Ayer, como si no fuera el ministro de Economía que aplica un fuerte ajuste ante los trabajadores y sectores populares, los dirigentes de la CGT recibieron a Sergio Massa y Agustín Rossi para darles su bendición de cara a las PASO del 13 de agosto. La sede Azopardo fue donde el Consejo Directivo de la CGT recibió a la fórmula presidencial de Unión por la Patria.
Con la presencia de José Luis Lingieri (Obras Sanitarias); Carlos Acuña (peones de estaciones de servicio); Héctor Daer (Sanidad) y el jefe de campaña de Unión por la Patria, Eduardo “Wado” de Pedro, quien tuvo a su lado en la primera fila de espectadores a Hugo Moyano, Massa habló ante los dirigentes sindicales que en los últimos seis años han permitido que el salario pierda más del 20% del valor de compra y se haya realizado una transferencia extraordinaria al capital. En términos nominales hablamos de una pérdida de 87.000 millones de dólares que sufrió la masa de ingresos de los trabajadores contra el capital entre 2016 y 2022, según registra CIFRA.
Sin embargo, a pesar de este elemento concreto, que a su vez generó el fenómeno de trabajadores formales pobres y precarizados en el país, Massa dijo en el acto: “Para atrás está el intento de quitar derechos, de subir el impuesto a las ganancias, como pasó entre 2015 y 2019, para atrás está el recorte a los jubilados, para atrás está el intento de intervención de organizaciones sindicales, para atrás está también la política de ir recortando indemnizaciones y los beneficios de las vacaciones”. No hay ninguna duda que las variantes de Juntos por el Cambio significan más ajuste, sin embargo el peronismo, durante estos cuatro años y el último especialmente con el candidato a presidente como encargado de Hacienda ha descargado un brutal ajuste sobre las mayorías sociales. Con sólo observar el 40% de pobreza que existe en el país, en subida por el proceso inflacionario, se corrobora que la política de atentar con los derechos de los trabajadores, jubilados y sectores populares, no fue algo que haya finalizado en 2019.
Además el ministro candidato expresó: “Porque atrás hay un concepto: que el trabajo es un costo. Hablan del costo laboral. Para nosotros, que entendemos el trabajo como instrumento de movilidad social de la Argentina, el trabajo es el motor más importante de crecimiento de nuestra sociedad”. Lo cierto es que con el peronismo en el gobierno y la complicidad de la CGT, en algunos rubros industriales se ha efectivizado una reforma laboral por sector. El caso Toyota es un ejemplo emblemático, donde los trabajadores hoy se encuentran trabajando más horas por menos salarios, y para sumar, el burócrata Manrique –actual secretario general de SMATA- va en la lista de diputados de Massa. Ni hablar de otras experiencias, como la que se da en la UOCRA, donde directamente han eliminado de los convenios colectivos de trabajo la indemnización. Todos favores a las patronales. También podríamos hablar de la precarización laboral que sucede en el Estado, donde el gobierno nacional, sus expresiones provinciales y municipales han recrudecido los contratos basuras o en algunos casos directamente comienzan a considerar el magro ingreso de un Potenciar Trabajo -menos de $ 50.000- como un salario. La movilidad social es un discurso de campaña, en los hechos el Frente de Todos, hoy devenido a Unión por la Patria, sólo ha asegurado ingresos de miseria y pobreza.
Massa, como se ve, busca posar de algo distinto a lo que es el propio gobierno que integra desde el poder Ejecutivo. A tal punto realiza esta maniobra que también agregó en un pasaje de su discurso: “Sabemos que hay compañeros nuestros desilusionados o a lo mejor decepcionados, porque en estos años, o por la pandemia o por la guerra o la sequía o porque nos faltó determinación en algunos temas, algunos compañeros pueden sentir la desilusión de que si bien el ingreso al trabajo creció 33 meses consecutivos, los salarios no se recuperaron como se tenían que haber recuperado”. Se olvida que si alguien anda falto de determinación sería él mismo con la botonera que maneja desde Economía, algo que no sucede cuando se trata de cederle a los pedidos que realiza el FMI.
Este no será el último, sino que será uno de los tantos encuentros que la principal fórmula de Unión por la Patria realice con la burocracia sindical de la CGT que deja pasar el ajuste en silencio. Para el 8 de agosto se prepara otra movilización para bendecir la lista del candidato del FMI y el ajuste.