martes, 3 diciembre 2024 - 14:23

¿Cogobierno en puerta?. La Libertad Avanza y el PRO negocian una forma de unificarse

Luego de una semana convulsa, donde el gobierno quedó herido por el destino que cobró la Ley Ómnibus, Milei empieza a evaluar y rediscutir la situación de su fuerza política para lo que viene de su mandato. En ese marco, como se comenzó a rumorear desde el fin de semana que finalizó, La Libertad Avanza empieza a ver la posibilidad de una unificación política con el PRO. Sus formas no están resueltas, se habla de integración total de las fuerzas, haciendo que algunos personajes del partido que preside Bullrich (por ahora) lleguen al Ejecutivo. También se baraja la idea de que eso no ocurra y sólo se dé una confluencia de los bloques dentro de las cámaras de diputados y senadores. Todas especulaciones en danza. Pero el gobierno intenta avanzar para ganar algo más de cuerpo tras su primera derrota legislativa, que sucedió como epifenómeno de lo que la calle empezó a arrojar después del 24 de enero con el paro general.

Derechas en movimiento  

La realidad en Argentina se muestra con un dinamismo intenso, que refleja la magnitud de una crisis política al son de otras de carácter económico y social. En este terreno es en el que interviene Milei y su gobierno que ante la primera intentona de resetear el país bajo los mandatos del mercado no tuvo éxito. Lo que se vivió en Diputados fue la muestra. Las fuerzas de la calle doblegaron la Ley Ómnibus con otros condimentos que arrojó la realidad política: falta de experiencia, improvisación y choque de frente con los gobernadores por parte de la fuerza que se encuentra en la Rosada.

Para sortear esos ribetes el presidente piensa concretar una alianza que en el parlamento, en parte, ya comenzó a funcionar. Una unión formal con el sector más radicalizado del PRO, lo que en su momento se conoció como los “halcones”. Como voluntad principal de ese acuerdo aparece Mauricio Macri quien, según refleja una nota de Clarín, previo a las elecciones imaginaba esta unión como el nacimiento de “Una opción de centroderecha liberal”[1].

Sin embargo, más allá de las intenciones, están los límites que ambos dirigentes se imponen. Para el “anarcocapitalista” hay personajes que no pueden ser removidos, entre ellos el ministro de Interior, Guillermo Francos, y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Todas figuras del Ejecutivo que Macri mira con intenciones de desplazar. Al primero, porque lo considera con demasiada llegada al sector “centro” que, para el propio Milei, en parte imposibilitó que la Ley Ómnibus cobre vida. Y, además, para el ex presidente de Boca Francos es un enamorado del diálogo, atribución no apta para momentos de shock. Con el segundo personaje en cuestión, desde el macrismo atribuyen enemistades personales.

Con este estado de situación las negociaciones se ven empantanadas, aunque con intenciones de que algo surja. Por eso, entre otras de las variantes que se manejan, es que el acuerdo alcance solamente para unificar fuerzas y generar bloques unitarios en el Congreso. Allí sí habría un acuerdo, sería convertir a Cristian Ritondo como presidente de ese espacio dentro de la cámara baja.

Un acuerdo que dejaría heridos

Como todo aún está en negociación, no se sabe el resultado de antemano. Pero, de concretarse algún acuerdo, es seguro que queden heridos en el camino.

Patricia Bullrich hizo público su “espanto” de sumar como secretario a Daniel Scioli y, en una entrevista en su canal amigo LN+, casi que pidió por su exclusión. Pero, además, el PRO tampoco saldría ileso de llegar a unificarse con la fuerza de Milei. Ya se descarta que Horacio Rodríguez Larreta no acompañe esta decisión y emprenda otro camino. A esta postura no se sabe si no se sumará alguno o alguna más de los 37 diputados que compone la bancada del PRO.

A todo esto, también hay que resaltar que el partido que fundó Macri va a entrar en un proceso de recambio de autoridades. Según una carta de gobernadores el ex presidente sería quien más chances tendría de hacerse con la dirigencia del partido desplazando a Bullrich. La carta aludida y firmada por 20 referentes provinciales de la fuerza reza: “Consideramos que Mauricio Macri es la persona indicada para llevar adelante este proceso de unidad. Su experiencia, liderazgo y visión son fundamentales para fortalecer el espacio y que el Pro siga siendo un actor protagónico en la escena política de nuestro país”. De llegar a la presidencia y darse un éxodo de dirigentes en desacuerdo con la nueva alianza, estaríamos en presencia de un Macri que debutaría mal en su mandato como autoridad partidaria.

Mauricio Macri y Patricia Bullrich

Las disputas del PRO también contaminan la alianza de centro que efectivamente está a punto de morir, nos referimos a Juntos por el Cambio. Los radicales y la Coalición Cívica, como lo han dejado manifiesto, también están por la negativa de sumarse a una fuerza que contenga a Milei. Tras el debate en diputados el gobierno quedó tan tensionado con la UCR, más luego de la lista de “traidores”, que Martín Lousteau comandó una maniobra para que se exija a las autoridades del poder Legislativo se conforme la bicameral con motivo de tratar el DNU.

Golpeado, el gobierno busca algo de fortaleza

Como conclusión de esta negociación, en caso de tener un resultado positivo, se podría afirmar que el gobierno robustecería su porte en el Congreso. Esto, de todas maneras, no dejaría de mostrar sus flaquezas. Con la unión entre la fuerza de Milei y el PRO, sin pensar que haya éxodos, no se lograría dar con un número que los coloque como primera minoría en diputados, mucho menos tener quórum propio. En suma tendría que seguir dependiendo de las negociaciones que pueda alcanzar con el bloque presidido por Miguel Ángel Pichetto, Hacemos Coalición Federal, e Innovación Federal. Ambos sectores parlamentarios que, en parte, responden a los gobernadores, los mismos que hoy se encuentran con una tensionada relación con el presidente por el tijeretazo a diferentes partidas que Nación dejó de enviar a las provincias.

En apenas dos meses de gobierno se mueven las placas profundas de las políticas. Cambios permanentes que arrojan a la vista un régimen político en crisis, buscando hacer pie con alianzas que posibiliten un plan de guerra contra los derechos de los trabajadores, sectores medios y populares.


[1] Primeras bajas para el acuerdo Macri-Milei y ¿otra vez la avenida del medio?. Clarín (12-2-2024)

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