El pasado miércoles 16 de octubre se dio inicio a la 60° edición del Coloquio IDEA, un evento que agrupa por tres días consecutivos a empresarios, economistas y a los funcionarios más importantes de la agenda actual del país. En esta ocasión, el coloquio se presenta bajo la consigna “Si no es ahora, cuándo. Transformar, invertir y sostener”, demostrando un guiño directo a la gestión del presidente Milei.
En medio de un país convulsionado, con luchas por la defensa a las universidades y por la salud pública, como en el Garrahan y el Bonaparte que se están llevando la mayoría de los titulares, gran parte de los dueños del país se encuentran en el hotel Sheraton, de la ciudad de Mar del Plata, discutiendo el destino del país. Con entradas que valen entre $ 1.400.000 y los $ 3.000.000, dan el presente figuras como el ministro de Economía, Luis Caputo, quien cerró el día miércoles; el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger; y el presidente Javier Milei, encargado de dar el discurso de cierre el próximo viernes al mediodía.
Además de las principales figuras del gobierno libertario también son parte de este encuentro el ministro de Trabajo, Julio Cordero; y los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Ignacio Torres (Chubut), Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Valdés (Corrientes), los cuales tuvieron su propio espacio para exponer sus discursos. Por otra parte, el ex presidente Mauricio Macri también fue parte del encuentro, solo que participó de un exclusivo almuerzo organizado por un puñado de empresarios, en donde buscaron que el ex mandatario ratifique el apoyo al presidente Milei. Otros nombres importantes que serán parte de este evento son el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem.
La intervención de Caputo
El ministro de Economía fue el encargado de cerrar el primer día de actividades y, fiel a su estilo, para no hablar de los costos que están pagando la mayoría de los argentinos para conseguir el déficit cero centró su discurso en una apelación a la clásica figura de la pesada herencia, en los logros económicos de la gestión libertaria y en una súplica por la necesidad urgente de que los empresarios inviertan.
El Toto Caputo advirtió que “el camino no es devaluar” y además se explayó sobre cuándo llega la fecha de caducidad del cepo cambiario: “Para nosotros no es una fecha, son condiciones. No podemos hacer futurología, ojalá lo supiera, pero no lo sé. Sí tenemos clarísimas cuáles tendrían que ser las condiciones, porque nuestro programa es súper robusto”. Además, el ministro agregó: “No se coman el cuento de que nuestro país no puede crecer con cepo, hay evidencias empíricas de otros países, y no hay nada más necio que negar evidencias. No nos enamoramos del cepo, pero vamos a salir cuando corresponda”. En medio de una especie de veranito financiero, festejado por el gobierno en los últimos días, la cabeza principal del equipo económico del Ejecutivo nacional tiene que jugarse a fondo para tratar de convencer al empresariado del país y conseguir más confianza de este sector. Una evidencia de que a pesar de que los últimos números que el gobierno utilizó como caballito de batalla para mostrar algún tipo de triunfo (la inflación de septiembre, el valor de los dólares paralelos, el riesgo país y la suba de algunas acciones), tienen fecha de vencimiento a causa de la magnitud que conservan los problemas estructurales de la economía de este país.
Luego de referirse a lo económico, el ministro se encargó de arremeter con los principales temas que le están pegando de lleno a la figura del gobierno, es decir los vetos del presidente a la reforma jubilatoria y a la ley de financiamiento universitario. “La plata de las universidades sabemos que se la afanan. Lo que pedimos es que las auditen”, así decidió referirse a uno de los conflictos que están dañando la imagen de este gobierno, al punto que también declaró que “a Milei le importan dos o tres pitos las encuestas”. Declaraciones que realiza frente a la presión de un contexto, donde la lucha universitaria llegó a tomarle más de 70 casas de altos estudios.
El turno de los gobernadores
En el segundo día del coloquio, los gobernadores tuvieron su propio panel para dialogar con los empresarios. Frigerio, Torres, Jalil y Valdés fueron los protagonistas de este espacio que, por un lado, trajo el festejo en algunas coincidencias entre el programa de ajuste del gobierno nacional y los programas provinciales que ellos están aplicando. En este sentido, el gobernador de Entre Ríos justificó la aplicación de estos planes diciendo que “la gente fue la primera que se dio cuenta en que no había plata”, vale aclarar que Frigerio en sus primeros diez meses de mandato viene realizando un brutal ajuste a los trabajadores del Estado, a los docentes y, además, se encuentra trabajando en la aplicación de una reforma previsional.
