más clara que Israel no respeta ni siquiera las leyes de la guerra. Arrojar fósforo blanco sobre población civil es un crimen de guerra.

Es urgente exigir el pleno restablecimiento de las comunicaciones en Gaza, porque la falta de medios de conexión vía electrónica o Internet, ha sido anulada por Israel dejando al mundo en la oscuridad de no poder acceder a información fidedigna, asesinando a periodistas y negando a las organizaciones humanitarias presentes en Gaza poder canalizar la ayuda a los habitantes de ese territorio palestino. Pero Israel sabe que no será condenada ni sometido a  medidas coercitivas para detener su acción criminal. Goza de la debida inmunidad e impunidad que le otorga el derecho a veto de EEUU, Gran Bretaña y Francia en el Consejo de Seguridad de la ONU, lo que en la práctica se traduce en un verdadero cheque en blanco para seguir cometiendo atrocidades.

Solidaridad con el pueblo palestino

Por todo esto, es que se hace imprescindible la solidaridad con el pueblo palestino, al que Israel quiere transformar en el victimario para permanecer en su papel de víctima.

Son impresionantes las imágenes que nos llegan de todo el mundo con gigantescas manifestaciones de solidaridad con Palestina y de denuncia de la criminalidad Israelí contra la Franja de Gaza.

Incluso, vemos con satisfacción las manifestaciones de judíos que levantan la consigna de “No en nuestro nombre”, porque entienden que el sionismo también es su enemigo y no se sienten en absoluto representados por las políticas genocidas del Estado de Israel.

La solidaridad es urgente. Sigamos convocando a manifestarse. No solo hasta que finalicen los bombardeos y las acciones criminales de Israel contra la Franja de Gaza, sino, hasta que se haga justicia con Palestina y se le reconozca el derecho a construir un estado libre y soberano, el derecho al retorno de los desplazados, con capital en Jerusalén.

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