Si bien es cierto que la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT), integrada por Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano viene siendo un sostén más que importante de este gobierno y particularmente en el último tiempo del ministro de Economía, ahora dio un paso más. Directamente se lanzó a convocar para un acto que se realizará el próximo 8 de agosto, a 5 días de las PASO, en apoyo a la fórmula presidencial de Unión por la Patria: Massa – Rossi.
Aunque sea esperable no deja de sorprender, o más bien indignar el nivel de entrega de la dirigencia burocrática de la CGT. En tiempos donde los salarios vienen perdiendo desde hace 6 años consecutivos un poco más del 20% de su poder de compra real, los popes de la central juegan al cálculo electoral con la principal candidatura de la alianza peronista. Al igual que lo hicieron durante el gobierno del macrismo siguen durmiendo la siesta mientras en el país comienza a hacerse costumbre que los trabajadores pierdan derechos conquistados y cobren salarios inferiores a la canasta de pobreza.
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Sin importar esto y en defensa de sus intereses particulares, ahora se han lanzado como una pata más de campaña para Massa. El mismo candidato que tiene lazos directos con el empresariado local, el FMI y el establishment, que cada vez que puede remarca la exigencia de una reforma laboral para “abaratar costos” de producción.
Mientras se vuelve necesaria una coordinación de los trabajadores para justamente voltear el programa del Fondo y luchar contra los gobiernos que lo aplican, los dirigentes de la CGT hacen un pronunciamiento explícito de apoyo al candidato del empresariado. No son los únicos que han encarado este camino, ya que Hugo Moyano, el padre de Pablo, visitó en persona al ministro-candidato para practicar el mismo comportamiento. Lo peor de la burocracia sindical que en los ´90 en gran medida también acompañó la entrega de los derechos laborales, hoy vuelve a practicar el apoyo a un candidato bien visto desde Estados Unidos.
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Con estos representantes sindicales los derechos laborales sólo corren riesgo. La fórmula de Unión por la Patria lo único que expresa es la continuidad de la derechización de la coalición peronista. El ajuste y el ataque a los trabajadores y sectores populares es una verdad arrojada por la experiencia. Es hora de fortalecer alternativas sindicales diferentes, clasistas y democráticas, como las que impulsa la lista Unidad de Luchadores y la Izquierda integrada por el MST-PO en el FIT-Unidad. Son tiempos de fortalecer las luchas en cursos y unirlas, como las que suceden en Jujuy y en el resto del país, para echar por tierra la idea de seguir descargando la crisis sobre la espalda de las mayorías. Lejos de eso se encuentra la cúpula de la burocracia cuidando sus privilegios.