Pero a pesar de estas coincidencias, y como viene siendo la relación entre la oposición dialoguista, tampoco faltaron los reproches. En este caso, el gobernador de Chubut, Ignacio Torres declaró: “Lo peor que le puede pasar a un dirigente y a cualquier ser humano es rodearse de alcahuetes”, otro capítulo más de cruces y advertencias entre el oficialismo y la oposición de la derecha tradicional, la que por ahora le ha garantizado, junto con el PJ, la estabilidad al gobierno de Milei.
La palabra de los empresarios
Además de los funcionarios del gobierno y figuras de los partidos tradicionales del régimen, también tomaron la palabra los empresarios dueños del país, donde a pesar de mostrar algunas dudas con el derrotero de la gestión nacional, coinciden en apuntar todos sus cañones en la profundización del ajuste y arremeter mucho más en la flexibilización de las legislaciones laborales.
Algunos de los nombres resonantes que participaron de este encuentro fueron Juan Farinati, presidente y CEO de Bayern Cono Sur; Marcos Bradley, dirigente general de Syngenta para Latinoamérica Sur; Luis Pérez Companc, presidente de Molinos; Agustín Bellido, gerente general de IBM; Juan Pablo Estévez, líder Cono Sur de Amazon Web Service; Hernán Kazah, de Fondos Kaszek y cofundador de Mercado Libre, entre otros.
En las diferentes charlas y plenarios que se realizaron estos dos días de actividad, los empresarios fueron tajantes con en sus declaraciones en relación a la actuación de los gremios, además de referirse a los derechos laborales actuales de los trabajadores. “Las empresas las manejamos nosotros”, expresó uno de los empresarios disertantes refiriéndose a la relación entre los gremios y los empresarios.
En pos de una mejora de la productividad, el empresariado profundizó la necesidad de mejorar algunos puntos en las legislaciones laborales actuales. Llamaron a una adecuación de los convenios colectivos de trabajo actuales, exigieron más dureza por parte del gobierno cuando los sindicatos realicen tomas o bloqueos, pidieron por una modificación de la Ley de Jornada Laboral y reclaman un criterio único para el pago de juicios laborales.
A pesar de todos los favores que les viene garantizando el gobierno de Milei luego de la sanción de la Ley Bases y el RIGI, el empresariado se ve habilitado, en una actitud ofensiva, a exigir una profundización mucho más obscena en materia de ajuste y precarización laboral. Todo este combo de pedidos, en un contexto donde en 10 meses de gobierno libertario, la pobreza sobrepasa a la mitad de la población, los sueldos no pueden ni siquiera empatar la línea de pobreza y sectores sensibles de lo público, como la educación y la salud, se encuentran atacados.
El cierre del coloquio
Este viernes 18 de octubre finaliza el encuentro realizado por el Instituto para el desarrollo empresarial argentino. En este último día, con presentaciones estelares, expondrán Federico Sturzenegger en una charla titulada La necesidad de liberarnos del Estado,y el encargado de dar el último discurso será el presidente Javier Milei, quien en el encuentro del año pasado decidió no concurrir y acordar una reunión paralela con el banquero Juan Nápoli.
Estas reuniones de los sectores más concertados de la economía, donde parece que hablan desde una realidad paralela a lo que sucede en la actualidad, dejan en claro la dirección a la que apuntan estos sectores, a pesar de las dudas o contradicciones que puedan presentarse con el gobierno de Milei. Desde este sector parece que la profundización de la crisis, la cual solo afecta al conjunto de los trabajadores, no entiende de límites en relación a la destrucción de las condiciones de vida de las mayorías.
Es por esto que los troskos del MST en el FIT-U, como nos referencia la mesa chica del gobierno de Milei, nos encontramos en la vereda opuesta del gobierno y de los intereses del empresariado. Hoy es fundamental acompañar y ser parte de todas las luchas en curso, como lo son la de las universidades, las del sector de salud, la de los trabajadores que pelean por sus salarios o por la reincorporación de trabajadores despedidos, entre otras.
Ningún coloquio que reúna a una minoría de la sociedad puede decidir el futuro de los trabajadores, por eso es que necesitamos un plan alternativo para frenar los ataques de este gobierno, y en donde los intereses que se vean afectados sea el de esa minoría responsable de la crisis que transitamos hoy en día. Tenemos que romper con el FMI y los buitres de la deuda externa, nacionalizar la banca y el comercio exterior, aplicar fuertes impuestos sobre los grandes empresarios, para que haya plata para trabajos dignos, salarios y jubilaciones al costo de la canasta familiar, y una educación y salud públicas de calidad, como nos merecemos los que creamos todos los días la riqueza de este país. Solo de esta manera se daría un giro de 180 grados a la situación actual.